Florence Nightingale
Enviado por jenniffera • 29 de Abril de 2014 • 4.179 Palabras (17 Páginas) • 216 Visitas
Florence Nightingale, es considerada la fundadora de enfermería moderna en todo el mundo, obteniendo mayor protección a partir de su participación como voluntaria en la guerra de Crimea en 1854. Al retornar de la guerra, Florence se convirtió en una figura popular nacionalmente, su nombre era sinónimo de dulzura, eficiencia y heroísmo. El trabajo hecho durante la guerra, tuvo un impacto mucho mayor, que la simple acción de reorganizar a las enfermeras y salvar vidas, al quebrar el concepto que existía en torno a la participación de la mujer en el ejército y transformara así una visión de sociedad en relación a la enfermería como una ocupación útil para la mujer.
La enfermería para Florence era un arte, porque fusionaba la planificación, la organización y la realización de los servicios asistenciales de enfermería, que requería de capacitación práctica y científica. Una enfermera debería ser una persona capacitada para servir a la medicina, la cirugía y la higiene y no para servir a los profesionales en estas áreas. El gran mérito de Florence Nightingale fue para dar voz al silencio de aquellos que han prestado atención de enfermería, que probablemente no se dieron cuenta de la importancia de los rituales que siguieron.
1.- BIOGRAFIA:
En la tradicional Inglaterra Victoriana, donde no se concebía el papel de la mujer más allá de los muros de su hogar, una joven emprendedora renunció a una vida tranquila para sumergirse en el estudio y la práctica de la enfermería. El importantísimo papel que jugó Florence Nightingale en la Guerra de Crimea le dieron la fama y el reconocimiento como una de las pioneras de la enfermería moderna.
1.1. El nombre de su ciudad natal
Florence Nightingale nació en Villa Colombaia, en la ciudad italiana de Florencia el 12 de mayo de 1820. Sus padres, William Edward Nightingale y Frances Smith, pertenecientes a la clase alta inglesa, habían viajado por Europa los primeros años de su matrimonio. Establecidos temporalmente en Italia, pusieron a su segunda hija el nombre de su ciudad natal. Así habían hecho también con su hermana mayor, Parthenope, a quien le pusieron el nombre griego de la ciudad de Nápoles, Parthenopolis.
La infancia de Florence trancurrió tranquila en la campiña inglesa. Una institutriz se hizo cargo de la educación de las niñas Nightingale hasta que su padre asumió personalmente su formación. Florence mostró pronto un especial interés por las matemáticas y, aunque sus padres intentaron que siguiera una educación más acorde con su condición de mujer, la tenacidad e insistencia de la pequeña hicieron que sus padres le permitieran continuar con sus estudios.
1.2 Una llamada de Dios
De profunda fe en la religión anglicana, Florence experimentó una inusual experiencia religiosa. El 7 de febrero de 1837, mientras paseaba por el jardín de Embley, donde pasaba largas temporadas, creyó escuchar una llamada de Dios. Aunque en un primer momento no entendió el significado de aquella visión, con el tiempo se dio cuenta que su pasión por la enfermería había sido una manera de ayudar a los demás tal y como Dios le había pedido.
Su conocimiento de la enfermería por aquel entonces se reducía al cuidado de familiares enfermos. Además de no ser una profesión conveniente para una mujer de la alta sociedad, las personas que se dedicaban no eran consideradas personas educadas ni bien formadas. Además, a la joven le deparaba un futuro muy distinto, debería casarse y tener hijos y convertirse en una gran dama inglesa. Aun así, Florence se enfrentó a su familia cuando pidió incorporarse a trabajar en un hospital y renunció a una proposición de matrimonio.
1.3 Formación práctica
En su empeño por convertirse en una enfermera profesional, Florence inició en 1849 un largo viaje por Europa y Egipto en el que conoció a varias personas de renombre y visitó diferentes hospitales en los que aprendió distintas metodologías y procedimientos.
En 1850 ingresó como enfermera en el Instituto de San Vicente de Paul en Alejandría, una institución católica; posteriormente visitaría el hospital del Pastor Theodor Fliedner en Kaiserwerth y el Instituto alemán para Diaconisas Protestantes, ambos en Dusseldorf. En París también estuvo en el hospital Saint Germain.
Toda esta experiencia le valió tres años después conseguir el puesto de superintendente en el Instituto para el Cuidado de Señoras Enfermas de Londres, cargo que ocuparía hasta su marcha a Crimea.
1.4. Su papel en la Guerra de Crimea
En marzo de 1854, tras un año de clonflictos entre Rusia y la alianza formada por Francia, Gran Bretaña y Turquía, estos declaraban formalmente la guerra al imperio de los Romanov. Se iniciaba la Guerra de Crimea. Durante el conflicto fueron muchas las bajas producidas por la falta y deficiencia de contingentes sanitarios en la zona. El entonces Secretario de Guerra británico, Sidney Herbert, a quien Florence había conocido en Roma unos años antes, le pidió que supervisara el papel de las enfermeras en los hospitales de la zona.
Nightingale recibiendo a los heridos en Scutari | Jerry Barrett
Nightingale no se lo pensó dos veces. Con el cargo de Superintendente del Sistema de Enfermeras de los Hospitales Generales Ingleses en Turquía arribó a Constantinopla junto con 38 enfermeras el 21 de octubre de 1854.
Su labor en Crimea le supuso el reconocimiento mundial como enfermera. Trabajadora incansable, Florence no dejaba a sus enfermos ni durante la noche, cuando realizaba rondas a la luz de un candil. Aquella anécdota le valió el sobrenombre de “La Dama de la lámpara”.
1.5 La Fundación Nightingale
La estancia de Florence en Crimea no sólo le reportó fama personal. Consiguió un reconocimiento público de la profesión y ayudas económicas para crear una escuela de enfermeras. En 1860 se inauguraba la Nightingale Training School en el Hospital Saint Thomas de Londres. Se creaba la primera escuela de enfermería laica del mundo. En 1893, el juramento Nigthingale que realizaban todas las estudiantes graduadas se creó en su honor.
Florence continuó recaudando fondos a través de la Fundación Nightingale para la formación de sus estudiantes y para la mejora de las condiciones sanitarias de los hospitales de la zona.
Con su defensa de la profesionalización de la profesión, Florence consiguió que en pocos
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