La ciencia. Su método y su filosofía

Introducción.

Mario Bunge (1919-2020) fue un destacado intelectual y filósofo argentino, además de físico y epistemólogo. Bunge nació el 21 de septiembre de 1919 en Florida Oeste (Buenos Aires, Argentina), y falleció recientemente; el 24 de febrero de 2020, en Montreal (Quebec, Canadá), a la edad de cien años.

En su obra “La ciencia. Su método y filosofía” plantea la definición de ciencia bajo dos características principales: la ciencia formal y la ciencia fáctica, en donde plantea la ciencia como un cuerpo de ideas que se caracterizan por conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por lo tanto falible.

Mario Bunge nos plantea que la lógica y los conocimientos empíricos y abstractos definen la ciencia formal, a lo contrario de la ciencia fáctica que es quien confirma los juicios planteados por medio de la observación y la experimentación. Durante la lectura nos plantea la relación de ambas ciencias tomando como  ejemplo la creación del ideal matemático donde al experimentar con el lenguaje empleado comprueba la realidad del mismo.

La ciencia. Su método y su filosofía.

Conforme el hombre evoluciona, busca conocer la naturaleza de las cosas para entender mejor su entorno y a él mismo, se cuestiona cada hecho aprendido en la etapa del conocimiento empírico. Mario Bunge presenta la ciencia como el medio en que el ser humano busca entender el mundo y aprovechar este conocimiento para mejorar su medio.

Plantea dos directrices que se complementan: la ciencia formal que está basada en la lógica (ideales) para demostrar sus teoremas y la ciencia fáctica basada en el empirismo (materiales) donde es necesario la observación y la experimentación.

El autor nos lleva de manera filosófica sobre el entendimiento de la ciencia más allá de lo establecido, en donde el conocimiento científico tiene como objetivo la búsqueda de la verificación de ideales y la adaptación de los hechos mediante la observación y experimentación. Concuerdo con el autor que menciona que sólo la experiencia puede decirnos si una hipótesis relativa a cierto grupo de hechos materiales es adecuada o no, mismas que son verificables, aunque no garantiza que sea la única hipótesis verdadera. Bunge habla de la dificultad e incertidumbre generada al momento de la verificación de las hipótesis, y nos deja claro que no existe un camino que lleve a verdades finales.

Bunge nos plantea, al ser investigadores, la necesidad de buscar ejercer el desarrollo de una actitud filosófica que permita hacer uso de la lógica y del desarrollo crítico para mejorar la estrategia de investigación e invita a considerar el impacto, la necesidad e importancia de la relación entre la filosofía y la ciencia, donde la filosofía aspira a ser una pieza clave en la transmisión de información y facilita su desarrollo; a su vez trae a relucir cómo la ciencia es útil tanto para el desarrollo de ideas, así como tecnologías que permiten al ser humano formar parte del desarrollo en el conocimiento científico con fines prácticos y en beneficio de la humanidad, de tal forma que la ciencia y la tecnología se retroalimentan la una a la otra.

Se puede establecer ciertas correspondencias entre las entidades formales y la realidad objetiva, ya sea respecto a objetos o bien a procesos, tanto naturales como artificiales. En este sentido es como la física, la química, la fisiología, la psicología, la economía, y las demás ciencias hacen de la matemática una herramienta para realizar una construcción de complejas relaciones entre los hechos y sus diversos aspectos. En esta correspondencia se da entonces una interpretación de las formas ideales en términos de hechos y experiencias, es decir, se da una formalización de ciertos aspectos de la realidad fáctica.

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