Intereses Intrateóricos En Las Ciencias Antrópicas
Enviado por descucaneitor • 8 de Octubre de 2014 • 1.836 Palabras (8 Páginas) • 262 Visitas
LOS INTERESES INTRATEÓRICOS EN LAS CIENCIAS ANTRÓPICAS
Todavía no hemos empezado a ver dónde surge una nueva diferenciación a nivel de las ciencias antrópicas, que es lo que nos interesa en este trabajo. ¿Cómo surge una nueva diferenciación a partir del interés teórico con el cual se hace ciencia? En esto la Escuela de Frankfurt no es muy clara: ellos no dicen si esos intereses teóricos se aplican también a los niveles abiótico y preantrópico. Pero ciertamente se aplican al nivel antrópico. Yo me atrevo a extrapolar y a proponer una interpretación del artículo de Jürgen Habermas "Conocimiento e Interés", para no entrar a discutir sobre los niveles abiótico y preantrópico. Propongo ubicar todas las ciencias de estos niveles inferiores en los que ellos llaman "Ciencias Empírico-Analíticas".
Vamos a estudiar en primer lugar los intereses de tipo teórico que rigen la manera de hacer ciencia, luego caracterizaremos esos intereses con unas pocas palabras y después precisaremos el tipo de ciencia correspondiente. (De paso, anuncio de una vez que no quiero hablar de "ciencias" sino de "disciplinas"). [...]
Presupuestos:
En primer lugar quiero dar dos presupuestos breves: el primero es que yo parto de que los intereses con los cuales se hace ciencia son todos concreciones de un interés mucho más amplio por el cual el trabajo social ha adoptado el aspecto científico, y es que hacer ciencia tiene un interés
de supervivencia de la especie. El trabajo científico es evolutivamente orientado por un interés de supervivencia; el que tome el "rodeo teórico" no es una simple cuestión de gustos o una simple cuestión de ser "más inteligente" que el que hace trabajo manual: es una simple cuestión de ciertas desventajas genéticas de nuestras especie. Yo creo que nuestra especie sí viene de las especies previas a los monos, y precisamente viene de algunas subespecies que podemos llamar de "monos tarados", que no podían competir con los otros monos más fuertes en dientes, en garras, en músculos o en otro tipo de energías vitales; la supervivencia obliga a estas especies que están en desventaja a adoptar rodeos teóricos para sobrevivir. Yo ubico pues las raíces del interés científico dentro de la supervivencia de las especies y subespecies en un período anterior a la división entre hombres y monos.
La segunda aclaración es que la palabra "ciencia" no es inocente. Se ha vuelto un arma de lucha, un martillo con el cual yo golpeo a alguien cuando le digo "anticientífico", y un incensario con el cual lo ensalzo cuando le digo "científico". Se vuelve un arma de lucha y pierde mucho de lo que podría ser un concepto teórico. Para no entrar ahora en la discusión de qué es ciencia y qué no es ciencia, y hasta qué punto algo es ciencia y hasta qué punto es ideología, propongo que nos reduzcamos a hablar simplemente de "disciplinas" en el sentido de un cierto cuerpo de conocimientos, de tesis, de datos organizados,
en cuanto están siendo sostenidos por una comunidad que cultiva ese mismo cuerpo teórico, instrumental e informativo, como una comunidad científica unidisciplinaria.
Esta noción de lo que es una comunidad científica nació a raíz del libro de Thomas Kuhn "La Estructura de la Revoluciones Científicas". Ese libro es uno de los primeros tomos de la "Enciclopedia de Ciencia Unificada" de la Universidad de Chicago, pero fue prácticamente el que derrumbó la misma concepción teórica de "ciencia unificada". Lo que pretendió ser una enciclopedia de reconstrucción de la ciencia a partir de una concepción unificada, llevó, a partir del libro de Thomas Kuhn, a romper precisamente esa idea de "Ciencia" en singular y con mayúscula. Él adopta la noción de "paradigma" para mostrar cómo durante un tiempo un grupo de científicos hace ciencia de una manera muy específica. En el post-scriptum de la segunda edición precisa más lo que él quiere decir con "paradigma" y desvía la atención hacia la noción de "comunidad científica", en el sentido unidisciplinario: la que lleva históricamente, como subsistema social, esa disciplina. No hablemos pues de una "Ciencia" en el sentido de descalificar a las que no lo son; hablemos más bien de una "disciplina" en el sentido de ese cuerpo teórico de datos, de tesis, de libros, de instrumentos, que está siendo producido, reproducido y enriquecido por una comunidad científica en un momento histórico dado.
Interés de predicción y control:
Con estas dos aclaraciones
empecemos a analizar los tres tipos de interés de que nos habla la Escuela de Frankfurt. En primer lugar, a partir del interés de supervivencia que la ciencia ha tenido -sobre todo la llamada "Ciencia Moderna" a partir del siglo XVI y XVII- es bastante clara su trabazón con un modo de producción y con unos intereses económicos. Se puede decir que, si se trata de superar la mera descripción, para llegar a una explicación, el principal interés de las disciplinas científicas es predecir lo que va a pasar, para poderlo controlar si es posible; ese interés que busca el dominio de la naturaleza es lo que llama la Escuela de Frankfurt el "INTERÉS TÉCNICO", derivando el adjetivo de la "techné" de los griegos. No significa "técnico" en el sentido de la tecnología aplicada; es el INTERÉS POR LA PREDICCIÓN Y EL CONTROL. La astronomía que trata de superar la descripción y busca explicar lo descrito, se queda únicamente en la predicción. ¡Es muy difícil controlar un eclipse o controlar una conjunción de planetas! Pero ya el lanzamiento de satélites artificiales permite no sólo predecir sino controlar la órbita de algunos aparatos que a veces vuelven a la tierra y otras veces se queman en la atmósfera.
Hay pues interés
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