Formas de presencia de carbono en la materia muerta

El carbono es el elemento básico de los organismos vivientes, representa el 18% de la materia viva y esta concentración es casi 100 veces mayor que su concentración en la tierra (0.19%); es decir, los organismos vivientes extraen carbón de su entorno sin vida. Para que la vida continúe, el carbón debe ser reciclado.

El carbón está presente en la materia sin vida en diversas formas:

Bióxido de carbono CO2 presente en la atmósfera y disuelto en el agua en forma de ion bicarbonato HCO3-.

Rocas carbónicas (piedra caliza y corales), compuestas principalmente por carbonato de calcio CaCO3.

Yacimientos de carbón, petróleo y gas natural derivados de restos de organismos vivientes a lo largo de millones de años.

Materia orgánica muerta, por ejemplo, humus en los suelos.

El carbón ingresa al mundo biótico por la acción de los autótrofos:

Principalmente por la acción de organismos fotoautótrofos como algas y plantas, que usan la energía luminosa para convertir el CO2 en materia orgánica, y

en menor grado por los organismos quimioautótrofos como las bacterias y arqueobacterias que toman la energía que se produce por la oxidación de las moléculas contenidas en su sustrato.

El carbón regresa a la atmósfera y al agua por varios caminos:

Todos los organismos liberan CO2 durante la respiración,

la putrefacción de la materia orgánica,

la combustión de la materia orgánica y los combustibles fósiles,

degradación a CO2 si hay oxígeno presente, o a metano CH4 en ausencia de oxígeno.

Desbalance del ciclo

La cantidad de bióxido de carbono CO2 existente en la atmósfera está actualmente experimentando un incremento sostenido en nuestro planeta. Este aumento comenzó probablemente en el período de auge de la revolución industrial. Desde que se iniciaron las mediciones sistemáticas de CO2 atmosférico hacia finales del Siglo XIX, su concentración se ha elevado en aproximadamente un 20% en el planeta. acelerador de partículas

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