La aparición de violencia en las escuelas se vincula con la crisis que el dispositivo escolar vive desde hace algunas décadas

La aparición de violencia en las escuelas se vincula con la crisis que el dispositivo escolar vive desde hace algunas décadas. En este sentido diversos autores plantean que la escuela y los docentes aparecen atravesados por una generalizada crisis cuyas manifestaciones más evidentes son la pérdida de autoridad del docente, tanto de los saberes que transmiten como de su función disciplinaria, en el sentido de Althusser y sus aparatos ideológicos del Estado.

En este contexto, el formato tradicional de la escuela como monopolizadora de los saberes dignos de transmitirse y los modos de comportarse son cuestionados en la cotidianeidad del trabajo en las aulas. En términos de Bourdieu la “autoridad pedagógica” se ve desafiada por los estudiantes, alumnos y padres. Frente a este escenario la escuela, un espacio que antaño fuera pensado como una institución de encuentro y diálogo se presenta como un lugar violento. Claro está que las manifestaciones de la violencia en la escuela la atraviesan y exceden y son muestras de un entramado social que se encuentra disuelto y donde es importante pensar (sin responsabilizar de todos los males de la sociedad  a docentes y  directivos) el rol que la escuela hoy puede cumplir.

Por otra parte, varios autores sostienen que la escuela tradicional con su formato homogeneizador no puede hacer frente a las violencias que se desarrollan en diversos espacios atravesados por la vulnerabilidad y pobreza, desafiando todos los días los roles que anteriormente cumplía y generando tensiones entre los diversos miembros de la comunidad educativa, fundamentalmente: docentes, directivos, alumnos y padres

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