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“La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda.”


Enviado por   •  13 de Octubre de 2015  •  Resumen  •  3.477 Palabras (14 Páginas)  •  1.052 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Facultad de Estudios Superiores  Iztacala

Ensayo Libro Cereijido

Desarrollo Histórico de la Biología

Grupo: 1103


Ruiz Santos Betzabé Montserrat

CIENCIA SIN SESO LOCURA DOBLE  

MARCELINO CEREIJIDO


“La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda.”
Voltaire, Filósofo y escritor         francés.

Cada vez que escuchamos la palabra ciencia viene a nuestra mente la idea de un proceso complicado, un conjunto de conocimientos ordenados sistemáticamente acerca del Universo, obtenidos por la observación y el razonamiento, que permiten la deducción de principios y leyes generales. Respecto a esto, Marcelino Cereijido nos hace una precisión acerca de este concepto: para poder hacer ciencia es necesario poseer un bagaje no solamente intelectual, sino cultural. Los conocimientos previos acerca de las cosas que nos rodean ya sean adquiridos por inducción, por deducción o transferidos por nuestros semejantes son la base para poder construir el conocimiento y posteriormente adentrarse en el vasto mundo de la investigación. Sin embargo, el concepto de investigación para muchos estudiantes es aún lejano y la razón de este hecho me atrevo a decir que es un tanto a la ignorancia y otro tanto la falta de compromiso social, en México no se oye hablar mucho de investigación, por lo que muchas veces me he preguntado si es un campo donde valga la pena intervenir. Los puntos abordados en el siguiente ensayo van encaminados a generar una idea de lo que compromete estudiar investigación desde la visión del autor Marcelino Cereijido quién nos conduce a través de un recuento histórico que hace más comprensible este proceso de vinculación entre la ciencia y la         investigación.

La necesidad del hombre de ir más allá de lo tangible ha sido una inquietud persistente por varios siglos, surgida de la necesidad de explicar lo no comprensible, de allí la existencia de los mitos que en su momento sirvieron de modelos que pretendían explicar las preocupaciones de diversas culturas, como el origen del universo, el origen del hombre y el destino después de la muerte; así los mitos en un principio fueron el comienzo del pensamiento científico, a partir de los conocimientos propios de aquella época. De esta manera al igual que el hombre, las formas de conocer también han evolucionado a través del tiempo en un largo proceso histórico de estira y afloja entre el empirismo, racionalismo, esoterismo, posiciones teológicas y conquistas de pueblos por otros con ideas contrapuestas que al final han desembocado en que la forma de aprender a conocer y de hacer ciencia depende del marco cultural, de la posición filosófica y de poder de los individuos.
Marcelino Cereijido pretende, hacernos conscientes de un hecho inherente al ser humano que muy pocas veces analizamos, esto es que detrás de la adquisición de todo conocimiento hay una serie de procesos estrechamente ligados con la cultura, que nos permiten aceptar o rechazar nuestras percepciones; para asimilar cualquier tipo de información debemos poseer conocimientos previos que nos permitan integrar dicha información en un conjunto y de esta manera procesarlo para generar una idea o conocimiento, siendo durante esta etapa cuando surge la ciencia. Una y otra vez que ese proceso ha sido llevado a cabo la relación del ser humano con el conocimiento debe ser dinámica, viva y productora, ya que la estructura de la ciencia cambia junto con los seres humanos y las sociedades. El hombre es un ser inseguro al que le asusta lo desconocido porque lo hace vulnerable; lo que mueve al hombre a investigar no es su amor a la verdad, ni el hecho de lograr un contacto con su ser superior o Dios, más bien lo mueve la angustia que le produce lo que no conoce.
La evolución de los homínidos favoreció el desarrollo de la inteligencia y la imaginación para prever causas y posibles efectos, así como para explicar fenómenos; con el perfeccionamiento del aparato científico, el hombre trató de eliminar los mitos que le sirvieron de punto de partida, sustituyendo el mythos por el logos. Como mencioné anteriormente, para dar razones de algo hay que partir de algún punto anterior ya aceptado como seguro. Los prejuicios que se usan para continuar creando conocimientos son llamados axiomas, al mismo tiempo la sistematización del saber científico resulta de revisar, re-vincular y rebuscar axiomas. Las religiones se basan en dogmas como proposiciones innegables cuya autoridad proviene de quien los decretó, por el contrario en la ciencia la credibilidad depende de la solidez de los argumentos. El principio de autoridad no pretende dar razones, en cambio la ciencia trata de explicar causas y fundamentos. A lo que viene muy acorde que el conocimiento es poder, pues otorga ciertas ventajas y quien es su poseedor lo guarda celosamente compartiéndolo con muy         pocos.

