La célula

La célula es una maravillosa y perfecta máquina biológica que se originó a partir de la evolución de la materia orgánica.

Los fósiles más antiguos, esferas microscópicas aisladas parecidas a las bacterias moderas, tienen aproximadamente 3500 millones de años. Sin embargo, hasta hace unos 500 millones de años ni un solo organismo multicelular animal o vegetal vivió sobre la Tierra.

La célula es la unidad biológica constitutivas de todos los organismos existentes en la Tierra y conocida desde 1632-1723 por Anthony Van Leeuwenhoek. Este cuerpo microscópico estructural y con vida propia, comenzó a ser estudiado desde hace más de 200 años con los primeros y sencillos microscopios creados por el Sr. Leeuwenhoek; en las células se identificaron por vez primera: la pared celular, los cloroplastos y el protoplasma.

Evolución.

De acuerdo con las características básicas que hoy se conocen de la célula es de suponer que los primeros seres vivientes debieron reunir los mismos requisitos que las bacterias actuales para intercambiar sustancias con el entorno, realizar una serie de reacciones químicas para obtener energía con los nutrientes y tener la capacidad de reproducirse. Para ello fue necesario que contaran, al menos, con los elementos que se señalan enseguida:

Una membrana semipermeable que delimitaba a la célula, dándole individualidad y permitiéndole intercomunicación entre el medio interno y externo.

Un sistema de degradación y síntesis de nutrientes por acción enzimática, para realizar sus funciones vitales.

Un sistema de información genética que al duplicarse posibilitó transmitirlo a sus descendientes durante la división. Conforme esa información se modificaba al mutar los primeros genes aumentaba, al mismo tiempo, cuando aparecían otros nuevos. Así se promovió el incremento de la variabilidad en estos microorganismos primitivos.

Se cree que la variabilidad generada por las modificaciones en esos primeros genes confirieron a algunas de estas células la capacidad de adaptarse al ambiente y de transmitir a sus descendientes la información que especificaba esos caracteres favorecidos por la naturaleza. De esta forma, se llega a identificar el proceso de selección natural como el principio regulador que ha propiciado la presencia de distintas formas de vida y la eliminación de otras, durante los cambios del ambiente físico experimentados en la Tierra a través de sus diferentes etapas.

Hipótesis del mundo del RNA.

En la última décad del siglo XX se han aportado pruebas que sugieren que los RNA fueron las primeras unidades hereditarias que dieron origen a la vida. Sililares al material hereditario de los acules retrovirus, estos RNA al evolucionar conducirían a la formación del DNA; molécula que almacena y transmite la información genética en las células modernas.

Según la hipótesis

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