LA ENCUESTA POR MUESTREO
Enviado por Naomi Riascos • 30 de Agosto de 2016 • Apuntes • 30.038 Palabras (121 Páginas) • 508 Visitas
CAPITULO5 [pic 1]
LA ENCUESTA POR MUESTREO
5.1 LA ENCUESTA POR MUESTREO EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL
5.2 LA ESTANDARIZACIÓN O INVARIACIÓN DEL ESTÍMULO
5.2.1. Criterio objetivista y criterio constructivista
5.2.2. Enfoque uniformista y enfoque individualista
5.2.3. El objetivo del mínimo común denominador
5.3 FIABILIDAD DEL COMPORTAMIENTO VERBAL
5.4 FONDO Y FORMA DE LAS PREGUNTAS
5.4.1. Propiedades sociodemográficas, actitudes y comportamientos
5.4.2. Preguntas abiertas y preguntas cerradas
5.5 FORMULACIÓN DE LAS PREGUNTAS
5.6 BATERÍA DE PREGUNTAS
5.7 MODALIDADES DE RECOPILACIÓN DE DATOS
5.7.1. Entrevistas cara a cara
5.7.2. Entrevistas telefónicas
5.7.3. Cuestionarios autocumplimentados
5.7.4. Entrevistas informatizadas
5.8 FASES PREVIAS A LA RECOPILACIÓN DE DATOS
5.9 ANÁLISIS SECUNDARIO Y ENCUESTAS SUCESIVAS
5.9.1. Análisis secundario
5.9.2. Encuestas sucesivas (diacrónicas)
5.10 BASES DE DATOS EN ESPAÑA Y OTROS PAÍSES
5.10.1. Estudios transversales repetidos
5.10.2. Estudios longitudinales
5.11 NUEVAS TENDENCIAS Y NUEVOS RIESGOS
5.12 SÍNTESIS DEL CAPÍTULO 5
5.13 LECTURAS COMPLEMENTARIAS
En este capítulo presentaremos la encuesta por muestreo, la técnica de investigación social cuantitativa más difundida, con sus aspectos teóricos y de aplicación. En primer lugar, discutiremos los problemas de fondo que plantea el hecho de «recopilar información mediante preguntas». Seguidamente abordaremos los problemas prácticos que surgen en el desarrollo de una investigación con esta técnica, desde la formulación del cuestionario hasta su aplicación y la recopilación de datos. También presentaremos de manera resumida, un catálogo de las principales bases de datos y archivos existentes en España, la Unión Europea y EEUU.
5.1. LA ENCUESTA POR MUESTREO EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL
En la vida cotidiana, cuando queremos conocer un determinado fenómeno social, ya sea individual (por ejemplo, la relación del paciente con el médico) o colectivo (por ejemplo, el comportamiento de la multitud en un estadio), disponemos de dos formas básicas de recopilar información: observar y preguntar. Si la observación es la vía más directa e inmediata para estudiar los comportamientos manifiestos, la interrogación es la vía obligada para explorar motivaciones, actitudes, creencias, sentimientos, percepciones y expectativas.
La estrategia de recopilar información preguntando directamente a los sujetos implicados en los fenómenos sociales estudiados abarca situaciones muy diversas, desde la encuesta periodística hasta el estudio de mercado, el sondeo electoral, el censo, etc. Conviene por tanto definir ese instrumento de investigación específico que hemos llamado «encuesta por muestreo».
Una encuesta por muestreo es un modo de obtener información: a) preguntando, b) a los individuos que son objeto de la investigación, c) que forman parte de una muestra representativa, d) mediante un procedimiento estandarizado de cuestionario, e) con el fin de estudiar las relaciones existentes entre las variables. A continuación, vamos a analizar los cinco elementos que componen esta definición. En primer lugar, la encuesta por muestreo conlleva la formulación de preguntas, que suelen ser orales (el encuestado las responde de forma oral), aunque a veces se presentan por escrito. Pueden ser encuestas cara a cara, entrevistas telefónicas o cumplimentación de fichas informativas: todas estas opciones tienen el denominador común de las preguntas.
Estas preguntas se plantean directamente a los individuos que son objeto de la investigación. En una investigación sobre la condición social de los presos, los entrevistados serán los propios presos; en una investigación sobre la afición al fútbol, los entrevistados serán los propios aficionados, etc. Desde este punto de vista el planteamiento de la encuesta por muestreo difiere de la investigación con entrevistas a los denominados «observadores privilegiados». Por ejemplo, la investigación sobre las cárceles podría realizarse entrevistando, no a los reclusos, sino a personas que, por su trabajo, tienen un conocimiento profundo del problema: directores de cárceles, jueces de vigilancia, asistentes sociales y psicólogos, etc.; del mismo modo, una investigación sobre la afición al fútbol podría realizarse entrevistando a periodistas, miembros de grupos ultra, etc. Pero ya no sería lo que hemos denominado «encuesta por muestreo».
Dado que normalmente la población objeto del estudio está formada por un conjunto muy numeroso de sujetos, la imposibilidad de preguntarles a todos nos obliga a elegir una muestra sobre la que recopilar la información. En la definición anterior hemos dicho que esta muestra es «representativa», y eso significa que debe reproducir, a escala reducida, las características de la población objeto del estudio, para poder generalizar los resultados obtenidos en la muestra a la población total. Por lo tanto, los sujetos de la muestra se deben elegir siguiendo reglas muy precisas, establecidas por la estadística (hablaremos de ello en el capítulo 8), y el tamaño de la muestra debe ser considerable, por ello no incluimos en esta categoría los estudios exploratorios realizados sobre números limitados de sujetos.
Hemos dicho que el procedimiento para preguntar a los sujetos de la muestra debe estar estandarizado. Eso significa que a todos los sujetos se les plantean las mismas preguntas formuladas de idéntico modo. La estandarización del estímulo es una característica fundamental de la encuesta por muestreo, que permite comparar las respuestas y analizarlas con técnicas estadísticas. Si en una investigación sobre una muestra de jóvenes preguntamos a una parte de ellos qué sentimientos les inspira el himno nacional, y a otros qué sentimientos les inspira la bandera, no podemos saber si las diferencias en sus respuestas se deben a diferencias reales entre los entrevistados con respecto al sentido de identidad nacional, o si se deben al hecho de que los estímulos recibidos son distintos. Del mismo modo, si preguntamos a algunos individuos sobre sus prácticas religiosas y a otros no, nunca podremos analizar sobre la totalidad de la muestra la posible existencia de una relación entre, por ejemplo, prácticas religiosas y orientación política.
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