La influencia de los eclipses alrededor del mundo.

La influencia de los eclipses alrededor del mundo.

Como seres humanos somos curiosos por naturaleza, por ello nos han maravillado todo tipo de fenómenos naturales y hemos tratado de darles explicaciones mágicas o divinas a lo largo de nuestra historia. Las estrellas y cuerpos celestes fueron, y serán, uno de los elementos más misteriosos y enigmáticos que se han contemplado; por lo que no es de extrañar que desde la antigüedad el Sol y la Luna sean parte primordial en todo tipo de mitos de todas las culturas. Sin embargo, uno de los fenómenos que más han impresionado a la humanidad son los eclipses. El oscurecimiento del astro rey por parte de su contraparte nocturna, un evento que rompe con el orden establecido en el cielo. Es imposible que no haya una cultura en que signifique algo, ya sea un mal augurio o un momento de renovación.[pic 1]

Buscamos compartirles el distinto significado que le hemos dado los hombres a este evento astronómico a lo largo de toda la historia. Que si bien es algo que ha existido desde antes de nosotros, no podemos negar que es una oportunidad increíble ser capaces de vivir uno. Se les ha visto en libros, películas e incluso música por lo que su influjo sigue vigente, pero no todos conocemos desde donde viene esa fascinación y eso es precisamente lo que queremos darles a conocer; no sólo en la mitología de México sino de muchas alrededor del mundo, conocer las leyendas nos ayuda a comprender como es una cultura.[pic 2]

Empecemos por los países nórdicos y su cultura tan ajena a la nuestra. Ellos imaginaron que tanto Sól como Mani, la Luna, eran perseguidos siempre por los fieros lobos llamados Sköll, repulsión, y Hati, odio: ambos hijos, o hermanos según la versión del mito, de Fenrir, el lobo que traería el fin del mundo y hermanos de Mánagarm, el perro de la Luna que devora a los muertos.

Al ser consumidos por la envidia su objetivo era alcanzar y devorar a los brillantes y hermosos astros. Sköll perseguía a Sól y Hati a Mani, para que el mundo volviera a estar sumido en su oscuridad primitiva. Pero recaía en ellos una maldición lanzada por Odín, rey de los dioses: sólo cuando llegara el Ragnarök, el fin del mundo y de los dioses, ellos serían capaces de alcanzarlos y destruirlos.

Se decía que a veces, los lobos alcanzaban e intentaban devorarlos, produciendo un eclipse. Entonces, la gente aterrorizada producía grandes ruidos que se creía asustaban a los lobos. Una vez libres de nuevo, Sól y Mani reanudaban su camino, por siempre perseguidos por las hambrientas bestias a través del cielo, quienes esperaban con anhelo el fin de los tiempos. 

Para los antiguos egipcios este fenomeno se relacionaba con los dioses Horus, Seth y Ra. Los ojos de Horus, el dios con rostro de halcón, eran el Sol y la Luna.  El ojo izquierdo es la Luna, es menos brillante porque fue lesionado durante una batalla celestial en la que Seth, disfrazado de cerdo, logró arrebatar este ojo, que despues fue recuperado por Ra; esta sería la explicacion del eclipse de Sol.  Los eclipses de Luna recrean una de las historias egipcias en la que Set hurta, de nuevo, el ojo izquierdo de Horus, sumiendo al universo en oscuridad.  Toth, el sabio dios con aspecto de ibis, logra recuperar el ojo perdido y lo restituye en su lugar, permitiendo el renacimiento de la Luna [pic 3]

Una de las historias más complejas es la hindú, donde el demonio Rahu se disfraza para probar un elixir que le dará la inmortalidad. El sol y la luna lo notan y se lo cuentan al dios Vishnu, quien le corta la cabeza antes de que el elixir pase por su garganta. Por tanto la cabeza inmortal de Rahu sigue rondando los cielos y tratando de atrapar al sol y la luna. Cuando lo logra, se produce un eclipse ya sea de Sol o de Luna. [pic 4]

Por otro lado, dentro de nuestro país existieron muchas culturas muy distintas y variadas, cada una con una creencia propia.  Para los Tojolabales, los eclipses de ambos cuerpos celestes eran vistos con grave angustia, pues se temía que una vez derrotados por sus enemigos (el Sol por la Luna enfurecida, y ésta por las b’ajte’, hormigas negras que pretenden devorarla), el fin del mundo sería cierto. Por ello, cuando ocurrían, la gente se refugiaban tocando campanas, tambores, cuernos, puertas, e incluso instrumentos de labranza para “ayudar” a que se haga nuevamente la luz. Los Lacandones, llaman al eclipse chibil, “mordedura” porque creían que un jaguar se come a la luminaria (la Luna o el Sol), y que si se lo comiera por completo, el mundo se acabaría. Para que esto no suceda, rezan pasivamente a Hach Ak Yum, el dios principal y superior a todos, para que lo impidiera. 

Los mayas llamaban a los eclipses la” comida del Sol o de la Luna”, porque pensaban que un enorme monstruo atacaría a alguno de esos astros. Esto lo representaron en el Códice de Dresde al dibujar unas bandas jeroglíficas planetarias o celestes en las que se representaban algunos de los planetas: una parte blanca y una negra que simbolizan a los eclipses, y un monstruo que se comía a ambas partes. Sus calendarios eran mucho más avanzados que los de Europa de aquella época, por lo que lograron predecir muchos de estos fenómenos.[pic 5]

Al contrario de lo que muchos pensaban sobre este evento, los Incas lo celebraban pues era un momento de gran alegría. Para ellos la Luna y el Sol, creados por el dios Viracocha, se enamoraron profundamente sin saber que estarían separado por la eternidad. El sol al ser el más fuerte de los dos soportó con valentía el dolor de la separación y brillaba con toda su fuerza y poderío pero la luna no consiguió la fuerza necesaria y solo podía brindar al mundo una luz tenue y gris que nada iluminaba. Viracocha al ver la tristeza de la luna, creo otras estrellas que le hicieran compañía. Mientras tanto el sol, brillaba con más y más fuerza para intentar así que su calor llegara hasta su amada y hacer que lo sintiera más cerca de ella. La luna, que no consiguió sentir el calor del sol ya que estaban tan lejos cayó en una tristeza tan profunda que se agravo cuando se creó la Tierra y se interpuso entre ambos. El generoso Dios al enterarse por una de las estrellas del motivo de su tristeza decidió crear un momento único donde los dos astros más luminosos que había creado pudieran estar juntos, este momento recibió el nombre de eclipse de sol.[pic 6]

Desde ese instante el sol y la luna brillan ilusionados esperando ese mágico y raro momento en el que pueden permanecer juntos en el cielo y amarse. Pero los seres humanos no pueden presenciar este espectáculo de frente porque quedarían ciegos al instante ya que sus ojos no soportarían el resplandor de tanto amor desatado en el firmamento. Una de las explicaciones más bellas para el momento donde dos grandes astros de unen en uno solo.

En otras culturas casi siempre se le representaba como un animal o ser que consumía al Sol o la Luna, por lo que es una imagen recurrente en este tipo de acontecimiento, pero no tocamos a fondo este tema por ser demasiado grande y repetitivo.

...