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La Columna De Hierro


Enviado por   •  4 de Agosto de 2013  •  14.821 Palabras (60 Páginas)  •  393 Visitas

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LA COLUMNA DE HIERRO

TAYLOR CALDWELL

La historia comienza en un día nevado, con las colinas y los vientos cubiertos de nieve y el rio congelado, Marco Tulio Cicerón se encontraba en su habitación recostado y enfermo de los pulmones, platicando con su médico un liberto que como tal había llegado a ser ciudadano de Roma y se llamaba Felón. Al poco tiempo llego Marco Tulio padre para ver cómo estaba su hijo pero este se hace el dormido para no hablar con él. El padre conocía a su hijo y sabía que solo estaba fingiendo pero exclamo, cuando le llego un olor muy desagradable y pregunto ¿Qué es lo que tiene mi hijo?, el médico contesto es grasa de buitre, alardeaba que era muy cara pero también efectiva ya que en tan poco tiempo había logrado desinflamar los pulmones de Marco Tulio hijo. El padre comenzó a hablar sobre Elvia la esposa de Marco hijo ya que los dos sestercios que costó la medicina la iban a hacer enfurecer, porque era una mujer muy pero muy ahorrativa, el padre comentó que la señora Helvia estaba a punto de dar a luz y el médico al enterarse de esto corrió presuroso al lecho, el padre se quedó e intento levantar al hijo y este no tuvo más que obedecer a su padre en eso se pusieron a platicar sobre Helvia, el padre pensaba que su hijo era muy afortunado de tenerla porque era una mujer que tenía salud, vitalidad, y viveza.

Marco hijo pensaba todo lo contrario ya que se sentía un poco menos al lado de ella por la grandeza que mostraba, a pesar de esto el padre hizo que Marco se levantara y fuera al lado de su esposa ya que decía que todo hombre debía de presenciar el nacimiento de su primer hijo. Al llegar a la puerta de los aposentos de las mujeres se toparon a la sirvienta favorita de la señora Helvia, llamada Lira, la describían como una vieja con bigote, esta hacia que los amos se sintieran intimidados y en ese momento que se le acercaron tuvieron una discusión, en la cual Marco Tulio se sintió impotente y quería darle un puñetazo pero el hijo lo detuvo e inmediatamente entraron a la habitación donde vieron a Helvia y al poco tiempo, después de una charla comenzó a dar a luz a un varón, el que los judíos decían que era un héroe y que estaba escrito en sus profecías.

Habían pasado ya dos veranos del nacimiento del pequeño Marco como le decían sus padres, el padre que refunfuñaba porque lo llamaban viejo y no le tenían respeto decía que prefería ser llamado abuelo y era lo que se había ganado, Helvia que todo el tiempo estaba haciendo cuentas explico porque era tan dominante y es porque su mamá le enseño y Marco tulio hijo se sentía avergonzado por todo lo que decía su esposa.

En este tiempo en la isla donde habitaban, se les ocurrió la idea de agrandar la choza, casa o villa como cada quien la llamaba, mandaron traer albañiles pero estos a su vez estaban al tanto de la avaricia o el simple acto de ser ahorrativa por parte de la señora Helvia, cuando terminaron su trabajo los albañiles difamaron a la familia Cicerón de que tenían poca categoría, más sin en cambio Marco Tulio dejó que hablaran y disfruto de sus libros, la paz y sus pensamientos. A los dos años del pequeño Marco ya podía hablar con un formidable vocabulario, enseñado a hablar por Lira no como un niño si no como un hombre de culto.

En un momento en el jardín el niño estaba al cuidado de Lira y el papá observaba como su hijo corría, se sentía alegre y vivaz. No era torpe como los demás y eso a Marco lo hacía sentir orgulloso porque sabía que se parecía demasiado a él, en ese poco tiempo le demostró su cariño de padre rezo por él, lo encomendó a los dioses para que no cayera en la crueldad, la codicia, la avaricia y pidió por él para que siempre fuera un hombre de justicia.

Cuatro años después nace el segundo hijo de Tulio, muy parecido a su madre, incluso llegaron a pensar antes de que naciera que iba a ser una niña, el abuelo declaro que sería un hombre grande y Tulio se sintió amenazado por su apariencia de guerrero. Desde pequeño Quinto como le habían puesto sus padres, busco estar siempre cerca de Marco y para este era una maravilla ser su hermano mayor, Helvia a pesar de no ser tan querida por Quinto como él quería a su hermano se sentía orgullosa porque le gustaba el espíritu familiar. Tulio le ofreció a su hijo una educación mejor de la que él había dado y fue en busca de su profesor Arquias un poeta intelectual que había instruido a Tulio, Arquias tentado por el sueldo y el lugar maravilloso acepto instruir al muchacho; esté poeta no viajaba solo, estaba acompañado de una esclava llamada Eunice, esta procuraba que comiera apropiadamente y se ganó el respeto de las otras esclavas que habitaban en la isla. Marco y Tulio se convirtieron en los discípulos de Arquias y esté les agarro un gran aprecio, además, el joven Marco a sus 6 años ya escribía poesías, Arquias y Tulio se hicieron amigos y estaban maravillados porque a sus seis años Marco había escrito un verso con verdades filosóficas.

En el capítulo cuatro Arquias se siente descorazonado porque la familia le anuncio que se trasladaba a Roma, él era una de las personas que le disgustaba Roma como a todos los griegos, platicando con Tulio este le prometió que regresarían y para apaciguarlo le aumento el sueldo, Tulio lo que quería era que Marco estuviera a lado de otros niños que recibían educación, en una escuela, Arquias se oponía a semejante barbaridad pero con tal de estar en la familia acepto. Mientras tanto Marco ya de nueve años, se sentía feliz por la aventura que estaba por descubrir, mientras su hermano Quinto (de cinco años) se sentía un poco escéptico ante tal cosa, él decía que quería quedarse en su casa, corriendo en el césped bajando la colina, pero Quinto era un poco más vivaz que Marco y este se sintió cansado, platicando los hermanos Quinto comento con seguridad: yo voy a ser general de Roma y Marco con su sabiduría dijo que él iba a ser abogado o cónsul. Al estar ya en Roma Tulio se encontró con un panorama muy desagradable de esta ciudad y tenía un vecino de la edad de Quinto que era muy insolente a comparación de sus modales que él llevaba, el niño se llamaba Cayo Julio Cesar, este niño hablo con propiedad de su familia ya que se consideraban patricios, Tulio se sintió incomodo por un comentario acerca de su apellido retirándose muy molesto Tulio intento impedir que su padre comprara la casa pero esto asombrado por su manera de regatear lo ignoro y prosiguió Tulio resignándose admirando la bella casa.

Cuando la familia estaba ya instalada, todos estaban contentos, incluso Helvia, porque sabía que había sido comprada a un precio que para ella era razonable, a Helvia le agradaron los Julios pero a Tulio le parecían insoportables. El abuelo que se encontró con viejos colegas estaba más que feliz

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