Hepaticas

Uno de los rasgos fisionómicos que caracteriza a los bosques Neotropicales es la presencia de gran diversidad de epifitas, tanto vasculares como no vasculares. Madison (1977) estima para esta área 15510 epifitas vasculares comparadas con las 12560 especies que pueden ser halladas en los Paleotrópicos; no se dispone de datos que permitan aproximarse al número real de epifitas no vasculares (algas, líquenes y briófitas) para esta misma zona.

Una de las razones más importantes para que la flora epifitica sea tan rica y diversa en los Neotrópicos es la presencia de vastas áreas de hábitats favorables representados en los bosques andinos y en los bosques cálidos tropicales distribuidos por los valles interandinos y las grandes llanuras interiores y costeras. La diversidad de epífitas vasculares es mayor en el Neotrópico a comparación de otros lugares como el paleotrópico (Gentry & Dodson, 1987). Se ha estimado que la diversidad epífita aumenta en bosques húmedos montanos y regiones de subpáramo, donde se presentan las condiciones más favorables para su establecimiento, a comparación de los bosques secos tropicales de áreas bajas (Churchill & Linares, 1995).

En el sentido más amplio, sin restringir la condición de epífita a la germinación sobre el forófito (árbol hospedero), se entiende por epífitas aquellos organismos vegetales que viven sobre una planta sin extraer agua o minerales de sus tejidos vivos (Barkman, 1958).

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