INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN MAESTRIA

Investigación científica en maestría.

Quienes entran a estudiar un posgrado en este caso maestría, lo hacen inspirados en la superación personal, profesional, por que no, la beca o en sueños infantiles del científico en bata blanca, pero para ello presentan problemas de identidad, de tiempo y económicos..

Una vez adentro, el tope con la realidad es inevitable, se le asigna un proyecto entre el primer y tercer semestre, el cual puede ser producto de una decisión conjunta entre asesor y asesorado o simplemente es una asignación de manera dictatorial… Se sigue con la idea del científico con bata blanca…pero muchas veces este científico de bata blanca, es trasformado en un “ven trae”, “un secretario” ó “un técnico altamente capacitado”. Y el estudiante en su mayoría lo acepta y no de manera dolorosa, si no más bien natural, se resigna a su destino lo toma como bien, puesto que es algo ya dicho, conocido y esperado.

Cuales son los problemas que enfrentan los estudiantes de maestría, para convertirse en investigadores, primer problema “El tiempo”, se pretende que un estudiante de maestría en ciencias, en dos años sea un investigador, científico y técnico de su propio proyecto, la gran mayoría esta consiente de que así será, resignándose a días de 30 horas y a siestas de 15 minutos. Obviamente hay quienes esto es todo lo contrario, después de haber trabajado en la industria el volver a la escuela representa el regreso a la época más relajada y cómoda de su vida, siendo visualizado como un receso en su vida laboral y profesional que brindara grandes frutos al término del periodo.

El segundo problema consiste en “Capital “para el desarrollo del proyecto; en donde el estudiante es co-capitalista con la institución en donde estudia de su proyecto, de manera general. Si el estudiante es soltero y vive con sus padres quienes le apoyan, este punto no ocasiona ningún inconveniente de manera seria, mas sin embargo; si son estudiantes ya casados con pareja, con hijos, pagando renta, esto puede convertirse en una gran limitante, en la evolución adecuada de su proyecto, convirtiéndolo en una investigación prometedora en un requisito más para una titulación sin mayor trascendencia.

Con todos estos inconvenientes se han tenido resultados favorables, para las instituciones que cuentan con posgrados que muchas veces son motivo de orgullo y presunción. Y desde luego se han tenido casos decepcionantes que se prefieren olvidar. Pero la sincronía perfecta entre institución, doctores y asesorado, es capas de producir logros inesperados y productivos.

Autor Ing. Adriana García Soto

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