Horacio Quiroga

Juan Darién.

Horacio Quiroga.

Esta historia es sobre un tigre en forma de un niño que fue criado y educado entre las personas se llamaba Juan Darién, estuvo en la escuela durante 4 años vestía como una persona normal con camisa y pantalón daba sus lecciones correctamente, aun siendo un tigre de las selvas.

Pero una vez a principios de otoño la viruela llego a un pueblo y mato a muchas personas, perdieron a sus familiares, una madre perdió a su hijo pequeño después de pasar días llorando, un hombre paso por la casa de la mujer y escucho un gemido de las fieras la mujer al escuchar los pasos del hombre escondió al tigre pero una serpiente comenzó hablarle diciéndole que no tenia de que temer ya que su corazón de madre le había permitido salvar una vida después paso el tiempo y el niño necesitaba un nombre, ropa, calzado alimento, educación, etc. Su madre trabajaba todo el día el niño fue llamado Juan Darién, iba a la escuela con los niños de su edad, fue un inspector a observar la clase Juan Darién se presentaba nervioso el inspector dijo que Hera un niño muy raro para lo que el maestro respondió que había sido criado por una mujer que ya murió, pero nadie sabe de dónde ha venido el inspector tubo una idea de hacer preguntas sobre el lugar de donde Hera Juan Darién, ya que lo percibió a primera vista por su pelo áspero y sus ojos verdosos se dio cuenta de que Hera de la selva y comenzó a pedir que describieran la selva ya que todos habían estado gran parte de su vida uno de los alumnos hablo y dijo que en el bosque había flores, árboles y ramas lo mismo respondió Juan Darién, en su turno solo que el inspector a lo que quería llegar Hera a que él se hipnotizara y lograra recordar pero el solo veía un arroyo, piedras, ramas, etc.

El inspector creía que lo mejor Hera hacer una fiesta en el bosque y matar a Juan Darién, ya que si no actuaban les podría hacer daño sus compañeros le gritaban cosas llego un domador y le dijo que él veía en Juan Darién, sus rayas de tigre después lanzaron algunos perros en la jaula en que tenías a Juan Darién, para que los perros lo empezaran a atacar pero los perros no vieron nada extraño al contrario lo veían como cualquier otro niño de 12 años en el camino en el que lo golpeaban se encontró con una mujer que también suplicaba matarlo antes de que él les hiciera daño a sus hijos tal y como la serpiente lo había dicho que cuando una Madre, exigiera que diera la vida se haría y siguió la profecía lo en lo alto del centro a Juan Darién, y prendieron la mecha desde un extremo. El hilo de fuego corrió velozmente subiendo y bajando, y encendió el castillo entero. Las luces de bengala se iban apagando. El cuerpo cayó pesadamente al suelo. Pero el tigre no había muerto, Espero un mes para que sanaran sus heridas pero una no logro sanar porque había conservado de su forma recién perdida tres cosas: el recuerdo vivo

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