JUGANDO CON LA NATURALEZA

Juegos con la Naturaleza

Desde hace ya varios años, los seres humanos somos capaces de modificar genéticamente cualquier organismo o microorganismo para que nos beneficie a los seres humanos, ya sea porque mejora algún producto, proceso industrial o nuestra calidad de vida. Siempre ha sido un tema muy controversial, pero todo tomó un giro muy drástico cuando en 1996, nació una oveja llamada Dolly, el primer organismo pluricelular clonado en la historia. La clonación había sido considerada fantasía hasta ese momento, nadie creía que se podría lograr, y, sin embargo, lo lograron y con mucho éxito. Dolly vivió hasta el 2003 una vida plena, se apareo y se desarrolló con normalidad. A pesar del éxito, no es legal clonar organismos pluricelulares. Además de Dolly, surgieron avances biotecnológicos impresionantes. Uno de ellos es el mapeo del genoma humano, que descifra el ADN de cada persona para leer en sus genes desde el color de ojos hasta la predisposición a ciertas enfermedades. Es bastante útil ya que puede ayudar a prevenir muchos padecimientos y mejora potencialmente la vida de la persona a la que “se mapeó”. La optogenética, técnica con la que se logra controlar acciones específicas en ciertas células de algunos organismos vivos, basada en teorías y leyes de la genética y de la óptica. Es decir, se utiliza la luz como agente inductor, la cual llega a las proteínas sensibles a la luz de cada célula y logra que modifiquen, paren, o simplemente, se pueda llegar a estudiar una célula in vivo. Este método fue escogido por la revista “Nature Methods” como Método del Año en 2010, además de ser destacada en el artículo “Insights of the Decade” en la renombrada revista científica “Science”. Además de los avances anteriormente descritos, existen avances como biocombustibles, células antitumorales, tecnologías de almacenamiento de energía solar, entre muchas otras cosas. Sin embargo, sigue siendo una de las profesiones más criticadas y más controversiales.

La naturaleza es sabia, nos hizo tal y como somos, y los seres humanos no nos conformamos, queremos innovar, mejorar, desarrollar, cueste lo que cueste. La biotecnología da las bases y herramientas para poder modificar todo ser vivo a nuestra conveniencia, pero ¿qué tan ético es modificar la naturaleza?

La Organización de las Naciones Unidas Para la Agricultura y la Alimentación nos indica que el utilizar organismos genéticamente modificados (OMG) pueden tener muchas desventajas para el medio ambiente, la salud de los seres humanos y efectos socioeconómicos. En el ámbito agrícola, es muy peligroso utilizar OMG a que los genes modificados podrían “brincar” de un organismo a otro, por lo que si se modifica una planta para que sea resistente a herbicidas y ese gen salta a la maleza, toda la hierba se haría resistente, además de que podría tener efectos contrarios a los que se buscan, por ejemplo, genes recesivos que se vuelvan dominantes o que los genes “dormidos” se accionen y modifiquen toda la planta. Además de traer efectos negativos a los sembradíos, también afectan a los organismos que consuman estas plantas, ya sean mamíferos, insectos o reptiles que necesitan alimentarse de estas plantas. A la salud humana afecta ya que los genes alergénicos de una planta pueden transferirse a otra, haciendo que las personas alérgicas a alguna planta también sean alérgicas a la que se le transfirió el gen. A pesar de todos estos efectos perjudícales, las empresas deciden seguir utilizando OMS porque abarata costos,

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