La Luz Como Factor Ecologico
Enviado por tzukito • 21 de Octubre de 2013 • 1.804 Palabras (8 Páginas) • 1.036 Visitas
LA LUZ COMO FACTOR ECOLÓGICO Y EVOLUTIVO PARA LAS PLANTAS Y SU INTERACCIÓN CON EL AGUA
El tipo y la cantidad de radiación disponible influyen en numerosos procesos fisiológicos,
morfogenéticos y reproductivos de plantas desencadena diversos procesos evolutivos en los que entran en juego desde la adaptación a la radiación media disponible, hasta la coevolución entre animales y plantas o parásitos y huéspedes, pasando por la flexibilidad o plasticidad para acomodarse a los cambios espaciales y temporales de la radiación.
Hay cuatro rasgos principales de la radiación que tienen relevancia ecológica y evolutiva y que merecen su descripción y estudio particularizado: la y animales, y afecta de forma muy significativa al funcionamiento general del ecosistema. La radiación intensidad, la calidad o espectro, la direccionalidad, y la distribución en el tiempo y en el espacio, La luz que llega al sotobosque puede ser de hasta cinco colores diferentes.
Finalmente, la luz del sotobosque es muy variable en el tiempo y en el espacio, Esta gran variabilidad permite la segregación de nichos y la coexistencia de especies activas en distintos momentos o presentes en distintos micrositios del sotobosque; La radiación que llega al sotobosque es particularmente variable a lo largo del día como resultado del movimiento aparente del sol y de la distribución de las aperturas grandes y pequeñas que siempre existen en un dosel y por las que puede penetrar la radiación solar directa generando lo que se conoce como sunflecks o destellos de sol La intensidad de los destellos varía mucho, dependiendo de si la apertura del dosel es suficientemente grande para que se vea el disco solar completo, en cuyo caso la intensidad será la misma que a cielo abierto, o si es menor, en cuyo caso la intensidad es inferior que a cielo abierto y es proporcional al área del disco solar que es visible desde el sotobosque debido al efecto penumbra (Valladares, 1999). El viento al agitar el dosel permite que más luz llegue al sotobosque pero también hace que los destellos sean más cortos y numerosos, generando una luz aún más dinámica.
La gestión del bosque y la disponibilidad de agua son posiblemente los dos principales determinantes de la intensidad de la radiación lumínica que llega a los sotobosques mediterráneos debido a su impacto en la estructura del bosque y en la arquitectura del dosel, Los destellos de sol (sunflecks), tan importantes para la supervivencia y desarrollo vegetal en bosques tropicales y templados húmedos apenas han sido descritos en formaciones mediterráneas. La estructura espacial de la luz del sotobosque mediterráneo es diferente para las radiaciones directa e indirecta, mostrando la radiación directa un grano más fino y un patrón espacial más complejo que la radiación indirecta. El espectro de la luz del sotobosque podría tener rasgos particulares en zonas mediterráneas secas. Por ejemplo, una característica de la luz del sotobosque de las dehesas mediterráneas, con cielos habitualmente despejados, es su enriquecimiento en luz azul, lo cual no sólo modifica la percepción del color de flores y frutos por parte de los animales, sino que afecta al desarrollo vegetal, ya que las plantas son sensibles a la radiación azul. Otro posible rasgo espectral característico del sotobosque mediterráneo podría venir determinado por las ramas y troncos secos acumulados en el dosel, los cuales no afectan a la proporción rojo: rojo lejano como lo hacen las hojas vivas. Estos bosques podrían generar una luz menos verdosa que sus equivalentes de otras latitudes o de zonas más lluviosas, con las consiguientes implicaciones para las plantas del sotobosque que no “verían” la presencia de competidores a través de sus fitocromos.
La sombra es una forma de estrés que limita la fotosíntesis y el crecimiento de las plantas, pero puede ser beneficiosa en ecosistemas áridos al reducir el sobrecalentamiento, la transpiración excesiva y la fotoinhibición que las plantas exhiben en las zonas abiertas La fotoinhibición, que se define como la reducción de la fotosíntesis por un exceso de radiación, es un tipo de estrés que al igual que la sombra afecta de modo importante al rendimiento de las plantas, puede ser reversible, en cuyo caso se habla de fotoinhibición dinámica, la cual juega un papel de protección del aparato fotosintético, o irreversible (muy lentamente reversible en condiciones de oscuridad o baja iluminación), en cuyo caso se habla de fotoinhibición crónica y es generalmente el resultado de un daño sufrido en el aparato fotosintético
Factores adicionales de estrés como la sequía o las temperaturas extremas incrementan el riesgo y gravedad de la fotoinhibición.
La plasticidad de un genotipo y la capacidad de aclimatación de un fenotipo (o genotipo ya expresado) son dos componentes importantes de la tolerancia de una especie al estrés lumínico, ya sea causado por poca o por demasiada luz.
La plasticidad fenotípica confiere homeostasis, es decir, mantiene una funcionalidad casi constante a pesar de las diferencias en las condiciones ambientales, lo cual se observa con claridad en el rendimiento de ciertas plantas de sol y de sombra, que a pesar de disponer de cantidades de luz muy diferentes, su ganancia de carbono diaria llega a ser similar.
Una plasticidad fenotípica alta aumenta las probabilidades de sobrevivir a las nuevas condiciones ambientales que se generan tras una perturbación natural como la apertura de un claro en el bosque, la capacidad de respuesta a un incremento abrupto en los niveles de luz, como el que se da en la apertura de un claro, está determinada por la formación de nuevas hojas adaptadas a las nuevas condiciones lumínicas ó bien por la aclimatación de las preexistentes.
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