Inmunidad Innata E Inflamacion
Enviado por yeya22 • 25 de Marzo de 2015 • 2.485 Palabras (10 Páginas) • 331 Visitas
Inmunidad Innata e Inflamación 2012
Introducción
Existen dos tipos de respuesta inmune: la respuesta inmune innata (RII) y la respuesta inmune adaptativa (RIA). La RII constituye una respuesta inmediata, rápida y de activación más inmediata que la RIA. La célula que conecta ambos tipos de respuesta es la célula presentadora de antígeno, dentro de las cuales se encuentran las células dendríticas, que son las únicas que se ha demostrado que pueden viajar a los órganos linfoides secundarios. Ambos tipos de respuestas están interrelacionadas e intercomunicadas entre sí.
Visión Evolutiva de la RII
Todos los organismos pluricelulares tienen mecanismos de defensa contra patógenos. A su vez, se ha visto que organismos unicelulares (como una ameba) presentan mecanismos de RII. Esto significa que la RII es muy ancestral, y por lo tanto su prevalencia indica su importancia en la supervivencia de los organismos.
Por otro lado, para vertebrados la defensa inmune puede dividirse en inmunidad innata e inmunidad adaptativa.
Imagen: Componentes de la RII, como el complemento, son ancestrales. Recién en peces y mamíferos aparece la RIA. También existen homólogos de moléculas inmunes entre mosca y humano, por ejemplo.
Importancia de la RII
• Una primera línea de defensa, disminuyendo el crecimiento del agente infeccioso hasta que la inmunidad adaptativa se activa
• Una manera de direccionar la inmunidad adaptativa (inducción de inflamación, activación de células dendríticas, y producción de citoquinas especializadas en la respuesta inmune)
Comparación entre la RII y la RIA
En la imagen de la izquierda se muestra una comparación entre las RII y RIA. Es importante considerar lo siguiente:
• Ambas se encuentran en las barreras físicas (tejidos en contacto directo con el exterior). Es importante saber que la Inmunoglobulina A (IgA) de la RIA es secretada exclusivamente por las barreras mucosas (pulmón, intestino, etc)
• Las moléculas del complemento corresponden a las proteínas circulantes de la RII. Estas moléculas proteicas son prefabricadas en el hígado y frente una respuesta inflamatoria rápidamente se liberan a la circulación, siendo activadas secuencialmente. Son un elemento muy importante en la eliminación inicial de algún patógeno.
• La producción de anticuerpos demora de 5 a 7 días desde el primer contacto con el patógeno. Por lo tanto, debe existir una respuesta más inmediata para que un patógeno no acceda a un territorio inmuno-protegido como el SNC.
• Los tipos celulares de cada respuesta inmune interactúan entre sí.
• Con respecto a los mediadores solubles, estos van a ser de una naturaleza similar para ambos tipos de respuestas inmunes, sin embargo su célula de origen varía: en el caso de la RII el origen serían los macrófagos y en la RIA los linfocitos.
Barrera epitelial: Barrera Inicial contra la infección
Características a considerar sobre las barreras epiteliales:
• La rigidez de la barrera varía según el tejido y su función.
• Existe mucus y/o cilios encargados de remover bacterias.
• A nivel del estómago se generan cambios en el pH capaces de eliminar ciertos patógenos.
• Algunas células epiteliales pueden secretar péptidos anti-microbianos:
Secretados también por neutrófilos
De carácter catiónico y pequeños (29 a 35 aa.)
Generalmente forman poros en la membrana del microbio
Presentan una actividad diferencial contra distintos microorganismos
• Existen bacterias comensales, que van a competir contra las bacterias patogénicas, por ejemplo a nivel de la flora bacteriana comensal. En el caso del uso de antibióticos, tanto las bacterias patogénicas como las comensales se ven afectadas.
• Secreción de IgA (RIA).
• Presencia de linfocitos intraepiteliales (RIA, tienen que ver con el mecanismo de tolerancia y el control de la respuesta inflamatoria)
La barrera epitelial es la primera barrera contra la infección. Los patógenos, por tanto, tienen que poseer mecanismos que de alguna forma le permitan pasar esta barrera. La ruta de traspaso es propia de cada patógeno, siendo por ejemplo: Vía aérea, tracto gastrointestinal, tracto genitourinario, cortes de la piel o quemaduras, picadura de mosquito, agujas en mal estado, etc.
Por lo tanto, ante un evento que pueda alterar la barrera epitelial, se activa toda la cascada de respuesta inmunológica, que conllevan a la movilización de células y producción de mediadores solubles.
Cuando ocurre un proceso inflamatorio o frente a una infección con un patógeno, las tight junctions de la barrera epitelial (que mantienen unidas sus células) se hacen más débiles, y por lo tanto la barrera se vuelve más permeable, haciéndole más fácil el acceso al patógeno hacia tejidos residentes. Por lo tanto, es imprescindible tener algún sistema que impida este avance de los patógenos. Para ello, en la mucosa existen células dendríticas y/o macrófagos residentes que reconocen al patógeno, pudiendo fagocitarlo y destruirlo. En el caso de las células dendríticas, una vez reconocido y destruido el patógeno se activan, pudiendo migrar por la vía linfática al nódulo linfático donde se iniciará la RIA. Por otro lado, el antígeno puede ingresar a la circulación sanguínea y viajar al bazo, donde existen células dendríticas residentes que al contacto con el antígeno se activarán.
Tanto en el tracto gastrointestinal como en el respiratorio, las células del epitelio presentan cilios, los cuales se encargan de barrer partículas extrañas. Además existen células secretoras (con función específica según el epitelio), que en el caso del tracto respiratorio se encargan de secretar mucus. En el caso del tracto gastrointestinal, las células secretoras corresponden a las células de Paneth, que se ubican en la zona más profunda de la cripta intestinal y que se encargan de secretar defensinas, las cuales son liberadas en respuesta a una infección.
Las defensinas son moléculas pequeñas de carácter protéico que tienen la capacidad de generar poros en la pared de la bacteria, destruyéndola (efecto bactericida). Además, las defensinas no sólo se secretan hacia el lumen de la cripta donde está el patógeno, sino también hacia la base de la cripta que está en contacto con la circulación sanguínea, atrayendo hacia la zona inflamada células fagocíticas (dendríticas, macrófagos, etc.). Así, las defensinas serían bifuncionales, ya que a su capacidad bactericida se suma su capacidad quimioatrayente de células del
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