Por otra parte, uno de los grandes logros de la humanidad ha sido lograr entender la realidad con el mismo razonamiento de los objetos ideales, de este modo la razón se utiliza para describir la naturaleza y se pasa de la observación a la experimentación; no obstante, ésta requiere un nivel y tipo de especialización que no todas las civilizaciones llegan a desarrollar. Posteriormente con la aparición del método deductivo, se pasó de la experimentación a la comprobación de hipótesis, a esto surge la epistemología, una rama de la filosofía que a analiza la naturaleza, generación y validez del conocimiento y los epistemólogos se preguntaban que era una hipótesis, la respuesta a ello se basa principalmente en la falseabilidad de Popper, pero Lakatos lo contradice suponiendo que la falsación puede ser falsa también, en cambio Kuhn habla de la creación de paradigmas y su aceptación en la comunidad científica. Después de una revolución y de las ideas nacientes de que cualquier proposición es científica y que todo es útil, surgen proposiciones como el escepticismo, agnosticismo, relativismo, solipsismo, etc. Así, se concluye que los científicos tienen su propia idea de la filosofía y los filósofos la suya de ciencia, aunque esto cree malentendidos que pueden desembocar en discordias. Más adelante se le dedicó mucho estudio a los procesos inconscientes como el psicoanálisis ya que en varias ocasiones, las ideas clave o la solución a un problema vienen del inconsciente e incluso llegan a manifestarse en los         sueños.

La naturaleza nos ha dotado con un cerebro en maduración, susceptible a ser modelado a través de la crianza, en esta etapa es donde se desarrollan la creatividad y la habilidad para cuestionar lo establecido e ir contracorriente y a ello se puede objetar que la educación a veces restringe las libertades imaginativas, no obstante, la rebeldía se ha hecho presente y ha establecido el papel de las restricciones formativas como una guía para el aprendizaje de la toma de decisiones, seguimiento de usos y costumbres.
En cada etapa de la evolución histórica, hay un límite entre lo conocido y lo desconocido, pero dentro de lo conocido quedan muchas cosas sin explicar. Este avance tiene un freno y es el temor e incredulidad hacia lo desconocido, la forma inteligente de abordar ese desconcierto es como ansiedad, y en varias ocasiones esta ansiedad puede tornarse como un factor positivo para la innovación porque nos mueve a trabajar creativamente para conocer. Antes de que los científicos estudien lo desconocido, la realidad lo presenta cotidianamente y se podrá empezar por conocer los caminos sociales del saber; las artes han influido en la ciencia y la ciencia en las artes, principalmente desde el punto de vista estático tratando de armonizarlo con lo funcional.
La ciencia es tan vasta y compleja, son tantas las ramas y tan variadas que la especialización en una de ellas es lo más lógico, ya que no alcanzaría una vida para abarcar tantos conocimientos, es por ello que los investigadores la mayoría de las veces solo se dedican a estudiar un cierto fenómeno con el fin de entenderlo mejor y tratar de conocer todo lo posible sobre él. Para que toda esta información no se colapse, se tiene cierto orden y puntos clave que favorecen la comunicación entre los miembros y aspirantes de la comunidad científica que son: leyes, servicios informativos, discurso científico e interdisciplinas. Para estudiar la realidad, ésta se ha dividido y clasificado en grupos, y para esto fue necesario conocer la esencia de las cosas, para evitar malentendidos se recurre a un lenguaje universal que varia un poco dependiendo si la ocasión es personal o         formal.
En los países tercermundistas, la mayor parte de la investigación es llevada a cabo en universidades donde inevitablemente es fusionada con la docencia, hecho que favorece la preparación de los estudiantes debido a la masificación en las universidades, sin embargo, tal y como en la selección natural de Darwin, solo permanecen los más aptos. La capacidad científica de un país depende de la calidad de las universidades que pueden depender de intereses realmente desarrolladores o en el peor de los casos simplemente ambición política, así sucede cuando los científicos dejan de ser las autoridades universitarias y los políticos hacen de las         suyas.
Para evaluar la calidad de un científico según Cereijido, vale más la cantidad de trabajos realizados que la calidad y originalidad de estos y dichas evaluaciones se llevan a cabo en momentos en los que son más los científicos y proyectos que hay que financiar que los recursos disponibles. La vida de investigador es comparada con la del artista y es que en países donde la burocracia controla a la comunidad científica, es algo complicado encontrar por principio de cuentas una idea que guste, para que esta no sea rechazada y de ahí partir para ver cómo, de donde y con qué conseguir un laboratorio, fondos, personal, etc. Las consecuencias de esto son que la mitad de los investigadores acaben siendo administradores de tiempo         completo.

