La otra gente, Más allá de la identidad

La otra gente, Más allá de la identidad.

Este texto habla principalmente del autoconocimiento, cualidad que muchas personas no poseen.

La expresión “La mayor parte de la gente es otra gente”, es muy cierta ya que a veces las personas son influidas por diferentes factores, logrando así un nuevo comportamiento.

A veces un tanto ajeno a ellos, otras veces creen que ya es parte de su personalidad, pero no se han puesto a ver quiénes son realmente, y cuál es su identidad.

Puede influir su religión, su lugar de origen, su pensamiento ético y el político y también la presión social.

En cada país las costumbres son muy diferentes y diversas y estas crean otro tipo de ideas y formación personal de los individuos.

La falta de identidad propia y de autoconocimiento pueden representar en algún momento limitaciones y sobre todo falta de libertad.

Las personas deben de tener claro que se deben hacer a un lado esas limitaciones y deben de saber decidir y descubrir sus auténticos gustos, no dejarse influenciar por costumbres, ni por la sociedad en la que crecieron y los rodea.

Aquí tendría que ver la mentira que se hacen a sí mismas las personas.

Es de gran importancia ya que la mentira es un antivalor o costumbre que tienen muchas personas y no es una acción buena. Es vista también como un pecado.

La mentira no corresponde con un hecho verídico, pero sin embargo es usada por los individuos, con el claro objetivo de engañar, haciendo creer algo distinto a la verdad y esto puede ser sobre un hecho del pasado, el presente o incluso el futuro. Y no precisamente todo es verbal, aquí también se incluyen los actos fingidos.

De esta forma, la mentira sería una acción de ocultamiento o distorsión de la verdad, la cual puede hacerse a través del discurso, las acciones, etc.

Puede usarse para cumplir un objetivo material, familiar o hasta espiritual.

A veces podría haber justificación de ella depende del grado de la mentira y lo que se esté afectado por ella.

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