La Teoria De Jean Baptiste Say
Enviado por ilianathaly • 30 de Septiembre de 2014 • 462 Palabras (2 Páginas) • 839 Visitas
(Lyon, 1767 - París, 1832) Economista francés. Este empresario de origen protestante fue el primer profesor de economía política de la Europa continental. Fue el gran divulgador fuera de Gran Bretaña de las ideas liberales de la escuela clásica y, muy particularmente, de su obra fundacional: La riqueza de las naciones, de Adam Smith. Say publicó en 1803 un Tratado de economía política que cumplió esa misión de dar a conocer la nueva ciencia, empleándose como libro de texto en toda Europa y en Norteamérica hasta finales del siglo XIX.
Jean-Baptiste Say
Fue también un pensador original, que se permitió añadir algunos retoques al sistema clásico. Uno de los más importantes fue el descubrimiento de la figura del empresario como factor fundamental de la producción en un medio capitalista; partiendo de su experiencia personal en los negocios, definió el empresario como el personaje que asume la responsabilidad, la dirección y, por tanto, el riesgo de las actividades productivas, que puede ser una persona distinta de quien pone el capital.
Otra innovación de Say fue la introducción del concepto de utilidad como determinante de la demanda de los bienes y, por tanto, de su precio; no llegó, sin embargo, a defender una teoría subjetiva del valor, que le habría llevado a contradecir los fundamentos de la economía clásica.
Pero, sobre todo, Jean-Baptiste Say es recordado por la ley de los mercados o ley de Say, que asegura que en un mercado libre es imposible una crisis general de superproducción, ya que la oferta crea su propia demanda (o sea, que toda actividad productiva genera rentas, salarios y beneficios suficientes para adquirir los productos que lanza al mercado).
Jean-Baptiste Say, 1767-1832
Economista francés de la Escuela Clásica, seguidor de Adam Smith aunque con notable originalidad.
Su aportación más conocida es la llamada "Ley de Say" que puede formularse afirmando que toda oferta crea su propia demanda.
Hijo de un comerciante acomodado, participó activamente en la revolución francesa. Partidario del laissez-faire, se opuso a la política intervencionista de Napoleón. Tras la caída del imperio fue profesor en el College de France.
Esto es lo que dijo:
Un producto terminado ofrece, desde ese preciso instante, un mercado a otros productos por todo el monto de su valor. En efecto, cuando un productor termina un producto, su mayor deseo es venderlo, para que el valor de dicho producto no permanezca improductivo en sus manos. Pero no está menos apresurado por deshacerse del dinero que le provee su venta, para que el valor del dinero tampoco quede improductivo. Ahora bien, no podemos deshacernos del dinero más que motivados por el deseo de comprar un producto cualquiera. Vemos entonces que el simple hecho de la formación de un producto abre, desde ese preciso instante, un mercado a otros productos.
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