El desarrollo del pensamiento a lo largo de la historia ha favorecido la creación y el uso de la ciencia a favor de la humanidad; primeramente se analizaba el mundo de las ideas, luego el mundo de los hechos, y finalmente se buscó una utilidad a la tecnología. La ciencia y la tecnología son dos conceptos que van de la mano al momento en que la ciencia permite la aplicación de la tecnología y la tecnología ayuda al desarrollo de la ciencia y aunque anteriormente se realizaba ciencia y después se buscaba un uso tecnológico para ésta, ahora las demandas de tecnología exigen que la ciencia avance rápidamente, cuestión que en tercer mundo llega a ser complicada, pues bien es sabido y mencionado por el mismo Cereijido, que en América Latina no se le destina el presupuesto necesario al campo de la investigación creando un círculo vicioso de atraso tecnológico y crisis, no obstante también es claro que el afán por investigar e innovar no depende directamente de lo económico, más bien depende de la convicción y compromiso social del         investigador.
En el México actual ahora más que nunca se necesita de esa convicción por involucrarnos en la sociedad ya que día a día vemos el incremento de las viejas problemáticas como: la falta de cobertura y calidad estudiantil, la mala organización del sindicato de maestros, la corrupción, la mala y viciosa política y no olvidemos el surgimiento de nuevos problemas como las adicciones cada vez más notorias en los jóvenes, incluso desde muy temprana edad, la deserción escolar, la deficiente y en muchos casos nula planificación familiar, la evidente aparición del famoso “bullying”, entre muchos otros problemas que al ser de carácter social, nos involucra principalmente a los estudiosos de dichos fenómenos; en este panorama los pedagogos tenemos un vasto campo de acción en el cuál es nuestro deber actuar, sin dejarnos vencer por las trabas en el camino, sino por el contrario nos sirvan de aliciente para continuar y ser perseverantes con nuestros objetivos, pues a pesar de ser una tarea poco sencilla el hecho de haber accedido a un nivel superior nos dota con varios elementos que posteriormente serán fortalecidos en la práctica, en el campo laboral. No obstante, considero necesario aclarar que lo anterior solo aplica para aquellos que de verdad están comprometidos con su profesión, con el interés de aprender y principalmente con la idea inamovible de contribuir en la reparación de la vasta problemática         social.
Tal y como lo hemos visto, dedicarse a la investigación en este país es una aventura que implica pasar por un sin fin de penurias, tocar puertas que no se abren y cargar con un estigma de ser una profesión que incluso Cereijido ha dudado en recomendar. Sin embargo, también implica satisfacción y orgullo por los logros alcanzados en beneficio de nuestra sociedad, con la cual estamos de antemano comprometidos, por haber contado con el privilegio de ser elegidos para formar parte de ese pequeño grupo que ha ingresado a un nivel educativo superior con respecto al resto de la población. Y es en este punto donde debemos replantear la pregunta formulada por Marcelino Cereijido al principio del texto; en mi humilde opinión desde el primer momento en que el estudiante ingresa a la facultad ya debe conocer la respuesta.

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