Honorarios Medicos

HONORARIOS MÉDICOS

El tema de los honorarios profesionales (Art. 24-26 Código de M.) aparentemente no debería ser un tema de discusión, efectivamente nadie puede poner en duda que es ético que un médico cobre por sus servicios como cualquier otro profesional, pero ¿cuánto va a cobrar?, ¿a quiénes?, ¿en qué circunstancias lo puede hacer?, ¿cuánto no le debe hacer?, ¿cuánto al no hacerlo deja de ser ético?

Los honorarios se cobrarán de acuerdo a tarifas bien establecidas (visitas y consultas). En lo que respecta a operaciones quirúrgicas hay un margen ético de acuerdo con el caso, con el beneficio que se logró y con las tarifas que se cobran normalmente por operaciones similares.

En este punto quiero referirme a abusos que pueden cometerse valiéndose de la ocasión y cobrando sumas exorbitantes. Por eso nada impide al médico tratante satisfacer la solicitud del paciente informándole el monto aproximado de sus honorarios.

En cambio, exigir por adelantado parte o la totalidad de los honorarios no es conforme al decoro profesional.

Otros por el contrario creen que el médico debe servirles sin cobrar, ya sea por amistad o por la posición social o política que ostentan.

Todo esto termina si honestamente el médico cobra de acuerdo a su categoría y con la conciencia de que está cobrando lo justo. Saber cobrar es también saber medicina.

También puede darse otro extremo; el enfermo que se siente humillado, incómodo de recibir como un favor la totalidad de la atención médica, por las mismas razones de amistad o posición que ocupa. En estos casos, por su bien, hay que cobrarles toda forma de servicios, adaptándose a las circunstancias y no dejando de actuar siempre con uniformidad y de acuerdo a las tarifas éticas y normales para la generosidad de los casos.

el mercantilismo es totalmente contrario a la ética. Por mercantilismo entendemos algunas prácticas viciadas como la dicotomía, esto es: al cliente se le encamina hacia determinados laboratorios, o radiólogos, u otros colegas especialistas, o incluso farmacias, quienes le pasarán al médico un porcentaje de lo cobrado por sus servicios. Esta práctica es inmoral tanto por el hecho en sí, como por privar al paciente de la libre escogencia, como a los otros profesionales no favorecidos.

En el sistema de seguridad social también están cubiertos los indigentes, lo que hace que la medicina caritativa que antes prodigaban los médicos con tanta frecuencia, hayan desaparecido y nos encontremos hoy en día frente a dos tipos de médicos: los que viven de un salario y los que ejercen libremente la profesión, a éstos últimos se refiere este capítulo en cuestión.

No debemos perder de vista también algunas circunstancias en que el médico, con alto espíritu de caridad, atiende gratuitamente casos de personas que económicamente no pueden hacerle frente a los gastos que demanda

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