LEISHMANIASIS
Enviado por tuaneth • 6 de Diciembre de 2012 • 1.953 Palabras (8 Páginas) • 615 Visitas
LEISHMANIASIS
DESCRPCION DE LA ENFERMEDAD
Son zoonosis que afectan la piel, las mucosas o las vísceras, resultante del parasitismo de los macrófagos por un protozoario flagelado del género Leishmania, introducido al organismo por la picadura de un insecto flebotomineo, que en el nuevo continente pertenece al género Lutzomyia. La leishmaniasis humana presenta diversas manifestaciones clínicas, y se describen la leishmaniasis cutánea (LC), la leishmaniasis mucosa o mucocutanea (LM) y la leishmaniasis visceral (LV).
Ciclo evolutivo
El ciclo evolutivo de la leishmania se inicia cuando para alimentarse, la hembra del insecto vector pica al mamífero reservorio. De este modo, los amastigotes de los tejidos infectados o de la sangre pasan al tracto digestivo del mosquito y en el intestino medio, fundamentalmente, se transforman en promastigotes en 24-36 h tras la picadura, e inician una rápida multiplicación.
Dentro del tubo digestivo del vector, las características del promastigote van cambiando desde la fase de nectomona, sujeto a las microvellosidades del tubo digestivo, pasa a la fase de promastigote infectivo o metacíclico, libre en hipofaringe, pasando por una fase intermedia de haptomona. Este proceso se conoce como metaciclogénesis y dura aproximadamente 10 días.
Los promastigotes metacíclicos rellenan la faringe y probóscide del mosquito y permanecen allí hasta una nueva picadura, momento en el que serán inoculados a un nuevo huésped.
Con cada picadura entran en la dermis entre 10 y 200 promastigotes metacíclicos, algunos de los cuales, probablemente, son destruidos por los leucocitos polinucleares y eosinófilos, mientras que otros se adhieren a los receptores de superficie de los macrófagos y son fagocitados.
Una vez dentro del macrófago, se transforman nuevamente en amastigotes, que vivirán en los fagolisosomas, o vacuolas parasitóforas del macrófago. En estas estructuras, los amastigotes sobreviven y se multiplican por división binaria, hasta que el macrófago queda repleto de amastigotes, momento en el que se rompe y los parásitos pasan al espacio extracelular, donde serán nuevamente captados por otros macrófagos.
Ciclos de transmisión de la leishmaniasis
La leishmaniasis cutánea zoonótica de transmisión selvática:
Se da por la interacción del humano con el vector infectado, cuando el primero penetra en focos de transmisión que son mantenidos por reservorios de hábitat selvático. Estos casos se presentan de manera predominante entre personas de edad adulta, preferiblemente varones, que por sus actividades laborales deben penetrar en áreas selváticas húmedas, que son deforestadas y alteradas al paso del humano. El porcentaje de casos debidos a este tipo de transmisión no se conoce con precisión. Se inculpan como reservorios de leishmania sp en el ámbito selvático en Colombia a: choloepus hoffmani (perezoso de dos dedos) bradypus griseus (perezoso de tres dedos), posiblemente roedores del genero proechimys sp (rata espinosa) y canidos del genero procyon sp (el mapache o zorra manglera).
La leishmaniasis cutánea zoonótica y antroponótica de transmisión peridoméstica:
Se presenta a nivel rural por la adaptación de los vectores a los ambientes domiciliarios, peridomiciliarios. El vector habita y se reproduce en cultivos y criaderos de animales en cercanía de las casas, facilitando su interacción con cualquier miembro del núcleo familiar lo que produce casos de leishmaniasis cutánea en mujeres y niños con mayor frecuencia que lo observado anteriormente. Asimismo, la domiciliación del vector con hábitos de picadura intradomiciliaria incrementa el riesgo para todos los grupos etareos.
Podrian actuar como reservorios de importancia en este ciclo de transmisión y ser los responsables del mantenimiento de focos domésticos y peridomesticos melanomys caliginosus (ratón silvestre), microryzomys minutus (ratón enano), ratus rattus (rata), sylvilagus braziliensis (conejo de paramo), didelphis marsupialis
(Chucho, fara, runcho), micoureus demerarae (comadrejita cenicienta, marmosa), cannis familiaris (perro) y el hombre.
La leishmaniasis cutánea urbana
En los departamentos de Sucre, Santander y Cundinamarca se ha reportado la ocurrencia de casos de leishmaniasis cutánea urbana asociados con la presencia del vector.
En los perímetros urbanos de municipios de otros departamentos como el Putumayo y Antioquia también se ha encontrado el vector.
EVOLUCION DE LA ENFERMEDAD
LEISHMANIASIS CUTANEA
Las formas clínicas varían desde lesiones cerradas como pápulas, nódulos y placas que pueden ser de aspecto verrugoso hasta las formas ulceradas. En Colombia, la presentación más frecuente es la ulcera indolora con compromiso linfangitico y adenopatía regional.
La ulcera típica es redondeada, de bordes elevados, eritematosos, acordonados, con centro granulomatoso limpio y base infiltrada. Regularmente, son indoloras y de crecimiento lento. Cuando hay sobreinfección bacteriana se tornan dolorosas, de fondo sucio, secreción purulenta, recubiertas por costra de aspecto meliserico, eritema en su periferia y signos inflamatorios locales. Se pueden presentar como lesiones únicas o múltiples y, ocasionalmente, se presentan como lesiones erisipeloides.
Diagnóstico
Se requiere elaborar una historia clínica minuciosa que permita establecer un plan diagnóstico, terapéutico y de seguimiento en los pacientes con sospecha de leishmaniasis.
En la historia clínica se deben consignar los datos personales de edad, genero, procedencia, escolaridad y ocupación; las características de las lesiones, el tiempo de evolución y complicaciones del cuadro clínico; los antecedentes epidemiológicos, patológicos, alérgicos y farmacológicos. Un examen físico completo incluyendo rinoscopia y registro del area de las lesiones y su localización exacta. También es importante explorar durante el interrogatorio la disposición del paciente para adherirse al tratamiento.
Ante la sospecha clínica de leishmaniasis es necesario visualizar el parasito para corroborar el diagnostico. Para ello existen diversos métodos:
• Examen directo: toma de más de una muestra de una misma lesión, como mínimo tres preparaciones tanto del borde activo como del centro de la úlcera, lo cual aumenta la sensibilidad.
• Biopsia de piel
• Incisión y raspado del borde activo de la lesión: este método se recomienda para lesiones cerradas, no ulceradas.
• Aspirado de las lesiones: En las lesiones cerradas también se puede tomar aspirado para realizar extendidos a los que se les realizará la coloración para visualizar el parásito.
DIAGNOSTICO
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