INFECCIÓN DE VÍAS URINARIAS
Enviado por allfer • 2 de Abril de 2014 • 6.989 Palabras (28 Páginas) • 565 Visitas
INFECCIÓN DE VÍAS URINARIAS.
La infección de las vías urinarias constituye una de las infecciones más frecuentes durante el embarazo. Los microorganismos involucrados son principalmente las enterobacterias, entre ellas Escherichia coli (80% de los casos), Klebsiella ssp, Proteus mirabilis, Enterobacter ssp. Existen además otros agentes que siguen en frecuencia, como son Streptococcus del grupo B y Staphylococcus coagulasa negativo.
Durante el embarazo se producen modificaciones anatómicas y funcionales que aumentan el riesgo a padecer una infección urinaria. Entre ellas se destacan:
- La hidronefrosis del embarazo, el aumento del volumen urinario en los uréteres que produce una columna líquida continúa, que ayuda a la propagación de la infección desde la vejiga al riñón
- Disminución del tono uretral y vesical que se asocia a un aumento del volumen urinario en la vejiga aumentando su capacidad vesical y disminuyendo su vaciamiento (estasis urinaria)
- Obstrucción parcial del uréter por el útero grávido y rotado hacia la derecha
- Aumento del pH de la orina especialmente por la excreción aumentada de bicarbonato que favorece la multiplicación bacteriana
- Hipertrofia de la musculatura longitudinal del uréter
- Aumento de la filtración glomerular que determina la presencia de glucosa en la orina lo que favorece la aparición de los gérmenes
- Aumento del reflujo vesicouretral
- Menor capacidad de defensa del epitelio del aparato urinario bajo
- Incremento de la secreción urinaria de estrógenos y el ambiente hipertónico de la médula renal.
Si no existen enfermedades concomitantes, el riesgo es mayor en las embarazadas de mayor edad, multíparas, y de bajo nivel socioeconómico, pero sobre todo en aquellas con historia previa de infección urinaria.
Del 2 al 10% de las embarazadas sin antecedentes, desarrollan bacteriuria asintomática y sin tratamiento, del 30 al 50% evolucionarán a pielonefritis, ésta por su parte puede asociarse a insuficiencia renal aguda, sepsis y shock séptico. Aumenta el riesgo de parto prematuro y de recién nacido de bajo peso al nacer.
La mortalidad fetal más alta se presenta cuando la infección ocurre durante los 15 días que anteceden al parto. Por lo expuesto anteriormente, la detección y el tratamiento temprano de las infecciones urinarias en las embarazadas debe ser una prioridad.
Las IVU desde el punto de vista clínico, pueden presentarse como una infección asintomática: Bacteriuria asintomática del embarazo, o como una infección sintomática: cistitis y pielonefritis gravídicas.
- Bacteriuria asintomática (BA): Es la presencia de bacterias en la orina, generalmente mayor de 100.000 UFC/ml de orina en ausencia de síntomas en el momento de tomar la muestra para el cultivo. En general se admite que las tasas de BA durante el embarazo son similares a las de la población no gestante y se considera que la mayor parte de ellas son previas al embarazo. Es detectable ya en las primeras semanas de embarazo por lo que se recomienda un seguimiento adecuado, por medio de las consultas prenatales, para la detección durante el primer trimestre.
- Cistitis: Se caracteriza por la presencia de disuria, poliaquiuria, micción urgente acompañado de dolor supra púbico, orina maloliente y en ocasiones hematuria.
- Pielonefritis aguda: Es una infección de la vía excretora alta y del parénquima renal de uno o ambos riñones, suele presentarse en el último trimestre y casi siempre secundaria a una BA no diagnosticada o tratada incorrectamente. Es la forma más grave de presentación de la infección del tracto urinario.
La clínica incluye la sintomatología de la cistitis más alteración del estado general, fiebre, sudoración, calofríos y dolor lumbar intenso y constante. A la exploración física hay puño percusión lumbar homolateral y pudiese desarrollar shock séptico, con la consiguiente gravedad para la madre y el feto.
Diagnóstico
La sospecha de infección se sustenta en el cuadro clínico y el análisis de orina y se confirma con el sedimento urinario y el urocultivo.
Diagnóstico de BA: el urocultivo al principio del embarazo es el procedimiento diagnóstico de elección, el momento para hacerlo es al final del primer trimestre e inicio del segundo, entre las 9 y 17 semanas. Si éste revela más de 100.000 UFC/ ml de un único microorganismo considerado uropatógeno, es suficiente para el diagnóstico de BA. La presencia de más de una especie bacteriana así como bacterias que normalmente no causan BA, es indicativo de contaminación. En caso de contajes entre 10.000 y 100.000 UFC/ ml debe repetirse el cultivo.
En caso de un urocultivo negativo, el control se hará mensualmente con examen general de orina. Es poco frecuente que después de un urocultivo negativo en la rutina diagnóstica del primer trimestre, desarrollen una infección sintomática.
En caso de urocultivo positivo se dará el tratamiento antibiótico y se realizará control con urocultivo y examen general de orina a las 2 semanas de terminado el tratamiento, y continuará con urocultivo y examen general de orina mensuales durante el resto del embarazo. La persistencia de un urocultivo positivo después del tratamiento sugiere infección del parénquima renal.
Para el diagnóstico de cistitis, se evalúa la exactitud de la historia clínica y del examen físico en el diagnóstico de la IVU, describiendo cuatro síntomas y un signo que incrementan significativamente la probabilidad de infección, estos son los siguientes: Disuria, Poliaquiuria, Hematuria, Dolor lumbar, Dolor a la palpación en el ángulo costovertebral.
El análisis de orina suele mostrar:
- Sedimento: piuria (En general > 3 leucocitos por campo de 40 aumentos)
- Urocultivo positivo (> 100.000 UFC/ ml)
Diagnóstico de Pielonefritis aguda: la clínica se confirma con el urocultivo con > 100.000 UFC/ ml de orina. En el sedimento se encuentra leucosituria, también puede haber, proteinuria y hematíes.
Tratamiento
Tanto en las Cistitis como pielonefritis, el tratamiento empírico debe iniciarse inmediatamente antes de disponer el resultado del urocultivo y antibiograma. Se debe valorar el riesgo del fármaco para el feto y la tasa de resistencia del centro hospitalario, debido a que puede diferir de un centro a otro, y lo que es más importante, puede cambiar a través del tiempo en una misma población, por lo tanto es de gran importancia en la elección del esquema terapéutico cuando se inicia en forma empírica en espera del cultivo.
Se pueden dividir 2 grupos de antibióticos:
1. Sin efectos nocivos conocidos sobre el desarrollo embrionario:
- Aminopenicilinas
- Cefalosporinas
- Penicilinas
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