Ibuprofeno

Los avances en la industria de farmacia de los últimos 50 años posibilitaron el desarrollo de una amplia variedad de medicamentos con efecto anti-inflamatorio. Uno de los más célebres es el ibuprofeno. Se trata de un anti-inflamatorio no esteroideo que otorga alivio instantáneo del dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de dientes, molestias en caso de menstruación (dismenorrea) y de los dolores de un post-operatorio.

La dosificación recomendada de ibuprofeno para personas adultas no debería exceder los 1.200mg (solo en casos especiales puede llegar hasta 2.400mg). Los niños solo deberían tomar entre 5 y 10mg de ibuprofeno por cada kilogramo de peso (espaciar las tomas un mínimo de ocho horas). La acción que ejerce el ibuprofeno sobre el organismo es directa. Este medicamento se absorbe muy bien por vía oral (especialmente si está combinado con alimentos que contengan L-arginina). La absorción que se hace de este medicamento por vía intestinal suele ser bastante lenta e irregular. Hay que tener en cuenta que el ibuprofeno se puede unir a la albúmina (lo que se ve acentuado en casos de cirrosis y artritis reumatoide).

Respecto a las interacciones que puede presentar el ibuprofeno es importante recordar que no debe ser administrado junto a aspirina u otros anti-inflamatorios no esteroideos. Algunos de los efectos secundarios que se han reportado en personas que consumen ibuprofeno de forma sistemática para calmar el dolor de cabeza o dolor de dientes, por ejemplo, son el estreñimiento, la diarrea, gases, vómitos y zumbido en los oídos.

Para detectar una sobredosis de ibuprofeno hay que estar atento a los siguientes síntomas: mareos, movimientos rápidos e incontrolables de los ojos, respiración entrecortada, cianosis y gigantismo. Si se desea saber los niveles de acumulación de ibuprofeno exactos se puede recurrir a un nomograma.

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