Gastronomía Prehispánica Mexicana.
Enviado por lizbeth319512 • 18 de Noviembre de 2013 • Tesis • 13.171 Palabras (53 Páginas) • 959 Visitas
En este trabajo hablaremos a cerca de la gastronomía mexicana, pero poco a poco nos vamos a ir especializando en la gastronomía poblana. La gastronomía es una parte muy importante, bueno en pocas palabras es fundamental para México, ya que es nuestra forma de comer, nuestros platillos y nuestros descubrimientos.
Para nosotros los mexicanos, el alimento es una parte fundamental, ya que no solo es nuestra forma de alimentarnos, sino es parte de nuestra cultura.
Justificación
La gastronomía es una parte muy importante de nuestro país, en cada estado conocemos diversos platillos típicos; en Puebla la gastronomía está llena de platillos deliciosos que hacen de la ciudad un lugar inolvidable.
En Puebla se originó un platillo, el cual es muy importante no solo aquí en Puebla, sino en todo México, estoy hablando del mole poblano.
Gracias a la gastronomía de cada estado, nos damos cuenta de las grandes riquezas con las que cuenta México.
Yo hablo de este tema, ya que me gusta y se me hace un tema muy interesante y entretenido, con el cual vamos ampliando nuestros conocimientos a cerca de nuestro país y vamos creciendo en nuestra cultura general.
Gastronomía Mexicana.
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¿Qué es gastronomía?
e le conoce como gastronomía al conjunto de conocimientos y actividades en relación con comer bien[1], también se le puede definir como el arte de preparar buenas y delicadas comidas y la afición a comerlas[2].
Gastronomía es el estudio de la relación entre cultura y alimento. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte de cocinar y los platillos en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.
Gastronomía Prehispánica Mexicana.
La cocina de México reúne tradiciones gastronómicas milenarias de origen indígena, a las que se añadieron, a partir de la Colonia, los aportes de la rica gastronomía española. Si aquí se propusiera el rastreo de todas las influencias que recibió la cocina mexicana, esta introducción se convertiría en una lista de gastronomías nacionales. Baste con señalar que la cocina mexicana no es ajena a las de Asia, el Medio Oriente, el resto de América Latina e incluso, de las cocinas africanas.
No existe un concepto único de cocina mexicana, ya que, aunque se mantienen ciertos ingredientes y tendencias comunes entre la diversidad, se establecen diferencias de región en región, y cada estado mexicano posee sus propias recetas y tradiciones culinarias. Existen ciertas obras de la gastronomía local que se han extendido por regiones más extensas o incluso a nivel nacional. Este es el caso de platillos como la cochinita pibil (yucateca), el mole poblano, el pozole (identificado con Jalisco y Guerrero), el cabrito (neoleonés) y así por el estilo, con una lista inacabable.
Por todo lo anterior, siempre es mejor definir a la gastronomía mexicana en plural, como las gastronomías de México. De entre ellas, sobresalen algunas por su riqueza y difusión, pero la relación de las principales tradiciones gastronómicas del país depende de cada gusto. Este conjunto inmenso de cocinas regionales bien diferenciadas se caracterizan todas ellas por un componente indígena básico en sus ingredientes y formas de preparación de los alimentos.
Pero la gastronomía mexicana no sólo está constituida por sus platillos tradicionales. En las últimas décadas ha florecido un movimiento que se ha dado en llamar Nueva cocina mexicana, que retoma las recetas, técnicas e ingredientes nacionales y las combina con los propios de la alta cocina internacional.
Recientemente, la gastronomía mexicana fue candidata a convertirse en Patrimonio Cultural de la Humanidad, sin embargo, la UNESCO rechazó la candidatura al no encontrarla suficientemente sustentada.
Antecedentes Precolombinos.
Desde luego que no podemos hablar de una gastronomía mexicana anterior a la llegada de los españoles, puesto que México como nación, solo existe desde el siglo XIX. Sin embargo, por milenios se fraguaron en el territorio que actualmente ocupa el país, las características de lo que en la actualidad se denomina comida mexicana.
Durante la época prehispánica, los pueblos indígenas que habitaron el territorio, tuvieron una dieta basada principalmente en vegetales. De ellos hay que señalar que hay una especie de trinidad que fue común a muchos de ellos desde por lo menos el año 3000 a. C., se trata del maíz, el frijol y el chile.
Para complementar su alimentación, que ya se ve, era pobre en proteínas y grasas, los antiguos pobladores de México acudieron a dos estrategias: por un lado, la crianza de guajolotes (pavo) y xoloitzcuintles (perro) en Mesoamérica; o bien, la caza y recolección de todo tipo de animales, y esto vale para todos los pueblos de América Septentrional. Por ello en aquellos tiempos cabe buscar los orígenes de ciertos hábitos alimenticios que perduran en la actualidad. Es el caso del consumo de insectos y gusanos (chinicuiles, chapulines, escamoles, jumiles...); Reptiles (iguanas, serpientes...) y batracios (ranas, axolotes...); Peces (boquerones, charales, pescado blanco...), mamíferos (ardillas, ratas, tejones, venados...) y aves (chichicuilotes, patos, codornices... De aquí que en buena parte de México sea frecuente escuchar que Todo lo que corre, nada, se arrastra o vuela, va a la cazuela.
De igual antigüedad son algunas de las técnicas y utensilios más característicos de las cocinas mexicanas. Citemos por ejemplo, la nixtamalización del maíz, desconocida en todo el mundo, salvo en México y ciertos países de América Central, como Guatemala. La molienda del maíz y otros alimentos en morteros de piedra volcánica, llamados molcajetes y metates es una costumbre que persiste, aunque cada vez va perdiendo más presencia ante lo práctico que resulta el empleo de la licuadora y el molino industrial, en comparación con el cansancio producido por el empleo de los utensilios tradicionales. También conocidos por los pueblos prehispánicos son las técnicas de cocción al vapor empleada, por ejemplo, en la confección del tamal, o el horno de tierra cuya fuente de poder son piedras calentadas por horas a la leña con la que se preparan, por ejemplo, la barbacoa, la cochinita y el zacahuil. De más está decir que muchas de las recetas mexicanas tienen algún ancestro precolombino,
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