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HISTORIA DEL TRABAJO


Enviado por   •  28 de Mayo de 2015  •  2.432 Palabras (10 Páginas)  •  156 Visitas

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I. HISTORIA DEL DERECHO DEL TRABAJO

La explicación rousseauniana sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres señala a

la propiedad privada como causa de todos los males humanos.

Marx vio el problema con mayor claridad y en una época que contaba con la experiencia de los primeros 50

años del siglo, pudo afirmar que la propiedad privada, al dividir a los hombres en propietarios y en los

sin−tierras y consecuentemente en dos clases sociales, había producido la oposición de los grupos, la cual, a

su vez, condujo a la lucha de clases. De esta secuencia dedujo que la lucha de clases es la ley de la historia.

Así se perfilo la concepción dialéctica general del marxismo: la pre−historia es la tesis, la etapa en la que la

tierra y sus frutos, los instrumentos de la caza y las piezas cobradas son de todos y para beneficio de todos; la

historia es la antitesis, pues en ella, la tierra, los instrumentos materiales de ls producción y aun los hombres, y

los bienes producidos, son propiedad de los amos, de los señores o de los empresarios. La síntesis será el

mundo del mañana, la gran utopía de nuestro siglo, la que nació cien años después de la utopía de la igualdad

y de la libertad que se expreso en el Contrato Social de Rousseau.

La historia del derecho del trabajo es uno de los episodios mas trágicos de la lucha de clases, por su profundo

sentido de reivindicación de los valores humanos, tal vez el mas hondo de todos, porque es la lucha por la

liberación y dignificación del trabajo, lo que es tanto como decir la liberación y dignificación del hombre en

su integridad.

La burguesía triunfante disponía de armas poderosas para defenderse en contra de cualquier propósito de

creación de un ordenamiento jurídico que regulara las relaciones entre el trabajo y el capital, unas de

naturaleza teórica, otras derivadas de la fuerza del poder político. Entre las primeras se contaban: los

postulados del liberalismo económico y político. La segunda arma era el poder del estado, ese aparato que

Engels definió como los ejércitos y las cárceles de la burguesía para mantener su dominio sobre la clase

trabajadora.

El derecho del trabajo tuvo que romper el embrujo del pensamiento individualista y liberal a fin de imponerse

a la burguesía y a su estado. Tuvo que luchar son las armas que le permitía el estado el derecho, pero también

otras que eran consideradas ilícitas, como la asociación sindical no autorizada y la huelga.

Son muchos los factores que influyeron para la iniciación de la lucha: Marx puso de relieve que uno de los

primeros efectos de la revolución industrial fue el transito del taller a la fabrica, de la producción llevada a

cabo en una unidad económica pequeña y un numero limitado de compañeros u oficiales y de aprendices, a la

producción en la fabrica, en donde se amontonaban decenas o centenares de obreros. Fue ahí, en esas grandes

aglomeraciones de hombres, donde se gesto la rebeldía contra la injusticia, consecuencia de un murmullo y de

las conversaciones y de la contemplación de los accidentes, cuya causa eran las maquinas.

El segundo de los factores, es la aparición y crecimiento del movimiento obrero, sin duda alguna el factor

fundamental. Desde los orígenes del movimiento obrero, conocedor de la existencia de la ley fundamental de

la historia, entendió que se trataba de una lucha total, en la que nada tenia que esperar de su enemigo, que era

la burguesía y de su cómplice, el estado. La batalla del trabajo de aquellos primeros años se propuso un doble

objetivo: un fin inmediato, condición indispensable para el triunfo, la conquista de los fortalezas que tenían

como lemas la negación de las libertades de coalición, de sindicalización y de huelga.

En oposición a la crueldad y a la deshumanización de la sociedad burguesa, irrumpió un tercer factor en la

lucha, al que podría llamarse la rebelión del pensamiento. Vinieron los escritores y polemistas con una

concepción ética común frente a la vida y coincidieron en la i

a) Un primer grupo estuvo formado por los expositores de las doctrinas a las que Marx llamo el socialismo

utópico y Sombart el socialismo racionalista. Entre ellos el conde de Saint−Simon, Roberto Owen, Charles

Fourier, entre otros.

b) Lous Auguste Blanqui ocupa un lugar especial en la historia de las luchas y de las ideas sociales, pues, en

abierta oposición con el socialismo utópico, fue no solamente un pensador, sino mas bien un luchador, actitud

que adopto desde los 16 años, cuando entro en la secta de los carbonari.

LA EDAD HEROICA.

Los primeros cincuenta años del siglo XIX integran la edad heroica del movimiento obrero y del derecho del

trabajo, una denominación que corresponde primeramente a la lucha sindical, pero pertenece también al

derecho del trabajo, porque se luchaba por su idea, pues las libertades sindical, de huelga y de negociación y

contratación colectivas, son su finalidad inmediata, la condición para que pudiera nacer el derecho sustantivo

en una sociedad en la que su estado era impotente frente a la formula del laisser−faire, laisser−passer de los

fisiócratas.

En los años finales del periodo que consideramos aquí se produjeron dos grandes acontecimientos, que

provocaron el transito a la era de la tolerancia, la entrada del marxismo a la lucha de clases como el

pensamiento básico de los trabajadores y las revoluciones europeas de mediados del siglo.

En el mes de febrero de 1848 se publico en Londres el Manifiesto Comunista, éste, concluye con la conocida

invitación: Proletariados de todos los pueblos, uníos, que era también un llamado a favor de la acción sindical.

LA ERA DE LA TOLERANCIA.

En esta etapa comprendida aproximadamente de 1824 a 1872, los trabajadores pudieron asociarse libremente,

sin temor a ser perseguidos y sin que el estado pudiera estorbar su formación, pero las reformas a las leyes

penales y la consecuente libertad se sindicación, no trajeron consigo su reconocimiento legal como personas

jurídicas; fueron asociaciones de hecho, razón por la cual los empresarios no estaban obligados a negociar o

contratar colectivamente las condiciones de trabajo.

Bismarck comprendió la misión que desempeñaba la burguesía y se puso a su servicio para que se lanzara a la

lucha económica y ala conquista de los mercados internacionales;

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