Instrumentos meteorológicos

CAPÍTULO I

Introducción

La meteorológica es la física clásica de Newton aplicada a la atmosfera. En ella se estudian todos los fenómenos como el viento, nubes, huracanes, nieve, olas de calor, derivados a la dinámica – movimiento de masas de aire y de la termodinámica, cambios de la temperatura.

     El clima influye en la vida presente en la tierra e indudablemente ha condicionado el derivar del ser humano desde el principio de los tiempos.

     Los fenómenos atmosféricos, que constituyen el tiempo y clima, son el resultado de la conjunción de una pequeña parte de las fuerzas naturales, a las que el hombre está sometido; sin embargo, la complejidad de las interacciones entre los elementos bióticos y abióticos, requieren de un estudio multidisciplinario, cuyo objetivo consiste en mejorar la comprensión de la actuación global de la atmósfera sobre la naturaleza y sobre las actividades humanas.

     En los últimos años se ha producido una gran revolución en la fabricación de instrumentos meteorológicos pasando de ser simples estructuras mecánicas a electrónicas en ciertos caos muy complejas. Hoy en día en muchos sitios se dispone de un papel donde el observados con un simple vistazo tiene los más importantes parámetros meteorológicos en forma continua sin que tenga que levantarse de la silla para ir a medirlos personalmente. No obstante, en muchos lugares tienen que enfocarse con instrumentos convencionales más modestos de fácil manejo, fácil instalación y de bajo costo.

CAPÍTULO II

Objetivos

2.1. Objetivo general

Describir el funcionamiento y manipulación de los instrumentos y equipos meteorológicos

2.2. Objetivo especifico

Familiarizarnos con los instrumentos meteorológicos para así aprender la estructura y su importancia de cada instrumento meteorológico.

CAPÍTULO III

Desarrollo del tema

3.1. Instrumentos meteorológicos en el siglo XVIII

A finales del siglo XVIII, empezaron a experimentar de nuevas cosas; mucha gente de clase media y aristocrática adquirieron instrumentos meteorológicos para su casa. A finales del siglo siguiente ya eran muchos los hogares que tenían instalados barómetros, termómetros e higrómetros, al tiempo que disponían pluviómetros y anemómetros en el exterior.

     Estos dispositivos aparecieron en los círculos de los más destacados filósofos experimentales: se convirtieron en el emblema omnipresente de la nueva ciencia que llegaba a la esfera doméstica, y condujeron a lo podríamos llamar la “domesticación” de los fenómenos meteorológicos, desde dos vistas diferentes (Ledesma, 2011, P40).

     El tiempo meteorológico se convirtió en algo ligado a la visualización de aparatos domésticos, a veces, como “muebles filosóficos”.

     En segundo lugar, el tiempo se convirtió en algo normal y ordinario, entro a formar parte de la rutina diaria, restando atención a sus manifestaciones extremas ocasionales y priorizando su seguridad en el día a día. Los fenómenos meteorológicos inusuales y espectaculares perdieron importancia frente a la fluctuación diaria de la temperatura, la presión y las precipitaciones cuya variación se descubrió que oscilaba dentro de los limites predecibles del clima templado.

     Las domesticaciones del clima mediante la distribución de aparatos meteorológicos pueden relacionarse con el movimiento cultural de la ilustración (Brenes et al, 2009)

3.2. Vidrios meteorológicos

Los termómetros y los barómetros provenían, a mediados del XVIII, de unos dispositivos anteriores llamados “vidrios meteorológicos”, los cuales solían tener forma de recipientes de cristal y contenían agua, con una prolongación tubular abierta al exterior parcialmente llena por el agua; los comerciantes lo vendían desde 1630. Eran vistos como indicadores micro cósmicos, minúsculas expresiones del estado de la atmosfera en general.

     En 1660 los principales filósofos experimentales reconocieron que los vidrios meteorológicos resultaban engañosos. Su problema era que el desplazamiento del agua en el tubo era producido a la vez por dos variables atmosféricas distintas: la temperatura y la presión del aire. Cada variable atmosférica requería su propio diseño de instrumento para registrarla. De ahí que, en 1666, dos miembros de la Royal Socisty of London escribieran que “se sabe que el vidrio meteorológico abierto no indica nada con certeza, pues tiene una doble obediencia a dos señores: a veces obedece al peso del aire, a veces al calor” (Sarmiento,2011, P67).

     Los termómetros aseguraban una medición instrumental de las cualidades de la atmosfera que causaban las sensaciones corporales del frio o calor. La estandarización y la calibración de sus escalas siguieron siendo debatidas por filósofos experimentales y constructores de instrumentos. Los barómetros resultaban más llamativos y a la vez mas misteriosos, presentando, en cierta manera, los ambiguos encantos de los vidrios meteorológicos antiguos.

3.3.  Instrumentos meteorológicos

Los instrumentos meteorológicos son máquinas o aparatos que sirven para hacer mediciones cuantitativas de los fenómenos meteorológicos que pueden o no ser apreciados por nuestros sentidos.

     Un instrumento meteorológico debe ser: muy preciso o exacto como el parámetro especifico lo requiera, debe ser lo suficientemente sensible como para confiar en su exactitud, debe ser fuerte como para utilizarlo por mucho tiempo (Ledesma, 2011, P46-47).

3.4 Elementos que se miden con ayuda de los instrumentos meteorológicos:

Duración de la insolación o brillo solar.

Temperatura del aire, del agua y del suelo.

Presión atmosférica.

Humedad.

Velocidad y dirección del viento.

Altura de la base de las nubes.

Cantidad de lluvia

3.5 Heliógrafo

Es un instrumento registrador de los intervalos de tiempo durante los cuales la radiación solar alcanza una intensidad suficiente para producir sombras distintas. En este tipo de heliógrafo el sol quema una cartulina graduada en horas, la cual está arrollada concéntricamente debajo de la esfera de vidrio.

     El recuento de intervalos quemados proporciona las horas de sol efectivo del día.

     La duración de la insolación se halla concentrando los rayos solares sobre una banda de cartulina teñida de azul que se quema en el punto en que se forma la imagen del sol. Se utiliza como focalizado una esfera de cristal, de forma que no es necesario mover este foco constantemente debido al movimiento aparente del sol a lo largo del día y del estacionario.

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