La Tierra No Es Herencia De Nuestros Padres Sino Préstamo De Nuestros Hijos
Enviado por isabelmendozadd • 28 de Noviembre de 2013 • 2.247 Palabras (9 Páginas) • 1.256 Visitas
Los índices de contaminación, el agotamiento de recursos, la falta de ética ambiental, así como la ausencia de la práctica de valores hacia nuestro entorno, es una temática que nos compete a todos, puesto que somos partícipes de los grandes cambios que han surgido a lo largo de los últimos años.
Se deben tomar medidas para que el incremento de situaciones desastrosas se detenga, y por el contrario, mejorar lo que se ha logrado para alcanzar el desarrollo sustentable.
La ecología la vivimos día a día y al continuar con su destrucción no nos damos cuenta que causamos daño a nosotros mismos. Los temas que a continuación se abordarán son de suma importancia tratarlos para no cometer errores por falta de conocimiento o por ignorancia total.
Enfocarnos un poco más en las razones sociales, ya que como estudiantes de carreras económico – administrativas nuestra labor al momento de estar frente a una empresa sea saber dirigirla bajo los lineamientos y conductas amigables con el medio ambiente. Llevar a la práctica todos los valores inculcados, porque éstos serán los cimientos para alcanzar la estabilización, productividad y crecimiento ecológico de una organización, y que los intereses económicos no rijan el estilo de vida personal y empresarial; sino enfocarnos en lograr una mejora continua en todos los aspectos en los que por supuesto una cultura ecológica no está a discusión.
Subestimar los alcances de la naturaleza es un juego difícil en el que muchos se involucran, pero a la larga la humanidad es quien sale perjudicada. Existen ocasiones en las que se realizan acciones con las que se pretende sobrepasar a los ciclos ambientales, esto no debe ser así, por el contrario, cada individuo debe actuar en conjunto y simultáneamente con la naturaleza para no salir lesionados de este juego, en lugar de sufrir se den resultados benéficos para todos. Formar una estrategia de ganar-ganar en donde la aportación de información es la base para obtener los logros deseados, mostrando el interés adecuado y heredar un legado a las siguientes generaciones, “un hábitat seguro” para que ellas actúen de forma consciente para resguardar su entorno ecológico y gozar de los beneficios que éste nos brinda.
1.1 Educación ambiental
Parece que en la actualidad a la sociedad nos importa cada vez menos el aumento del parque vehicular, de los alimentos empaquetados, el uso de bolsas de plástico de manera desenfrenada, el abuso de recursos naturales como la madera, el petróleo, minerales entre otros y la sobre población; el medio ambiente en general.
Aunque lo anterior es una realidad para muchos, afortunadamente existen gran cantidad de personas que aún se interesan en conservar los ecosistemas, mantener el equilibrio ecológico, procurar la salud de los seres vivos (incluyéndonos) y promover el uso de energías renovables para evitar el deterioro de nuestro planeta.
La educación ambiental es entonces la herramienta que estas personas utilizan para promover todas esas actividades que favorecen al medio ambiente y así generar una conciencia que aporte soluciones a los problemas previamente mencionados.
Este recurso a su vez busca adiestrar a la población en temas como el clima, la atmósfera, suelo, agua, materia, hábitos de consumo y reciclaje, debido a que son temas que se encuentran ampliamente relacionados con el detrimento de los ecosistemas.
Los esfuerzos que se han llevado a cabo con la educación ambiental han ampliado poco a poco su alcance. Si todos adoptáramos un estilo de vida acorde a lo que ésta y sus partidarios promueven, tendríamos una enorme mejora en la calidad de nuestro entorno ecológico y todos nos veríamos beneficiados.
Desgraciadamente la educación ambiental se encuentra limitada por intereses económicos, es decir, aquellas personas que lucran a costa de todo, inclusive del hábitat, sin importarles siquiera el daño que les ocasiona a ellos mismos y a los recursos con los que se cuenta, ya que aunque se han ido sumando las empresas orientadas a los proyectos ecológicos, interesadas por cumplir con su razón social siguen siendo pocas las aportaciones monetarias o en especie que se destinan a propósitos ambientales, tanto a nivel público como privado.
1.2 Ética, valores y racionalidad ambiental y su aplicación a la gestión empresarial.
La interacción que el ser humano mantiene con la naturaleza es una actividad diaria, es por eso que no podemos dejar de lado el respeto de todo lo que nos rodea y aplicar los valores que desde nuestra infancia han sido inculcados no sólo con el prójimo, también con la flora, fauna y suelo, porque si cada quien adoptara una cultura de conciencia hacia el cuidado del medio ambiente, éste no se vería perjudicado y tendríamos aseguradas varias generaciones que disfruten de lo que para nosotros ahorita es una realidad “placentera”. Debemos de formar un criterio en nuestra persona de propósitos para ayudar a nuestro planeta, que nos pide a gritos que dejemos de causarle más daño y que comencemos a actuar sobre los deterioros ya hechos y a prevenir aquellos que aún no se han manifestado, día a día se crean políticas amigables con el planeta que con el paso del tiempo, gracias a las reformas federales las empresas han adoptado un perfil ecológico, quizá por conveniencia; pero aún así ayudan y fomentan a que se creé esa conciencia empresarial para mantener sano el medio ambiente.
Los fundamentos de la crisis ambiental, el desabastecimiento ecológico, el calentamiento global etc. suceden en gran medida a la falta de racionalidad ambiental, la ausencia de valores y ética para salvaguardar nuestro planeta.
Influyen circunstancias motores de la degradación del medio ambiente pero probablemente el factor económico sea el más dañino, los intereses monetarios rigen a las empresas y personas, es entonces cuando se propicia esa riña incansable entre economía y ecología, oprimiendo el desarrollo sustentable.
1.3 Ética de una producción para la vida. Hacia la sustentabilidad
La construcción de una mentalidad hacia una sociedad sustentable no es tarea fácil, debe de ir más allá del pensamiento ecológico y englobar el aprovechamiento adecuado de las distintas herramientas que la naturaleza nos ofrece para así lograr una digna administración ambiental.
Alcanzar una eficacia, eficiencia, creatividad productiva de los diferentes recursos debe ser la base para formar una cultura de calidad ambiental, en la que poco a poco y gracias a la participación de cada individuo se logre la sustentabilidad deseada y asegurar a generaciones posteriores un futuro digno. La educación impartida acerca de la ética debe ser una constante en nuestras vidas, erradicar las actitudes de egoísmo y fomentar la cooperación
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