La Radiación.

Introducción

El planeta Tierra está lleno de peligros, algunos de ellos no son fáciles de percibir; tal es el caso de la radiación, que puede afectar de forma incluso mortal a todos los seres vivos. Ya sea de manera natural, o por el uso de las nuevas tecnologías, la población mundial es atacada constantemente por este asesino silencioso, que puede encontrarse en las viviendas de forma deliberada, en el caso de usar aparatos que emiten ondas de radiación o por la emanación de gases desde el suelo.

En algunos casos, la radiación puede ser empleada en el tratamiento de enfermedades, pero esto se hace en un ambiente controlado, sino se cuenta con el equipo necesario para su detección y manejo, exponerse ante ella, resulta altamente peligroso.

Actualmente se pueden observar niveles mucho más elevados de radiación en diferentes lugares del mundo. Dicho aumento es debido al uso constante de tecnologías que emplean ondas radiactivas, principalmente las telecomunicaciones, y también ciertas actividades en las que se emplean elementos radiactivos, con el fin de extraer materiales o de crear energía.

La radiación ha sido asociada con enfermedades y malformaciones en los seres vivos.

Es por esto que toda la población debe informarse, para saber a qué se enfrenta y que peligros pueden conllevar muchas actividades cotidianas, que se creían inofensivas, y de esta forma tomar las medidas de prevención necesarias para poder protegerse, dentro de lo posible, de este mortal enemigo.

Objetivos

• Definir el concepto de radiación y cuáles son los tipos de radiación que existen.

• Conocer cuáles son los efectos que tiene la radiación en los seres vivos.

• Determinar los niveles de radiación a los que se puede estar expuesto como consecuencia de la radiación natural, radiación por gas radón y la radiación emitida por los teléfonos celulares.

La Radiación

La radiación es la propagación de energía a través de un medio material o del vacío. Esta energía viaja en forma de ondas o de partículas. Basados en esto, se puede considerar como radiación tanto a un rayo de sol, como a un haz de protones recorriendo un acelerador de partículas.

Existen ondas que necesitan un medio material para viajar, como las ondas sonoras; y las que se pueden propagar por el vacío, como las ondas electromagnéticas. Por tanto, cualquier tipo de luz se trata de una radiación por ser una onda electromagnética.

Las partículas pueden viajar tanto en medios materiales como en el vacío, y normalmente no reciben ningún nombre en especial salvo dos tipos de radiaciones de partículas: la radiación alfa y la radiación beta. La alfa son núcleos de helio, es decir dos protones y dos neutrones, mientras que la beta son electrones o positrones (antipartícula del electrón).

La radiación puede considerarse peligrosa, dependiendo de la energía que tenga y que efectos pueda causar sobre la materia. Según el tipo de energía de la radiación, esta puede clasificarse en ionizante y no ionizante.

Se considera radiación ionizante la que posee una energía tan elevada que puede dañar el ADN y favorecer la aparición de un cáncer. Es muy peligrosa, y debe ser evitada la exposición a ella lo máximo posible. Son ejemplo de este tipo de radiación los rayos ultravioleta, los rayos X, la radiación gamma, las partículas alfa y beta y los rayos cósmicos.

Por otro lado, es común pensar que la radiación no ionizante es inocua para los seres vivos, sin embargo, esto no es del todo cierto porque puede provocar una elevación local de la temperatura o daños en los ojos. Ejemplos de radiación no ionizante puede ser la luz visible, las ondas de radio, la radiación infrarroja y las microondas.

Cuando un elemento radiactivo, decae de forma natural o artificial en un elemento más ligero  emite radiación. A fenómeno se le conoce como radiactividad. En estos casos la radiación observada es de tipo ionizante.

Radiación Natural

La radiación que más afecta a la población mundial proviene de fuentes naturales y en muchos casos es inevitable la exposición a ella.

Esto es producido por materiales radiactivos que forman parte de la corteza terrestre. No todos los lugares de la tierra tienen el mismo nivel de radiactividad. En la India, el nivel de radiactividad es alto, debido a que la arena de este territorio contiene torio, un elemento radiactivo natural. Los Alpes también presentan un alto nivel de radiactividad.

Algunas actividades como la producción de fertilizantes, extracción de gas y petróleo pueden aumentar las dosis de radiación para los trabajadores y el resto de los ciudadanos.

Radiación por Gas Radón

En nuestras casas también puede existir radiactividad, procedente principalmente del gas radón. Este gas se produce como consecuencia de la desintegración del uranio que contienen las rocas. El radón emana de las rocas y se concentra en los lugares cerrados liberando en el aire partículas alfa, beta y gamma; por lo que es muy recomendable que las viviendas y los lugares de trabajo estén bien ventilados.

El gas radón es responsable de miles de muertes por cáncer de pulmón. Los átomos radiactivos que el radón emite al descomponerse pueden engancharse a partículas de polvo y quedar atrapadas en sus pulmones. A medida que continúan descomponiéndose en el interior de los pulmones, los átomos radiactivos despiden pequeñas explosiones de energía que pueden dañar los tejidos del pulmón y causar cáncer.

Radiación de los Teléfonos Celulares

Los celulares, trabajan con emisiones a unas frecuencias menores, denominadas no ionizantes.

El ingeniero experto en radiación Duván Mejía en el 2004 finalizó el Proyecto Reflex, y este concluye que la exposición a las radiaciones de los teléfonos celulares provoca modificaciones en las células y el ADN, sin ser nocivas.

Algunos efectos provocados por el uso de teléfonos celulares son el aumento de temperatura corporal, interferencia en el cerebro, causando retraso en el procesamiento de imágenes, lo cual disminuye la capacidad de reacción, además se cree que la exposición a la radiación celular produce cáncer, leucemia y malformaciones genéticas.

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