Indicadores y patógenos fecales estándar y nuevos en plantas de tratamiento de aguas residuales

Indicadores y patógenos fecales estándar y nuevos en plantas de tratamiento de aguas residuales,

 parámetros microbiológicos para mejorar el control del agua regenerada

RESUMEN

Este estudio implica la colaboración entre tres centros con experiencia en virus, bacterias y protozoos. El foco de la investigación fue el estudio de la diseminación y remoción de patógenos e indicadores fecales en dos plantas de tratamiento de aguas residuales (STPI y STP2) mediante tratamientos terciarios. Las muestras se recolectaron durante un período de cinco meses a través de los procesos de tratamiento de aguas residuales. El análisis de las muestras reveló que las plantas no fueron eficientes para eliminar los indicadores fecales y los patógenos probados durante el estudio. Desde el punto de entrada (aguas residuales sin tratar) hasta el nivel de efluente (agua de efluente de tratamiento terciario), los resultados experimentales mostraron que las tasas de reducción de adenovirus humanos fueron 1,2 logio en STPI y 1,9 logio en STP2. Mientras que para Glardia spp. y Cryptosporidium spp. las razones de reducción fueron 2,3 logio para ambos patógenos en STPI y 3,0 y 1,7 logio en STP2, respectivamente. Además, se evaluó la presencia de indicadores fecales y patógenos en diferentes puntos de muestreo, revelando que los patógenos probados estaban presentes en el agua regenerada. Adenovirus humano y Arcobacter spp. mostró resultados positivos en ensayos de infectividad para la mayoría de las muestras de aguas de efluente terciario que cumplen con la legislación vigente en España. Los patógenos detectados deben evaluarse mediante un modelo de evaluación de riesgos, que será fundamental para el desarrollo de directrices mejoradas para la reutilización del agua regenerada.

INTRODUCCION

Numerosos estudios han documentado la presencia de patógenos entéricos en aguas residuales sin tratar y tratadas y, mediante el uso de nuevos métodos moleculares, también se han descrito nuevos patógenos e indicadores potenciales (Girones et al. 2010). La mayoría de los patógenos que se encuentran en las aguas ambientales (ríos, lagos, agua de mar y aguas subterráneas) se originan por la contaminación con aguas residuales o directamente con excrementos humanos o animales. Si bien la mayoría de los patógenos pueden eliminarse mediante el tratamiento de aguas residuales, muchos se descargan en el efluente y entran en las aguas receptoras, lo que permite su transmisión a través del agua contaminada. Muchas regiones enfrentan desafíos de suministro de agua debido a la escasez de agua, lo que resulta en una mayor necesidad de reutilización del agua y de formas de resolver problemas de recursos hídricos o crear nuevas fuentes de suministro de agua de buena calidad. Los indicadores microbiológicos clásicos como los coliformes fecales, Escherichia coli y los enterococos son los indicadores más comúnmente analizados que se utilizan para evaluar el nivel de contaminación fecal. Sin embargo, se ha cuestionado si estas bacterias son indicadores adecuados de la aparición y concentración de virus humanos y quistes de protozoos (Lipp et al. 2001; Tree et al. 2003; Wéry et al. 2008). En comparación con los patógenos virales o protozoarios, las bacterias indicadoras son más sensibles a la inactivación a través de los procesos de tratamiento y la exposición a la luz solar (Hurst et al. 2002; Sinclair et al. 2009). Se han asociado otras limitaciones con su aplicación: corta supervivencia en comparación con los patógenos (McFeters et al. 1974), fuente fecal no exclusiva (Scott et al. 2002; Simpson et al. 2002), capacidad de multiplicarse en algunos ambientes (Solo- Gabriele et al. 2000; Pote et al. 2009), incapacidad para identificar la fuente de contaminación fecal (Field et al. 2003) y baja correlación con la presencia de patógenos (Pina et al. 1998; Hörman et al. 2004; Savichtcheva y Okabe 2006).

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