La clorhexidina.

CLORHEXIDINA

La clorhexidina es un antiséptico usado para eliminar o inhibir el crecimiento bacteriano sobre tejido vivo, es decir que funciona igual que los desinfectantes, reduce el riesgo de infección, sin dañar la superficie en la que se aplica (en este caso la encía y los dientes).

La clorhexidina al ser un antiséptico que debe recetarse por el profesional dental, jamás debe auto subministrarse por parte del paciente, ya que puede tener consecuencias negativas para el mismo. Por ejemplo, el oscurecimiento superficial de los dientes.

Por lo general se administra como enjuague bucal o colutorio. Aunque también los podrás encontrar en pastas dentales, geles  y sprays.

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PARA QUE SE USA
La clorhexidina tiene varios usos en la medicina bucal:

Para tratar lesiones bucales como heridas o aftas (siempre que estas sean leves y te las recete el dentista).

En tratamientos de gingivitis y periodontitis.

También es usada en endodoncias aunque en concentraciones muy bajas.

En crema o gel se utiliza para desinfectar heridas y quemaduras.

El tratamiento con este tipo de antiséptico suele durar un máximo de 15 días y se aplica con la cantidad indicada en el propio frasco o la indicada por tu periodoncista. Si estás utilizando un enjuague de clorhexidina no debes rebajarlo con agua, los colutorios están ya preparados a la proporción adecuada.  Se debe aplicar dos veces al día, durante 30 segundos a un minuto en boca. Su efecto permanece durante 12 horas.

Cuidado al usar la clorhexidina porque si no…

Puedes llegar a tener problemas bucales. Solo deberás usarlo durante el periodo que te marque el profesional odontólogo, nunca durante más tiempo.

Su uso prolongado puede provocar tinciones grises e los dientes (dando lugar a manchas) y que incluso disminuya el sentido del gusto. La buena noticia es que los dos efectos son reversibles al dejar de utilizarla. A veces es necesaria una profilaxis con la higienista dental.

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