Hemocultivo
Enviado por chux93 • 12 de Diciembre de 2011 • 3.133 Palabras (13 Páginas) • 672 Visitas
HEMOCULTIVO.
La bacteriemia, situación en la cual se encuentran bacterias circulando en la sangre, puede ser indicativo de la presencia de un foco infeccioso, tal como infección intravascular, neumonía o un absceso de hígado, o puede representar la liberación transitoria de bacterias en el torrente sanguíneo. La septicemia o sepsis es indicativo de un proceso en el que las bacterias se multiplican a una tasa que excede la capacidad del sistema reticuloendotelial de removerlas, y cuya presencia en la circulación está asociada a daño al hospedero.
Las bacterias entran al torrente sanguíneo desde focos extravasculares, vía vasos linfáticos. La bacteriemia puede ser transitoria, intermitente o continua, reflejando los mecanismos de entrada a la circulación. La bacteriemia transitoria puede ocurrir cuando los microorganismos, a menudo de la flora normal, son introducidos a la sangre como consecuencia de procedimientos relativamente simples (cepillado de dientes, abrasiones gingivales, manipulación). La bacteriemia intermitente ocurre por liberación periódica de sitios de infección, tales como abscesos extravasculares, cavidades empiémicas, o infecciones difusas (celulitis, peritonitis, artritis séptica). La bacteriemia continua usualmente se produce en casos donde los organismos tienen acceso directo al torrente circulatorio, tales como endocarditis, fistulas arteriovenosas, catéteres intraarteriales o cánulas permanentes. Los sitios de entrada más comunes para la septicemia son tracto genitourinario (25%), tracto respiratorio (20%) y abscesos (10%), mientras que en un 35% de los casos no se conoce con exactitud la fuente de la bacteriemia. Los bacilos Gram-negativos, en particular los miembros de la familia Enterobacteriaceae (E. coli, Klebsiella, Enterobacter y Serratia) y Pseudomonas aeruginosa están presentes en más del 50% de las bacteriemias. Estos microorganismos son capaces de colonizar rápida y eficazmente la piel y tracto gastrointestinal de pacientes hospitalizados, lo cual, sumado a su resistencia relativamente alta a los antimicrobianos, se convierten en un factor de riesgo importante.
Varios mecanismos juegan un papel en la remoción de microorganismos de la circulación. En hospederos sanos e inmunocompetentes, un influjo súbito de bacterias usualmente es aclarado de la sangre en 30 a 45 minutos. El hígado y el bazo actúan como órganos de eliminación primarios, y los neutrófilos intravasculares como filtros secundarios. Las bacterias encapsuladas son más difíciles de eliminar, pero la presencia de anticuerpos específicos promueve el aclaramiento. Pacientes con enfermedades debilitantes o inmunodeficientes están a un alto riesgo porque las bacterias pueden permanecer por horas antes de ser eliminadas.
La sepsis bacteriana constituye una de las más serias enfermedades infecciosas. No es una enfermedad de reporte obligatorio, y es posible que muchas muertes debidas a sepsis sean atribuidas a enfermedades subyacentes. Los signos y síntomas pueden incluir fiebre o hipotermia, hiperventilación y alcalosis respiratoria subsiguiente, lesiones en piel y alteraciones en el estado mental. Las manifestaciones más serias incluyen hipotensión o choque, coagulación intravascular diseminada y falla orgánica múltiple.
La sepsis es un proceso progresivo, asociado con el daño orgánico, para lo cual se han propuesto nuevos términos y definiciones:
El choque es la complicación más grave de la septicemia. En el choque séptico la presencia de productos bacterianos y los componentes defensivos del sistema inmune actúan en conjunto para provocar graves alteraciones en los principales sistemas fisiológicos del hospedero. Las bacterias Gram-negativas poseen en su pared celular el lipopolisacárido (LPS), o endotoxina, el cual ejerce un efecto potente sobre varias funciones fisiológicas. El LPS puede ser liberado durante el ciclo normal de crecimiento bacteriano o después de la destrucción de las bacterias por las defensas del hospedero.
La porción lipídica del LPS, o lípido A, es capaz de mediar una serie de reacciones sistémicas en las que participan componentes celulares del sistema inmune, tales como monolitos-macrófagos y neutrófilos, productores de citoquinas de acción inflamatoria, como factor de necrosis tumoral o interleucina-1, y componentes humorales, como el sistema de complemento y algunos factores de la coagulación. De la misma manera, las bacterias Grampositivas, carentes de LPS, son capaces de iniciar síndromes similares, mediante la acción de toxinas de diverso origen y mecanismo de acción, así como por la liberación de componentes de pared celular, entre los que se encuentran el peptidoglican y los ácidos lipoteicoicos. La gravedad del síndrome asociado a las bacteriemias, indicado por su alta tasa de mortalidad, depende de las condiciones concomitantes.
Los microorganismos Gram-positivos más comúnmente aislados de sangre son los estafilococos coagulasa-negativa, Staphylococcus aureus, y Enterococcus sp., microorganismos habitantes del ambiente hospitalario y colonizadores de piel, área orofaríngea y tracto gastrointestinal de pacientes hospitalizados. Con el uso creciente de catéteres intravenosos, líneas intraarteriales y prótesis valvulares, microorganismos que pertenecen a la flora normal de piel pueden ganar acceso a superficies intravasculares y producen cuadros de endocarditis.
Cuando esto ocurre, colonias enteras de bacterias envueltas en fibrina (vegetaciones) se desarrollan en las válvulas cardiacas, y se liberan en forma continua al torrente circulatorio. Esto conlleva a fenómenos de diseminación metastásica con infección en múltiples órganos, embolias e infartos sépticos y circulación de complejos inmunes. En este contexto son importantes causas de endocarditis en válvulas prostéticas Staphylococcus epidermidis y otros estafilococos coagulasa-negativa, y S. aureus, el cual también es común en septicemias sin endocarditis.
Los causantes primarios de endocarditis infecciosa son los estreptococos del grupo viridans, que incluyen varias especies. Estos organismos son habitantes normales de la cavidad oral o del tracto gastrointestinal, y a menudo ganan acceso al torrente circulatorio a través de gingivitis, periodontitis, o manipulaciones dentales. Las válvulas cardiacas, especialmente aquellas que han sido previamente dañadas, presentan superficies apropiadas para la adhesión de estas bacterias.
Las vegetaciones resultantes provocan la diseminación hematógena de bacterias a una tasa lenta pero constante.
La identificación bioquímica de los estreptococos podría tener utilidad, ya que ciertas especies, como Streptococccus anginosus, se han asociado con una mayor frecuencia a la formación de abscesos metastásicos.
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