La moral sexual “cultural” y la nerviosidad moderna

La moral sexual “cultural” y la nerviosidad moderna.

Y en efecto, Von Ehrenfels pesquisa en la moral sexual dominante en nuestra sociedad occidental de hoy una serie de perjuicios que sebe precisado a imputarle, y aun reconociéndole plenamente su notable idoneidad para promover la cultura llega a pronunciar sobre ella un juicio adverso y a considerarla necesitada de reforma.

Me refiero a la nerviosidad moderna, o sea, la que se difunde con rapidez en la sociedad de nuestros días y cuya promoción es reconducible a aquella moral. En ocasiones algún enfermo de los nervios llama el mismo la atención de su médico sobre la oposición pertinente en el proceso casual de su padecimiento manifestado. En nuestras familias hemos enfermado todos de los nervios porque queríamos ser algo mejor de lo que nos consentía nuestro origen.

Los extraordinarios logros de los tiempos modernos, los descubrimientos e innovaciones en todos los campos, en mantenimiento del progreso fuerte a la creciente competencia, solo se han logrado mediante un gran trabajo intelectual y solo este es capaz de conservarlos.

La noche se aprovecha para viajar, el día para los negocios aun los viajes de placer son ocasiones de fatiga para el sistema nervioso, la inquietud promovida  por las grandes crisis políticas, industriales, financieras se trasmite a círculos de población más amplios que antes; la participación en la vida pública se ha vuelto universal: luchas políticas, religiosas, sociales, la actividad de los partidos, las agitaciones electorales, el desmesurado crecimiento de las asociaciones, inervan la mente e imponen al espíritu un esfuerzo cada vez mayor, robando tiempo al esparcimiento, al sueño y al descanso, la vida en las grandes ciudades se vuelve cada vez más refinada y desapacible.

En especial se ha calificado ala neurastenia como una enfermedad enteramente moderna, y Beard, a quien debemos la primera exposición panorámica de ella, creía haber descubierto una nueva enfermedad nerviosa nacida en el suelo de Estados Unidos.

Si se prescinde de las maneras vagas de estar enfermo de los nervios y se consideran las genuinas formas de enfermedad nerviosa, el influjo nocivo de la cultura se reduce en lo esencial a la dañina sofocación de la vida sexual de los pueblos (o estratos) de cultura por obra de la moral sexual “cultural” que en ellos impera.

Neurastenia: Neurosis que se caracteriza por fuertes síntomas depresivos, tendencia a la tristeza y gran inestabilidad emotiva.

Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa.

Varios han comprendido y publicado ya estudios psicoanalíticos sobre la impotencia psíquica, todo psicoanalista está en condiciones de corroborar para su propia experiencia medica los esclarecimientos ofrecidos en ellos.

Si por medio del psicoanálisis se someten a estudios profundos, casos de impotencia psíquica declarada, se obtiene la siguiente información sobre los procesos psicosexuales, eficaces. La “ternura” de los padres y las personas a cargo de la crianza, que rara vez dimitente su carácter (erótico, el niño es un juguete erótico), contribuye en mucho a crecentar los aportes del erotismo a las investiduras de las pulsiones yoicas del niño y a conferirles un grado que no podrá menos que entrar en cuenta en el desarrollo posterior, tanto más si ayudan algunas otras circunstancias. Ahora bien, en la pubertad se añade la poderosa corriente “sensual” que ya no ignora sus metas. El varón dejara a su padre y a su madre según el precepto bíblico- y se allegara a su mujer, así quedan conjugadas ternura y sensualidad.

Los grados máximos de enamoramiento sensual conllevaran la máxima estimación psíquica (la sobre estimación) normal del objeto sexual de parte del varón. En nada modifica esta situación el hecho de que ahora consume en la fantasía del progreso que fracaso en la realidad.

El resultado entonces una impotencia absoluta, tal vez asegurada además por el afectivo debilitamiento, adquirido al mismo tiempo, de los órganos que ejecutan el acto sexual. Ese que hacer es caprichoso, es perturbado con facilidad, a menudo incorrecto en la ejecución, dispensa un goce escaso.

Cuando aman no anhelan y cuando anhelan no pueden amar.

Si se toma el concepto de impotencia psíquica en un sentido más lato, sin limitarla al fracaso de la acción del coito no obstante el previo propósito de obtener placer y la posesión de un aparato conceptual intacto, se nos presenta en primer lugar todos esos hombres a quienes se designa como (psicanestesicos). Pero si no consideramos una ampliación del concepto de la impotencia psíquica, si no las gradaciones de su sintomatología no podemos desconocer la intención de que la conducta amorosa del hombre en el mundo cultural de nuestros días presenta universalmente el tipo de la impotencia psíquica.

En nuestro mundo cultural, las mujeres se encuentran bajo un parecido efecto posterior de su educación y, además, bajo el efecto de contra golpe de la conducta de los hombres. La mujer de cultura no suele trasgredir la prohibición del que hacer sexual durante este lapso de espera, y así adquiere el ultimo enlace entre prohibición y sensualidad.  

Psicoanálisis de pareja del amor y sus bordes.

La pareja tomada aquí como una entidad psicoanalista planteada un permanente desafío teórico-clínico sobre todo para quienes han sido formados en su comienzo en el análisis llamado individual. Un solo sujeto el cual llamamos paciente y otro al cual llamamos analista. Esta denominación está sufriendo algunos cambios y con el andar de los años y las modificaciones teóricas se tienden hoy a remplazar por analizando-analista probable resultado de un cuestionamiento y un comienzo de respuesta al problema que plantea una relación en la que intervienen dos sujetos.

...