Frente Radical Alfarista

Frente Radical Alfarista en una mezcla heterogénea en que se encuentra desde la oligarquía tradicional vinculada al Velasquismo, cuyo representante mas conspicuo es el banquero y agroexportador Jaime Aspiazu Seminario, burgueses neoliberales cómo Carlos Julio Emanuel y Cecilia Calderón hasta elementos que se dicen de izquierda pero que no fueron en su momento sino viles usufructuarios del hambre y la desesperación popular.

El futuro de este Partido, por su origen y composición, ha seguido el camino de los otros movimientos populistas, o sea el de su paulatina descomposición, de acuerdo como avanza el nivel de organización y conciencia de las masas populares. El año 2002, siendo su Director nacional el “cinturita” Fabián Alarcón, el Tribunal electoral comunicó su extinción, terminando así las pugnas internas entre Fabián Alarcón y Cecilia Calderón.

PARTÍDO DEMÓCRATA

Iniciado el proceso de retorno al régimen constitucional que debía concluir con las elecciones presidenciales en 1979, con lo cual se daría término al largo paréntesis dictatorial iniciado en 1970 con el autogolpe de Velasco Ibarra y los posteriores regimenes militares, los diferentes partidos de la oligarquía iniciaron un proceso de unidad tendiente a revertir ese proceso en su beneficio; con tal objetivo conformaron el "Frente Constitucionalista" que agrupaba a

conservadores, liberales, socialcristianos y otras fuerzas derechistas, que aspiraban a consolidar una opción electoral que dispute en condiciones ventajosas al poder político a los sectores desarrollistas y reformistas llamadas de "centro izquierda". Uno de los principales impulsadores de dicho frente era Francisco Huerta Montalvo, en aquel entonces Director Nacional del Partido Liberal, un personaje vinculado a la banca de Guayaquil y al imperialismo a través de una institución de capacitación empresarial y difusión de las tesis neoliberales que iban adquiriendo hegemonía en los EE.UU., que se denominaba "FEDESARROLLO". Huerta se había caracterizado en su vida política por sus ambiciones desmedidas y su falta total de escrúpulos; en la época de la dictadura pasó rápidamente de opositor a beneficiario de uno de los mas escandalosos negociados de esa época, el de una ficticia investigación acerca del desempleo en el país, que le significó cuantiosos recursos para su promoción política; como si Frente Constitucionalista no lo eligió como candidato presidencial rompió con él y se proclamó candidato del Partido Liberal, siendo relevado al poco tiempo al calor del escándalo generado por su participación en el bullado caso de REDESARROLLO y por el embate de otras corrientes en el seno del liberalismo que lo reemplazaron en la candidatura presidencial con su tío, Raúl Clemente Huerta.

Expulsado del Partido Liberal, Francisco Huerta y otros ex liberales comienzan a formar el Partido Radical Demócrata bajo el lema de "minga por una nueva república" (sin decir, naturalmente, en que consistiría esa "nueva república") en este partido que, al final, fue reconocido solo como Partido Demócrata, se aglutinaron un importante grupo de la oligarquía de la costa como los Orrantia González, Piana Bruno y otros, fuertemente vinculados a los monopolios norteamericanos, viejos terratenientes feuda¬les, disidentes conservadores y demócratas cristianos, los despojos del Partido Patrióti¬co Popular, una parte de ARNE y numerosos elementos oportunistas que han traficado por varias tiendas políticas haciendo tabla rasa de cualquier principio ideológico o al menos un elemental sentido ético de la acción política, tales como los diputados Marco Proaño (autor del libro Yo CFP, actualmente milita en el PRE de Abdalá Bucaram ) y Heins MoIler (Ex-CID, actualmente milita en filas Socialcristianas).

El Partido Demócrata, también ha tratado de darse una forma ideológica aparente, modernizando algunos viejos preceptos liberales para adaptarlos a la corriente del neoliberalismo que, como lo hemos señalado constituye la opción política económica de los sectores mas retardatarios del imperialismo, sin embargo, en lo fundamental, es una organización de carácter populista donde priman los apetitos personales de Huerta Montalvo y de quienes pretenden medrar a su amparo.

Su paso por el gobierno durante el año de 1982 en los Ministerios de "Salud (ocupado por el propio Huerta) y de Finanzas (el empresario y ex-ministro de la dictadura de los Triunviros Jaime Morillo) tuvo como denominador común la incapacidad, la entrega descarada del país a la banca internacional mediante el endeudamiento externo "agresivo" a cortos plazos y altos intereses, una gran inmoralidad, dado que pocas veces se han dado tantos y tan escandalosos negociados en tan corto período de tiempo, y, sobre todo, una verdadera vocación por favorecer consecuentemente los intereses de la oligarquía a la que se pertenecen, y de golpear la economía popular inmisericordemente, pues a ellos les debemos las sucesivas devaluaciones monetarias, la entrega de cuantiosos créditos a la banca privada, la elevación del precio de los combustibles, el trigo y el transporte, la bancarrota total de los servicios hospitalarios, entre otras medidas adoptadas por los militantes demócratas en acuerdo con los demócratas populares. Lo importante de esta cruel experiencia para el pueblo ecuatoriano es que muy rápidamente pudo identificar la naturaleza rapaz y reacciona¬da de Huerta Montalvo y sus conmilitones y vislumbrar en la práctica al servicio de quienes estará la "nueva república" que propugnan.

En el corto periodo de vida que tuvo, el Partido Demócrata debió enfrentar varios procesos de división interna, tanto por la heterogeneidad como la descomposición moral y política de sus principales representantes, ávidos todos de figurar personalmente y sacar el máximo provecho de su quehacer partidista, que lo llevó a su extinción, por la falta de apoyo de las masas. Huerta sigue transitando de Partido en Partido, últimamente fue Ministro de Gobierno de Gustavo Noboa y funcionario del CONESUP.

Hasta el momento no existe ningún Partido que sea la expresión política concreta de la BURGUESÍA NACIONAL, o sea aquel sector de capitalistas que no están ligados a las empresas imperialistas ni a la feudalidad, sino que, por el contrario, tienen contradicciones con el capital extranjero que impide su desarrollo de mil maneras, y con las subsistencias semifeudales que también frenan su crecimiento al mantener una enorme población al margen del mercado consumidor, que, por lo tanto, aspiran a desarrollar la industria nacional en forma independiente, quieren un comercio exterior e interior verdaderamente libre, desean el desarrollo capitalista de la agricultura; y que, por todo eso, son en

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