Introduccion Acerca De Sexualidad Del Niño
Enviado por rodrigo2020 • 2 de Mayo de 2015 • 3.143 Palabras (13 Páginas) • 159 Visitas
) Periodo de latencia sexual de la infancia y sus rupturas: el neonato trae consigo gérmenes de mociones sexuales que siguen desarrollándose durante cierto lapso, recién hacia los 3 ò 4 años su sexualidad se expresa de manera observable.
Formación reactiva y sublimación: durante el periodo de latencia la energía de las pulsiones sexuales infantiles es desviada de sus metas hacia otros fines, nuevas metas. Mecanismo del proceso de sublimación: las mociones sexuales son inaplicables dado que las funciones de reproducción no están desarrolladas, de ser así solo provocarían sensaciones de displacer, por eso constituyen diques psíquicos (asco, vergüenza y moral) para la eficaz sofocación de ese displacer. Mediante la sublimación es que se adquieren los logros culturales.
Rupturas del periodo de latencia : en la pubertad se produce el estallido de la pulsión sexual
2) Las exteriorizaciones de la sexualidad infantil:
El chupeteo: contacto de succión de la boca repetido rítmicamente que no tiene por fin la nutrición., Una parte de los propios labios, la lengua, un lugar de la piel que este al alcance son tomados como objeto para ejecutar la acción de mamar junto a una pulsión de presión que lleva a un adormecimiento. Separa lo genital de lo sexual.
Autoerotismo: el carácter mas llamativo de las practicas sexuales infantiles se que se satisface en el cuerpo propio, es autoerótica, donde la acción del niño chupeteador se rige por la búsqueda de un placer ya vivenciado y ahora recordado (de mamar el pecho materno o de sus subrogados). La boca del niño se comporta como zona erógena, asociada originariamente a la satisfacción de alimentarse. Vemos que el quehacer sexual se apuntala en las funciones de conservación de la vida y mas tarde se independizan de ella.
Características de las exteriorizaciones sexuales infantiles: a) nacer apuntalándose en una de las funciones importantes para la vida, b) no reconocer objeto sexual, o sea ser autoerótica c) su meta sexual esta bajo el imperio de una zona erógena.
3) La meta sexual de la sexualidad infantil:
Características de las zonas erógenas: es un sector de la piel o de mucosa en el que estimulaciones de cierta clase provocan una sensación placentera de determinada cualidad. Cualquier sector del cuerpo puede ser dotado de la excitabilidad de los genitales y elevarse a la condición de zona erógena. En las neurosis la represión afecta sobre todo a las zonas genitales, las que prestan su estimulabilidad a las restantes zonas erógenas. Las zonas erógenas e histerógenas exhiben los mismos caracteres.
Meta sexual infantil: la meta sexual de la pulsión infantil consiste en producir la satisfacción mediante la estimulación apropiada de la zona erógena que se ha escogido producto de un vivenciar anterior. La necesidad de repetir la satisfacción se trasluce por a) un peculiar sentimiento de tensión que posee el carácter de displacer b) una sensación de estimulo o de picazón condicionada centralmente y proyectada a la zona erógena periférica. La meta sexual procuraría sustituir la sensación de estimulo proyectada sobre la zona erógena, por aquel estimulo externo que la cancela al provocar la sensación de satisfacción. Por lo que se observa que para cancelar un estimulo se requiere de un segundo estimulo aplicado al mismo lugar.
4) Las exteriorizaciones sexuales masturbatorias:
Activación de la zona anal: es apta para proporcionar apuntalamiento de la sexualidad en otras funciones corporales. Los niños sacan partido de la estimulación erógena de la zona anal reteniendo las heces hasta que ello les provoca fuertes contracciones musculares que al pasar por el ano producen estímulos sobre la mucosa. El contenido de los intestinos es tratado como parte de su propio cuerpo y representa el primer “regalo” mediante el cual expresan obediencia o desafío hacia el medio. Luego cobra el significado de “hijo” en el marco de la teoría de la cloaca en las teorías sexuales infantiles. En niños mayores se da una acción masturbatoria anal genuina por condicionamiento central o periférico.
Activación de las zonas genitales: la zona relacionada con la micción (glande y clítoris) tanto en niñas como varones están relacionadas con las partes sexuales reales y su activación dará comienzo a la posterior vida sexual normal. Debido a las estimulaciones producto del cuidado corporal estas zonas serán estimuladas placenteramente y se despertará en el lactante la necesidad de repetición. Es mediante el onanismo del lactante (todos los quehaceres autoeróticos al servicio de la satisfacción sexual) que se establece el primado de esta zona erógena para la actividad sexual.
Se distinguen 3 fases de la masturbación infantil: a) periodo de lactancia b) florecimiento de la práctica sexual (hacia los 4 años) c) onanismo de la pubertad, es el único que suele tenerse en cuenta.
Segunda fase de la masturbación infantil: el onanismo del lactante parece desaparecer tras un breve lapso. Alrededor de los 4 años la pulsión sexual suele despertar nuevamente en la zona genital y durar un lapso. Es durante esta segunda activación donde se producen las mas huellas mas profundas (inconscientes) en la memoria de la persona, donde se determina su carácter si permanece sana o se desarrolla la sintomatología de la neurosis si enferma luego de la pubertad olvidando este periodo sexual y desplazando los recuerdos conscientes vinculando esto con la amnesia infantil. Por medio del psicoanálisis se logra hacer consciente lo olvidado.
Retorno de la masturbación de la lactancia: el aparato sexual aun no desarrollado se hace presente por medio del aparato urinario, la enuresis nocturna corresponde a poluciones. No se requiere de la seducción para despertar la vida sexual del niño y ese despertar se puede producir tbm por causas internas (mis tesis… cae la VSP como factor relevante en la constitución del síntoma y prepondera la fantasía, invención de recuerdos?????)
Disposición perversa polimorfa: bajo la influencia de la seducción el niño puede convertirse en un perverso polimorfo y practicar todas las transgresiones posibles, las que no tropiezan con resistencias porque aun no se han erigido la formación de diques anímicos contra los excesos sexuales: vergüenza, asco y moral.
Pulsiones parciales: la vida sexual infantil muestra componentes que desde el comienzo envuelven a otras personas en calidad de objetos sexuales. De esta índole son las pulsiones de ver, de exhibir y la crueldad. Aparecen independizadas de las zonas erógenas y mas tarde entran en estrecha relación con lo genital. Al carecer
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