Importancia De Los Metales
Enviado por rrororodrigo090 • 22 de Marzo de 2013 • 2.419 Palabras (10 Páginas) • 687 Visitas
la importancia de los metales y no metales en la vida socioeconómica del país.
EXCLUSIVA (ZEE) de México, al igual que en otros países, se extiende 200 millas náuticas (370.4 km) hacia el océano, a partir de la línea de costa, que define el nivel medio del mar de la zona litoral (Figura 34). Cuando esa extensión se traslapa con la de otros países, la delimitación de las respectivas zonas se hace de común acuerdo entre los afectados.
Así, México cuenta con 2 946 825 km² de superficie marina, en la que ejerce libre soberanía para explorar, explotar, conservar y administrar los recursos vivos y no vivos de los fondos marinos, incluidos los del subsuelo y del agua suprayacente. También se reserva el derecho exclusivo y de jurisdicción para utilizar islas arrecifales, establecer estructuras artificiales (plataformas petroleras) e implementar el desarrollo de actividades científicas, además de preservar el medio marino y eliminar los agentes contaminantes de esta zona.
Debido a la importancia de los recursos naturales del océano, la Organización de las Naciones Unidas, en la Tercera Conferencia sobre la Ley del Mar del 7 octubre de 1982, suscribió un documento compuesto por 320 artículos y nueve anexos, con el fin de reglamentar equitativamente un orden económico internacional que beneficie tanto a los países en vías de desarrollo como a los económicamente desarrollados, adyacentes o no al mar. Esta iniciativa se hizo con el fin de asegurar que los recursos naturales marinos sean aprovechados como patrimo
nio de la humanidad y no sólo por los países que cuentan con una alta tecnología, y con recursos para explotarlos de acuerdo con sus intereses particulares. Esta explotación habrá de incluir todos los recursos vivos y no vivos, tanto los contenidos en el tirante de agua, como los del lecho oceánico y del subsuelo marino.
Figura 34. La Zona Económicamente Exclusiva (ZEE) de México comprende la provincia marina hastra las 200 millas naúticas (370.4) y en conjunto cubre una superficie de 2 946 825 km², los que sumados a los 2 000 000 de extensión continental, dan un total de 4 946 000 km² de superficie territorial nacional. La ZEE se divide en seis subprovincias, tomando como base la situación geográfica de cada una de ellas, así como las características geológicas, climatológicas, biológicas e hidrológicas de las mismas.
La Ley del Mar contiene una serie de reglas que contemplan un conjunto de ordenamientos tales como navegación en aguas territoriales e internacionales, límites jurisdiccionales del mar, conservación y manejo de los recursos vivos, control y manejo de las islas, protección y preservación del ambiente marino, investigación científica, disputas territoriales, explotación de los recursos minerales en aguas internacionales, así como sobre la soberanía que ejerce un país en su ZEE.
Con base en estas reglas jurídicas internacionales, México tiene la posibilidad de explorar, inventariar y explotar en forma racional los recursos vivos y no vivos del mar, a lo largo y ancho de una franja litora
l de más de 10 000 km de extensión y 500 000 km² de superficie en la plataforma continental, lo que representa un poco más de 20% de su ZEE, área de potencial económico que se extiende de la línea de costa hasta la profundidad de 200 metros.
A la ZEE de México se le ha dividido en seis subprovincias, de acuerdo con sus características oceanográficas: geológicas, biológicas, físicas y químicas. Estas subprovincias son:
I. Baja California-Pacífico: está situada en la porción occidental de la Península de Baja California. Esta zona está afectada por la corriente de California, que es fría y de baja salinidad, y se desplaza del noroeste al sureste, o sea paralelamente a la costa de la península.
II. Golfo de California: esta zona es semirrestringida, es decir, la circulación del agua dentro del golfo no es muy efectiva; los cambios ocurren en el extremo sur del mismo, que recibe la influencia de la corriente de California y del Pacífico sur.
III. Región panámica del Océano Pacífico: está ubicada en la porción meridional de nuestro país, en el Océano Pacífico, desde las islas Revillagigedo hasta el Golfo de Tehuantepec. Recibe la influencia de la Corriente Tropical Ecuatorial del Pacífico oriental, que se extiende desde las zonas aledañas al ecuador hasta el extremo sur del Golfo de California.
IV. Suroeste del Golfo de México: está delimitada por el río Bravo al norte y el río San Pedro al sur. Numerosos sistemas fluviales descargan sus aguas, las que poseen un alto contenido de sedimentos proveniente
s del continente en esta zona. Por ello tanto la plataforma continental como el fondo oceánico están constituidos por lodos y arenas de composición variable.
V. Banco de Campeche: su límite occidental bisecta la porción sur del Golfo de México, y el oriental coincide con el borde de la plataforma marina calcárea de Yucatán, hasta Isla Mujeres en el estado de Quintana Roo. Debido a la composición de la Península de Yucatán, los sedimentos marinos depositados en esta gran provincia son de carbonato de calcio.
VI. Caribe mexicano: la zona está situada en la porción oriental de la plataforma de Yucatán, y se extiende desde Isla Mujeres, al norte, hasta la zona limítrofe de México con Belice. Debido a la poca afluencia de sedimentos continentales, la región se caracteriza por el desarrollo de complejos arrecifales de origen coralino, por lo que los sedimentos marinos, producto de ellos, también son calcáreos.
En todas estas subprovincias, los recursos minerales del mar se concentran como depósitos de placer durante lapsos que varían desde unas décadas hasta millones de años. Los minerales económicamente atractivos y de gran demanda son los siguientes: hidrocarburos, azufre, sal, roca fosfórica, minerales pesados, carbón, hierro, óxidos de magnesio, minerales preciosos, semipreciosos, así como aquellos utilizados para la construcción —como son la grava, la arena, el limo y la arcilla— y otros metales estratégicos para la electrónica y la balística, tales como el níquel, el cadmio, el cobalto y el cobre. E
stos últimos están presentes en las ventilas o chimeneas hidrotermales, emplazadas en las cordilleras oceánicas profundas y en los nódulos de manganeso presentes en las planicies abisales. Algunas de estas concentraciones inciden dentro de nuestra ZEE.
Como ya se mencionó en capítulos anteriores, la provincia del Pacífico se caracteriza por ser tectónicamente activa, lo que se evidencia por su gran actividad sísmica, volcánica y por las intrusiones de rocas ígneas que han estado presentes a través de toda la historia evolutiva de la porción occidental del territorio nacional. Los movimientos
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