La discusión entre la modernidad y la postmodernidad

Por último y sumamente relevante podemos resaltar la discusión entre la modernidad y la postmodernidad, en lo que al apoyo de la praxis docente que aporta cada una, se refiere, y es que así como ya sabemos que la modernidad es el momento de “iluminación” mental del hombre, donde decide dejar atrás el mundo dogmático de la religión, aportándonos la libertad y responsabilidad de ver por nosotros mismos a través de la razón científica y olvidando todas aquellas limitaciones y prejuicios que la Iglesia imponía, marcando un momento de emancipación sobre el sistema que regía en ese entonces, ya que lo consideraron obsoleto y se comienza a demandar el avance y la tecnología. Avance y tecnología que hasta ahora son válidos y útiles y que son parte de la educación y la vida. Sin embargo llegamos al punto en el que la sed de conocimiento y dominio de la naturaleza fue tal que olvidamos el resto de las partes que conforman a la vida y a la humanidad, dejamos de lado valores importantes por tomar la economía como centro y convertimos a la razón en un mero instrumento, e incluso, hablando de la educación, nos dimos a la terea de convertir la escuela en una pequeña fábrica de mentes obreras al servicio de la técnica y la economía, donde el máximo interés está en rellenar de conocimientos los cerebros para que sean capaces de realizar trabajos, y eliminando verdadera racionalidad y el espíritu crítico, la imaginación y el desarrollo como personas individuales, únicas y sociales. Es por esto que la postmodernidad nos invita a dejar de lado esta razón instrumentalizada y a retomar valores y particularidades humanas de cada pupilo, nos exige una nueva forma de educar en donde respetemos la individualidad de cada uno y ayudemos a impulsarla para formar personas en todos los sentidos, con un espíritu de autoconstrucción que finalmente construya una sociedad para todos.

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