HOMEOSTASIS
Enviado por ankeyra14 • 12 de Septiembre de 2014 • 2.555 Palabras (11 Páginas) • 209 Visitas
La homeostasis
La pregunta para la radiestesia sería: ¿ Qué nivel de energía (del 1 al 10) tengo en este sistema?
Si la respuesta está por encima de valores medios, 4 ó 5, no sería un sistema corporal grave a tratar. Si los valores son inferiores, este sistema afectará y consumirá recursos de nuestra salud integral y holística. Posiblemente exista en algún nivel del aura humana un nudo de energía, quiste energético, parásito energético o una baja vibración por emociones reprimidadas o mal asimiladas.
La homeostasis: mantenimiento dentro de los límites fisiológicos.
Como hemos visto, el cuerpo humano está formado por varios sis¬temas y órganos, cada uno de ellos compuesto por millones de cé-lulas. Para mantener una función eficaz y contribuir a la supervi¬vencia del organismo en su conjunto, estas células necesitan unas condiciones relativamente estables. El mantenimiento de las con¬diciones estables para sus células es una función esencial de todo organismo pluricelular. Los fisiólogos llaman homeostasis a esta estabilidad relativa, que es uno de los temas principales de esta web.
Otro tema es la patología, es decir, las enfermedades que se producen cuando se altera la homeostasis.
La homeostasis (homeo = mismo; stasis = permanecer quieto) es una situación en la que el ambiente interno del organismo se man-tiene dentro de determinados límites fisiológicos. Para que las células del organismo sobrevivan, la composición de los líquidos que las rodean ha de mantenerse de una forma precisa en todo mo¬mento. El líquido que se encuentra fuera de las células recibe el nombre de liquido extracelular (extra = fuera) (LEC) y ocupa dos localizaciones principales. El LEC que ocupa los estrechos espacios existentes entre las células es el liquido intersticial (inter = entre), liquido intercelular o liquido hístico. El LEC existente en los vasos sanguíneos es el plasma (fig. 1.2). El líquido del interior de las células es el liquido intracelular (intra = dentro) (LIC). El plasma circula desde las arterias a las arteriolas y a vasos microscópicos llamados capilares sanguíneos. Determinados componentes del plasma abandonan la sangre a través de los capilares y el líquido circula por los espacios existentes entre las células del organismo. En estos lugares recibe el nombre de líquido intersticial. La mayor parte de este líquido vuelve a los capilares en forma de plasma y pasa a las vénulas y a las venas. Una parte del líquido intersticial pasa a microscópicos vasos linfáticos llamados capila¬res linfáticos. En ellos, el líquido recibe el nombre de linfa. En úl¬timo término, la linfa vuelve a la sangre. Como el líquido inters¬ticial rodea a todas las células del organismo, suele aplicársele el nombre de medio interno. Entre las sustancias disueltas en el agua del LEC y del LIC hay gases, elementos nutritivos y partículas químicas cargadas eléctricamente llamadas iones, como los de sodio (Na*) y cloro (Cl-), necesarios para mantener la vida.
Se dice que un organismo está en homeostasis cuando su medio interno 1) tiene la concentración óptima de gases, elementos nutritivos, iones y agua, 2) su temperatura es óptima y 3) tiene un volumen óptimo para la salud de las células. Cuando la homeos-tasis se altera puede producirse una enfermedad. Si los líquidos orgánicos no recuperan la homeostasis, la consecuencia final puede ser la muerte.
Estrés y homeostasis
La homeostasis de todos los organismos está siendo continuamente alterada por el estrés, es decir, por todos los estímulos que tienden a crear un desequilibrio en el medio interno. El estrés puede proceder del medio externo, en forma de estímulos como el calor, el frío, los ruidos intensos o la falta de oxígeno. También puede originarse en el interior del organismo, en forma de estímulos como un bajo nivel de glucosa en sangre, un aumento de la aci¬dez del líquido extracelular, el dolor o las ideas desagradables. Casi todos los factores estresantes son leves y habituales, por lo que las respuestas de las células del organismo consiguen restablecer rá¬pidamente el equilibrio del medio interno. Una intoxicación, la ex¬posición excesiva a temperaturas extremas o una infección grave son ejemplos de factores estresantes importantes, situaciones en las que la homeostasis puede fallar.
Afortunadamente, el cuerpo tiene muchos instrumentos de re¬gulación (homeostásicos) para oponerse a las fuerzas del estrés y recuperar el equilibrio del medio interno. Algunas personas viven en desiertos en los que la temperatura diurna alcanza fácilmente los 49 °C. Otras trabajan todo el día al aire libre a temperaturas bajo cero. Sin embargo, el medio interno de todas ellas permane¬ce cercano a los 37 °C. Los alpinistas hacen un ejercicio extenuan¬te a grandes alturas, en las que el contenido de oxígeno del aire es bajo, pero una vez que se adaptan a la nueva altitud no suelen sufrir a causa de esta disminución del oxígeno. Los extremos en las temperaturas y en el contenido de oxígeno del aire son facto¬res estresantes externos y el ejercicio realizado es un factor estre¬sante interno, que el organismo debe compensar para mantener su homeostasis.
Walter B. Cannon (1871-1945), el fisiólogo norteamericano que acuñó el término homeostasis, señaló que el calor producido por los músculos durante un ejercicio enérgico podría coagular e inac¬tivar a las proteínas del organismo si no se disipara rápidamente. Junto al calor, los músculos también producen ácido láctico du¬rante el ejercicio. Si el organismo no dispusiera de algún mecanis¬mo homeostásico para reducir la cantidad de ácido, el líquido extracelular se acidificaría demasiado y destruiría las células. Cada estructura del organismo, desde el nivel celular al de los sistemas, contribuye de una u otra forma a mantener el medio interno den¬tro de sus límites normales.
Regulación de la homeostasis por los sistemas nervioso y endocrino
Las respuestas homeostáticas del organismo están reguladas por el sistema nervioso y el sistema endocrino, que actúan al unísono o de manera independiente. El sistema nervioso regula la homeos¬tasis detectando las desviaciones que se producen en relación al estado de equilibrio y enviando mensajes en forma de impulsos nerviosos a los órganos adecuados para contrarrestar el estrés. Por ejemplo, cuando se activan las fibras (células) musculares, consu¬men una gran cantidad del oxígeno de la sangre, a la vez que pro-ducen mucho anhídrido carbónico, que también penetra en ella. Determinadas células nerviosas detectan estos cambios químicos de la sangre y envían impulsos al encéfalo que, en respuesta a ellos, manda impulsos al corazón para que bombee la sangre de una forma más rápida y potente hacia los pulmones, a fin de que
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