Hexapodos

A pesar de que los hexápodos (insectos, colémbolos, proturos y dipluros) son los seres vivos más diversos en términos de nichos ecológicos que ocupan y número de especies, su origen ha estado envuelto en el misterio debido a la completa ausencia de fósiles que los relacionan con los otros grandes grupos de artrópodos actuales (crustáceos, miriápodos y quelicerados).

Tradicionalmente, los hexápodos han sido emparentados con los miriápodos (ciempiés y milpiés) en el subfilo Atelocerados o Traqueados debido a su semejanzas morfológicas, su sistema de respiración traqueal y un sistema excretor formados por tubos de Malphigi. Además, las larvas de los miriápodos tienen seis patas y van adquiriendo segmentos y pares de patas adicionales en cada muda. Esto llevó a pensar en los años treinta del siglo pasado que los miriápodos eran antepasados de los insectos y que estos últimos habían surgido de los primeros por neotenia, un proceso por el cual las formas juveniles de los animales maduran sexualmente y producen todo un nuevo linaje de organismos que se parecen a las larvas de sus antepasados. Según esta clasificación, los crustáceos serían el grupo hermano de los atelocerados y ambos grupos constituirían el grupo Mandibulados.

Con el avance de la genética molecular, se acumularon pruebas que sugerían que los hexápodos tenían una relación más estrecha con los crustáceos que con los miriápodos, algo que ya mencioné cuando hablé del origen y evolución de los artrópodos. Surgió así el taxón Tetraconados que agrupaba a los crustáceos y a los hexápodos, mientras los miriápodos y los quelicerados (arácnidos, cangrejos herradura y arañas de mar) formaban el grupo Paradoxópodos o Mirioquelados.

El crustáceo más antiguo que se conoce se remonta a hace 525 millones de años (además de en Burgess Shale, Odaraia se ha encontrado también en Chengjiang). Dejando a un lado al controvertido y fascinante Devonohexapodus bocksbergensis, un organismo marino de unos 7,5 centímetros de largo y unos 407 millones de años de antigüedad hallado en Hünsruck (Alemania) que excitó la imaginación de los paleoentomólogos al situar el origen de los hexápodos en el mar hasta que se descubrió que había sido interpretado mal y que en realidad era Wingertshellicus backesi, un artrópodo descrito con anterioridad que no tiene nada de hexápodo salvo el número de patas, los fósiles más antiguos de hexápodos se remontan a principios del Devónico, hace 410 millones de años (el colémboloRhyniella praecursor y el insecto Rhyniognatha hirsti, ambos encontrados en el yacimiento de Rhynie Chert, en Escocia). Esto deja un hueco de más de 100 millones de años entre los primeros crustáceos y los primeros hexápodos. La explicación al uso es que los primeros hexápodos fueron eliminados del registro fósil y que, como todos los demás grupos terrestres, debieron tener un ancestro que vivió en el mar.

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