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La calidad de la democracia española: la comprensión ilustrada


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2017  •  Apuntes  •  1.686 Palabras (7 Páginas)  •  296 Visitas

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La calidad de la democracia española: la comprensión ilustrada

Marina Barrero Osuna                                                                                                                 Ciencia Política y Gestión Pública + Periodismo                                                               Curso académico 2017/2018                                                                                                                3º Turno tarde                                                                                                                              Sistema Político I

14/11/2017

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Antes de exponer mi opinión en referencia a la calidad de la democracia española en términos de acceso a la información, quisiera enmarcar el concepto de democracia. Según la obra La Democracia de Robert Dahl, esta forma de gobierno "se refiere tanto a un ideal (juicios morales o de valor) como a una realidad (juicios empíricos)”. Al preguntarnos (en el contexto de Occidente) ¿qué es la democracia?, hacemos juicios que dependen casi exclusivamente de nuestros valores, de lo que consideramos como un fin bueno, justo o deseable; mientras que al pasar a la cuestión de ¿qué instituciones requiere una democracia?, nos apoyamos en interpretaciones de evidencias y hechos del mundo que nos rodea. El objetivo de la democracia es diseñar un conjunto de reglas y principios, una constitución que determine cómo han de tomarse las decisiones, y que debe ajustarse a todos sus miembros, que han de ser tratados de igual forma en el proceso de toma de decisiones: deben ser políticamente iguales.

De este modo, Dahl identifica cinco criterios que deben cumplirse para crear un tipo de sistema ideal: la participación efectiva (el ciudadano debe sentirse libre de expresar su punto de vista sobre cómo debe ser la política en un sistema democrático, tenga o no conocimiento sobre la misma) , la igualdad de voto (todo miembro de una sociedad tiene igual y efectiva oportunidad de votar), la comprensión ilustrada (mismas posibilidades de acceder a la información sobre políticas alternativas y sus consecuencias), el control de la agenda (oportunidad de elegir los temas a discutir), y la inclusión de los adultos (incluir a la mayor cantidad de adultos capacitados posible).

Son los criterios tercero y cuarto de Dahl en los que me gustaría profundizar. Al igual que este autor, considero que sin un acceso a fuentes alternativas de información independientes, honestas y con la meta de alcanzar el máximo nivel posible de objetividad se pueda constituir una democracia de calidad. Actualmente, los poderes mediáticos influyen sobre los valores y actitudes  de la población  y esto no sería negativo si los medios de comunicación fuesen un servicio público, una herramienta por y para la ciudadanía que contribuyese al asentamiento de una democracia real. Sin embargo, los medios de comunicación están supeditados a la financiación de grandes empresas y, por tanto,  doblegados a informar sin perjudicar a a estas ni a los partidos políticos que las favorezcan.

Vivimos en una democracia liberal en la que el sistema de medios se rige por una comunicación de masas[1] adaptada a los nuevos medios (redes sociales) mediante la individualización del espectador. Ya en el siglo XIX Marx enmarcaba esta praxis comunicativa como "un instrumento de dominación, vertical y jerárquico e instrumento de producción de bienes a los que se accede de forma desigual"[2]. A mi entender, este fenómeno ha podido llegar hasta nuestros días, sorteando los distintos obstáculos y cambios sociales, adaptándose a ellos, ya que, "el éxito del capitalismo [sistema económico en el que se encuadran los medios de comunicación actuales de gestión privada] ha residido en saberse adaptar a la naturaleza humana que, guste o no, opera por incentivos egoístas. El capitalismo ha sabido combinar las debilidades humanas con el crecimiento y el desarrollo y ha demostrado una cierta inteligencia para sortear las crisis sociales" (Ramió, 2015:4).

La comunicación de masas devalúa la calidad de la información que le llega a la ciudadanía, ya que, como asegura McQuail, los contenidos están estandarizados[3], haciendo que sea imposible que la ciudadanía se nutra de una información no sesgada por la conveniencia del capital, puesto que los contenidos que se quieran emitir o publicar pasan por una serie de filtros que evitan que temas que puedan  tensionar a la población en contra del sistema económico o político salgan a la luz, controlándose así la agenda pública, los temas que en teoría denotan las preocupaciones de la población, pero que en realidad son los temas que preocupan a la gente porque los medios así lo han impuesto.  

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