Influencia de las fases lunares en la agricultura

Influencia de las fases lunares en la agricultura

      A medida que la luna orbita alrededor de la tierra parece que continuamente cambia de forma, se dice entonces que la luna tiene fases o estados transitorios que son el resultado de su movimiento y de la luz solar que refleja su superficie. Un ciclo lunar es el lapso de 29,5 días durante los cuales se observan todas las fases, al término de la última  fase el ciclo se repite una y otra vez, siempre en el mismo orden. Las cuatro formas más conocidas son  luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante, donde la apariencia de la luna pasa de 0% de iluminación hasta el 100% cuando es luna llena. Ahora, durante mucho tiempo los agricultores han utilizado los ritmos lunares como método para guiarse en los periodos de siembra y fechas de cosecha entre otros, cuya práctica se conoce como cultivo lunar,  y su importancia se centra en que al aprovechar la correcta fase lunar, las plantas muestran mayor vigor.

        Dicho punto, que es fundamento de muchos agricultores hoy en día, está más allá de ser sólo una creencia, pues tiene su explicación científica. Desde Isaac Newton se estableció las leyes de la gravedad, y una prueba de ello son las mareas que vienen dadas por de tres interacciones importantes: la atracción de la luna, la del sol y la rotación de la tierra, siendo mayor la atracción de la lunar por su cercanía a la tierra, causando durante su paso el alejamiento de los cuerpos de agua (cercanos) de la masa sólida de tierra debajo de ellos, es decir, se elevan. El efecto más fuerte se siente estos astros tiran de los lados opuestos de la tierra, en la fase de luna llena, aunque también se crean mareas altas cuando están atrayendo del mismo lado, durante la luna nueva.

          De esta manera, la fuerza de gravitación lunar afecta el contenido de agua del suelo (efectos de marea en capas freáticas) creando más humedad en el momento de la luna llena y nueva, lo que trae como resultado una buena germinación y crecimiento de las semillas. De igual forma, esta fuerza actúa en el movimiento de los líquidos en los seres vivos, entre ellos la savia. Esto explica la influencia de los ritmos lunares en el metabolismo de la plantas (capacidad de absorción de agua, de nutrientes, entre otros). Dicho esto, se asocia la fase entre cuarto creciente y luna llena al punto de concentración de savia en la zona superior de las plantas, además de la gran disponibilidad de luz lunar, mientras que durante la luna nueva y la menguante se da mayor concentración de savia en las raíces, y hay menos luz lunar.

        En consecuencia, el primer periodo de luna nueva a cuarto creciente, es propicio para la germinación de semillas como el maíz, frijol, arroz, hortalizas, que absorben agua más rápidamente. A medida que la luna continua creciendo, entra el segundo periodo de cuarto creciente a luna llena, donde continua la atracción gravitacional pero aumenta la luz, y es allí cuando la planta cuenta con mayor cantidad y movimiento interno de agua lo que hace que sea buen momento para la germinación y el trasplante, pues las plantas crecerán rápido y producirán mucho follaje. Para el tercer periodo, de luna llena a cuarto menguante, la luz reflejada por la luna disminuye y empieza a decaer también la fuerza gravitacional provocando   la disminución de las mareas y por consiguiente un suelo seco y un aumento dela savia que fluye hacia abajo, con estos efectos de gravedad enfocados hacia la raíz es mejor plantar cultivos de vida larga (plantas perennes) y cultivos de raíz, como papas y zanahorias, también es un buen periodo para el trasplante por el crecimiento rápido de las raíces. Ya para el cuarto periodo, de cuarto menguante a luna nueva, hay mucha disminución de luz nocturna lo que genera poco crecimiento de radicular y foliar, por lo que se considera un periodo de reposo, y se recomienda entonces sembrar, ya que en estas condiciones la planta se puede adaptar fácilmente sin sufrir ningún daño.

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