HISTORIA Y ANTECEDENTES

HISTORIA Y ANTECEDENTES

HISTORIA CONTADA POR SU DUEÑO:

Me llamo Olivio Guanocunga Gualotuña nacÍ el 3 de junio de 1968. Vengo de una familia de agricultores. Mi barrio es netamente artesanal, en mi etapa de estudiante era muy curioso y hábil para los trabajos manuales. En los días de vacaciones colaboraba en los talleres del barrio en la fabricación de muebles de sala.

Cuando me gradué de bachiller en química y biología mis anhelo serán ser un profesional de la medicina, pero mis padres no podían costear la universidad.

Estando en mi casa meditando sobre mi futuro vino un vecino que se había comprado toda la maquinaria para la producción de los muebles y me solicito si le podía colaborar con él, como no tenia alternativa accedí gustoso.

Estando ya sometido a un horario de trabajo me gusto la idea de ser algún ser yo el propietario jefe, puse todo el empeño en aprender ya que de mi dedicación dependía mi futuro.

Al cumplir un año de trabajo me había convertido en uno de los mejores empleados de la zona, a mi me encargaban los trabajos más difíciles, al cumplir un año y medio mi jefe tuvo que decidirse por mi o por el sobrino.

Como se decidió por su familia a mi me incentivo a ponerme un taller y me recomendó un almacén. Los almacenes SALVADOR de Sangolqui.

Como ya tenía mi profesión hecha lo que me hacía falta era una familia entonces me casé. Nació mi primer hijo y se llama Israel con ya motivos suficientes por quienes luchar puse todas las ganas para ponerme el taller.

Yo contaba con unos ahorros de 60.000 sucres y teníamos dos cerdos que vendimos con mi señora el 60.000 sucres, esto era para el encaje de la cooperativa Alianza del Valle, se suponía que me decían al tres por uno pero no, solo me dieron 200.000 sucres con esto compre los materiales para realizar mi primera obra en la casa de mi padre, una tía de mi señora muy amablemente una máquina de coser domestica.

Mis herramientas eran una tijera, un martillo tapicero y una cinta métrica

Cuando el mueble estaba terminado salía a ofrecer a los almacenes pero nadie daba crédito por mí, yo era muy joven para tener un taller de muebles, fui al almacén que me recomendó mi jefe y el si me cogió el mueble a comisión, ese mueble se vendió al día siguiente entonces él me pedía mas y mas, lo triste era poderle cobrar, siempre me daba largas, por esta opción opte abrir mi taller al público para realizar trabajos de restauración,

Le pusimos el nombre de TAPICERIA ISRAEL en el año de 1994, me titule como maestro en la rama artesanal de tapicero, me califique en la junta nacional de defensa del artesano, saque todas las patentes y permisos.

Las herramientas para la producción de muebles lo fui comprando poco a poco.

Han transcurrido dos décadas y mis sueños están cumplidos, tengo un taller completo, un taller de exhibición

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