La Ciencia Y La Magia

La ciencia de la magia, la magia de la ciencia.

Ayala Rodríguez Ricardo Isaac.

Estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México de la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias.

En este trabajo se pretende hablar de la magia como un arte, en una mínima parte se va a hablar de la magia como algo religioso, pero no pretende adentrarse en temas como oscurantismo, espiritualismo, brujería, chamanismo, voodo, santería o cualquier otra clase de tradiciones relacionadas con espiritualidad y religión. Y mucho menos se pretende hablar de magia como un engaño o charlatanería.

Hay quienes dicen que la ciencia se relaciona más con el conocimiento y el arte con los sentimientos, sin embargo, para poder explotar los sentimientos se necesita tener un gran conocimiento de estos.

Para poder hacer llegar a la sorpresa, la risa y el “encanto” a las personas necesitamos valernos de una serie de conocimientos apoyados en ciencia, tecnología, habilidades y cualidades humanas de las cuales solo determinado número de personas tiene conocimiento

Se debe tomar en cuenta el contexto y el tiempo en el que estamos situados y poder producir “magia” que podría ser definido como algo que sale de lo cotidiano, y a lo cual no podemos encontrarle explicación.

Un poco de historia de la magia.

Al igual que hoy, la persona que controla el conocimiento, controla el poder. Desde épocas prehispánicas las personas han designado brujos, chamanes, hechiceros o sacerdotes para satisfacer sus dudas y temores acerca de todas las cosas que no podían explicarse, cosas relacionadas con fenómenos naturales o cuestiones espirituales.

El afán de los humanos por entender y controlar el medio que les rodea los ha conducido a establecer una relación divina con la naturaleza y a otorgarle poderes sobrenaturales a algunas cosas.

Desde hace miles de años se tienen escritos y de cuentan relatos acerca de sacerdotes que podían hacer llorar a las estatuas en Egipto, personas que eran capaces de cortar partes de seres con vida o sin vida y volverlos a su estado original en Grecia, personas que podían convertir el agua en vino o caminar sobre el agua en el medio oriente, Incluso personas que podían hablar con animales, o transformarse en ellos en todas partes del mundo.(Amaya, 1997)

En este aspecto la magia está muy relacionada con las creencias, sin embargo, hubo un momento en la historia de la magia en el que algunas religiones y sacerdotes abusaban del conocimiento, presentando trucos ante la gente para que se les otorgara más poder y credibilidad.

A partir de ese entonces, es que la magia ha sido vista como un arte en la que solo participan pillos y tramposos.

Fue hasta el siglo XVII, que a través del esfuerzo de muchos magos, se empezó a considerar como un arte donde ya entraban aspectos corporales, musicales y de presentación. Desde ese entonces la magia ha ido creciendo y ha logrado ser presentada en grandes escenarios y llevada a través de todo el mundo.

La magia antes vs la magia ahora.

Posiblemente si pudiéramos viajar más de 200 años al pasado, todos los objetos que ocupamos en la vida cotidiana, serían objetos que la gente consideraría “mágicos”, porque no están habituados a ellos. Cosas que consideramos tan simples como celulares, reproductores de música, incluso un encendedor sería visto como algo fuera de este mundo. Hay muchos aparatos que han sido desarrollados a través del tiempo, gracias a la tecnología y a mentes brillantes, de las cuales hace años ni siquiera se tenía idea de que pudieran existir.

En esta sección me gustaría aclarar, que la magia depende mucho de las condiciones tecnológicas y sociales del tiempo en el que se vive, del conocimiento que se tiene acerca de la tecnología, ciencias y los límites humanos. Muchos actos de magia que han sido presentados para sorprender a la gente, han sido empleados aparatos de gran tecnología, conocimiento médico, reacciones químicas que todavía no había o han sido presentados para un público en general, o de las cuales pocas personas tienen conocimiento de estas. Y al no conocerse estos aparatos, al salir de lo habitual, toman un sentido mágico.

Situación actual.

En la actualidad la magia no ha cobrado tanta fuerza, debido a programas televisivos como “Criss Angel”, o “los grandes secretos de la magia por fin revelados” en los cuales no se muestra el real esfuerzo que hacen los magos en un escenario para poder transmitir la sorpresa y la magia a los espectadores.

Revelando solo el secreto, desprecian el trabajo de cientos de personas que han estudiado psicología y han entrenado a través de tantos años, solo para poder presentar sus rutinas en teatros y espectáculos televisivos.

La magia es el único arte que puede llevar a la sorpresa, incluso un grado de impresión aún mayor. Y si la mayor difusión que tiene la magia es la de personajes oscurantistas, bromistas y tramposos, pierde mucha fuerza su real objetivo.

Lo que nos muestra que los medios de comunicación pueden llegar a causar un maleficio o un beneficio de las cosas que se transmiten, así sean ciertas o no.

Magia y neurociencia.

Se sabe que muchos artículos científicos proponen que las neurociencias se pueden beneficiar del estudio de cómo los magos realizan sus trucos y de cómo éstos son percibidos por el público.

Entre las diversas artimañas que usan los magos para sorprender se encuentran las ilusiones ópticas y otras ilusiones sensoriales, que son fenómenos en los que la percepción subjetiva de un hecho no concuerda con la realidad física de tal hecho. Un ejemplo de ello es el truco de las cucharas que se doblan, que puede realizarse de varias formas, pero una de ellas no requiere siquiera el doblar la cuchara pues basta con agitarla arriba y abajo entre los dedos. Seguramente todos hemos hecho eso mismo con un lápiz. El que percibamos esa ilusión visual se debe a que en este movimiento participan dos tipos de neuronas diferentes, unas que se encargan de percibir los extremos de los objetos en movimiento y otras que perciben las partes medias. Cuando se agita la cuchara estas neuronas responden de forma

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