La medida: una necesaria trama de conceptos

La medida: una necesaria trama de conceptos.

Si se mida cualquier objeto varias veces consecutivas, aun cuando se utilice el mismo instrumento, seguramente se obtendrán distintos resultados. Toda medición contiene un margen de error. Si a los errores provocados por los defectos en las escalas del instrumento de medición se le suman los que se originan por las malas lecturas del observador y se les agregan los que son originados por factores no previsibles, obtenemos que el error es inherente a la medición. No existen medidas exactas, son todas aproximadas.

El carácter aproximativo de la medida nos conduce a dos consecuencias muy importantes: la primera es la necesidad de acotamiento.

Las magnitudes pueden ser discretas si los números naturales resultan suficientes para señalar su cantidad, o continuas si el conjunto de números naturales no alcanza para medirlas. Y esta es la segunda consecuencia: la introducción de una nueva clase de números. Los números racionales e irracionales.

La noción de medida se completa con la idea de fracción, ya que no es posible pensar que se comprende la medida de manera más o menos acabada si no se dispone de una herramienta que permita cuantificar la magnitud del atributo escogido. La medida es uno de los ámbitos privilegiados de donde el concepto de fracción toma su sentido.

Es necesario trabajar sobre la necesidad de una unidad de medida, utilizar unidades antropométricas, objetos de uso común, unidades no convencionales con múltiplos y submúltiplos de esa unidad, discutir los problemas de comunicación que genera la inexistencia de que el grupo posea una unidad común, para llegar a las unidades legales y los submúltiplos de edad unidades.

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