La motivación en la prevención del embarazo precoz

La motivación en la prevención del embarazo precoz

Aun cuando las condiciones hormonales y biológicas sugieran que una adolescente en la pubertad está lista para la reproducción, no es suficiente para que pueda afrontar, con éxito, el camino de la maternidad. El embarazo adolescente es un problema que se ha extendido a todos los sectores de la población independientemente de su nivel socioeconómico. La mala o inexistente educación sexual sumada al desconocimiento del uso adecuado de los métodos anticonceptivos incrementa la cantidad de embarazos de madres púberes y, por ende, de hijos con madres adolescentes.

Los padres del adolescente abrumados por la situación finalmente responsabilizan a los propios adolescentes por las conductas “impropias” que los llevaron al embarazo, sin tomar en cuenta todos los factores sociales, familiares, y educativos que participan en el problema. Esto produce que los futuros padres se sientan desamparados y aun más angustiados con todas las responsabilidades que ven venir. Sin un respaldo familiar el embarazo adolescente es comprendido como un gran obstáculo que, en muchas ocasiones y ante consejos muy equivocados, se termina “remediando” con el aborto.

¿Qué se puede hacer entonces para solucionar este problema? Este es un problema que no tiene cura, la solución pasa por la prevención y, en caso de producirse el embarazo, por la aceptación, acompañamiento y apoyo oportuno y profesional. La prevención del embarazo adolescente involucra diversos escenarios, entre ellos, el individual, el familiar, el social y el escolar.

Para prevenir este problema desde el punto de vista individual o personal, la motivación juega un papel primordial. En la mujer, la baja autoestima es un factor que aumenta la probabilidad de permitirse tener relaciones sexuales tempranas, esto hace que cualquier proposición recibida sea considerada como una oportunidad escasa. En el varón, en cambio, una visión “machista” le induce a conquistar la mayor cantidad de trofeos sexuales posibles. Fomentar la autoestima en los adolescentes es necesario: valorándolos como personas, resaltando sus méritos y fomentando sus aptitudes y vocaciones.

En lo referente al entorno familiar, la motivación se produce con el ejemplo, una familia bien constituida, con un núcleo funcional y en armonía será, en muchos casos, la semilla de una nueva familia igualmente funcional. Implantar en los adolescentes la idea de que la familia está hecha para perdurar, les exhortará a ser más cuidadosos y “maduros” al momento de escoger su pareja. Los padres pueden y deben ayudar a sus hijos a transitar por una sexualidad responsable, las conversaciones respecto a la importancia del correcto uso de métodos de protección, no sólo por el embarazo sino también por las enfermedades de transmisión sexual y abrir los espacios para las dudas adolescentes puede hacer la diferencia en la vida de los hijos. Los padres deben alentar a los adolescentes a comprender que la libertad y el poder acarrean responsabilidades. Si un adolescente quiere tomar decisiones independientes, entonces tendrá que asumir la responsabilidad de las consecuencias derivadas de sus decisiones, sin que esto implique jamás el abandonarlos en sus problemas.

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