Fases del Ciclo Cardiaco.
Enviado por javierajhjh • 18 de Mayo de 2015 • Tesis • 4.421 Palabras (18 Páginas) • 345 Visitas
Seminario N°8 Javiera Rivera Valenzuela
1.- Fases del Ciclo Cardiaco
a) Sístole auricular
b) Contracción ventricular isovolumétrica
c) Relajación ventricular isovolumétrica
d) Llenado ventricular pasivo
Las tres primeras corresponden a la sístole (contracción miocárdica, durante la cual el corazón expulsa la sangre que hay en su interior) y las dos últimas a la diástole (relajación cardiaca, durante el cual el corazón se llena de sangre). La diástole es más larga que la sístole: aproximadamente dos tercios de la duración total del ciclo corresponden a la diástole y un tercio a la sístole.
a) Sístole auricular:
El ciclo se inicia con un potencial de acción en el nódulo sinusal que en un principio se propagará por las aurículas provocando su contracción. Al contraerse éstas, se expulsa toda la sangre que contienen hacia los ventrículos. Ello es posible gracias a que en esta fase, las válvulas auriculoventriculares (Mitral y Tricúspide) están abiertas, mientras que las sigmoideas (Aórtica y Pulmonar) se encuentran cerradas. Al final de esta fase; toda la sangre contenida en el corazón se encontrará en los ventrículos, dando paso a la siguiente fase.
b) Contracción ventricular isovolumétrica:
La onda de despolarización llega a los ventrículos, que en consecuencia comienzan a contraerse. Esto hace que la presión aumente en el interior de los mismos, de tal forma que la presión ventricular excederá a la auricular y el flujo tenderá a retroceder hacia estas últimas. Sin embargo, esto no ocurre, pues el aumento de la presión ventricular determina el cierre de las válvulas auriculoventriculares, que impedirán el flujo retrógrado de sangre. Por lo tanto, en esta fase todas las válvulas cardiacas se encontrarán cerradas.
-Eyección:
La presión ventricular también será mayor que la presión arterial en los grandes vasos que salen del corazón (tronco pulmonar y aorta) de modo que las válvulas sigmoideas se abrirán y el flujo pasará de los ventrículos a la luz de estos vasos. A medida que la sangre sale de los ventrículos hacia éstos, la presión ventricular irá disminuyendo al mismo tiempo que aumenta en los grandes vasos. Esto termina igualando ambas presiones, de modo que parte del flujo no pasara, por gradiente de presión, hacia la aorta y tronco pulmonar. El volumen de sangre que queda retenido en el corazón al acabar la eyección se denomina volumen residual, telesistólico o volumen sistólico final; mientras que el volumen de sangre eyectado será el volumen sistólico o volumen latido (aproximadamente 70mL).
c) Relajación ventricular isovolumétrica:
Corresponde al comienzo de la diástole o, lo que es lo mismo, al periodo de relajación miocárdica. En esta fase, el ventrículo se relaja, de tal forma que este hecho, junto con la salida parcial de flujo de este mismo (ocurrido en la fase anterior), hacen que la presión en su interior descienda enormemente, pasando a ser inferior a la de los grandes vasos. Por este motivo, el flujo de sangre se vuelve retrógrado y pasa a ocupar los senos aórtico y pulmonar de las valvas sigmoideas, empujándolas y provocando que éstas se cierren (al ocupar la sangre los senos aórticos, parte del flujo pasará a las arterias coronarias, con origen en estos mismos). Esta etapa se define por tanto como el intervalo que transcurre desde el cierre de las válvulas sigmoideas hasta la apertura de las auriculoventriculares.
d) Llenado ventricular pasivo:
Durante los procesos comentados anteriormente, las aurículas se habrán estado llenando de sangre, de modo que la presión en éstas también será mayor que en los ventrículos, parcialmente vaciados y relajados. El propio gradiente de presión hará que la sangre circule desde las aurículas a los ventrículos, empujando las válvulas mitral y tricúspide, que se abrirán permitiendo el flujo en este sentido. Una nueva contracción auricular con origen en el nódulo sinusal finalizará esta fase e iniciará la sístole auricular del siguiente ciclo.
*Es importante recordar que existen diversos determinantes de la función cardíaca que pueden alterar las fases del ciclo: la precarga, la postcarga, el inotropismo, la distensibilidad y la frecuencia.
-La precarga depende del volumen del ventrículo al final de la diástole (VFD).
-La postcarga representa la presión aórtica en contra de la que el ventrículo debe contraerse.
-El inotropismo corresponde a la fuerza intrínseca que genera el ventrículo en cada contracción como bomba mecánica.
-La distensibilidad se refiere a la capacidad que el ventrículo tiene de expandirse y llenarse durante la diástole.
-La frecuencia cardíaca, es el número de ciclos cardíacos por unidad de tiempo.
-El ciclo se repite unas setenta y dos veces por minuto, pero puede incrementarse o ralentizarse según las necesidades del organismo a través del sistema nervioso.
2.-
A: Es la cantidad de sangre que bombea el corazón hacia la aorta en cada minuto, y supone la suma de los flujos sanguíneos. Por tanto, su valor es igual al volumen latido (ml/latido) por la frecuencia cardiaca (latidos/min).
B: Precarga: Es el grado de tensión del músculo cuando empieza a contraerse. Se considera la presión diastólica cuando el ventrículo ya se ha llenado.
Postcarga: Es la carga contra la que el músculo ejerce su fuerza contráctil. Se considera la presión sistólica o resistencia de la aorta contra la que se debe contraer el ventrículo.
Retorno venoso: Es el principal factor que afecta a la precarga, y constituye la suma de todo el flujo sanguíneo local de todos los segmentos tisulares de la circulación periférica. Está afectado por la presión en la aurícula derecha, el grado de llenado de la circulación sistémica (medido por la presión media del llenado sistémico), y la resistencia al flujo sanguíneo entre la aurícula derecha y los vasos periféricos.
Mecanismo de Frank-Starling del corazón. También denominado autorregulación isovolumétrica. Básicamente supone que cuanto más se distiende el músculo cardiaco durante el llenado, mayor es la fuerza contráctil y mayor es la cantidad de sangre bombeada hacia la aorta, así como la presión de eyección. Esto se debe a que existe una relación entre la longitud de la fibra cardiaca (equivalente al volumen diastólico) y la fuerza de contracción (equivalente al volumen sistólico). Esto supone, que cuando al corazón le llega una cantidad adicional de sangre, el músculo cardíaco se distiende más y es capaz de contraerse con una fuerza mayor. Esto se debe a que
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