La sexta extinción engloba varias circunstancias negativas de las cuales el libro nos informa,

UNIVERSIDA AUTÓNOMA DE ZACATECAS.[pic 1]

Unida de Ciencias de la Tierra.

Licenciatura en ciencias ambientales.

Biodiversidad

Mayo 2016, Zacatecas, Zacatecas

La sexta extinción engloba varias circunstancias negativas de las cuales el libro nos informa, y trata de advertirnos con análisis detallados de cómo la humanidad está llevando estos factores y cuáles son las causas del desarrollo humano como lo conocemos.

Las anteriores extinciones masivas de nuestro planeta se llevaron a cabo por factores naturales; estas desgracias mellaron la vida de la Tierra hasta extinguir las especies, dejando unas pocas que consiguieron ir adaptándose para generar las formas de vida que se establecieron posteriormente en el planeta. Ahora bien, la sexta extinción, se pregona, llegará mayormente de manera antropogénica llevada de la mano del hombre quien hasta ahora ha descuidado del planeta y las especies que se encuentran sobre él, creando una extinción aparte de la que se cree llegará una vez las condiciones catastróficas del calentamiento global se dé.

Actualmente nos podemos dar cuenta de cómo las poblaciones de animales y plantas se han ido reduciendo conforme la humanidad se va desarrollando, los hábitats se van destruyendo e incluso las irregularidades entre especies se dan (llegan especies invasoras, destruyéndose entre ellas por la búsqueda de los recursos y supervivencia) esto es bien conocido y, a pesar de ello poco o nada se hace para evitarlo. Nos podemos dar cuenta fácilmente que cosas raras están sucediendo en nuestro planeta, no sólo con las claras extinciones, sino por los cambios climáticos que conllevan una gran variedad de desastres naturales que casa año van en aumento a lo largo del planeta. Se sabe que el aumento de la temperatura puede significar el fin de la mayoría de los seres vivos. Y este aumento se ha dado desde hace varios años, con el desarrollo tecnológico humano que ha variado durante la historia, y que en la época despees de la segunda guerra mundial era llevado a cabo por la industria del vapor. Más tarde se fueron utilizando materiales dañinos para la atmosfera, como los CFC, que se encargaban de destruir la capa de ozono. Varias cosas se han tratado de hacer para consumir menos productos dañinos, pero la humanidad está y siempre estará reacia a detener los desarrollos tecnológicos que puedan resultar dañinos. El ejemplo del automóvil está claro, los combustibles de petróleo son contaminantes por excelencia de la atmosfera y las estadísticas que nos da el libro sobre este punto son alarmantes, tanto así que nos recuerda que este recurso se terminará pronto, no sin antes haber repercutido en la atmosfera de manera significativa y, sabiendo esto, la humanidad hace muy poco por reducir este tipo de emisiones.

La contaminación causada por la humanidad no se limita a las emisiones que mandamos a la atmosfera cada día, produciendo el agujero tan famoso de la capa de ozono, también tenemos una gama de anti naturalidades que mandamos sobre nuestra naturaleza de forma desmedida. Contaminamos el agua, el viento, el suelo, todo lo que podemos, pero además llevamos a cabo otras atrocidades como la destrucción masiva de nuestros recursos, como los forestales, así como nuestros recursos alimenticios. Incluso hay empresas que han descuidado tanto la salud del planeta como la humana, e incluso en el volumen tocaba el tema de lo ocurrido en Bophal.

De estos últimos, se prevé que la capacidad de carga del planeta está llegando a su límite, una vez suceda, los recursos naturales, así como alimenticios no nos podrán abastecer. Ahora bien las alternativas que se manejan no parecen ser del todo convincentes, por ejemplo atiborrar las poblaciones de comida transgénica y del todo ajena a la naturaleza.

El recurso agua, el que nos queda, como cualquier otro recurso, es explotado a su máximo nivel y también se nos muestras estadísticas y predicciones del todo desalentadoras sobre su durabilidad en nuestro planeta. Todos estos son ejemplos de cómo nuestra especie está literalmente arrasando con cualquier recurso, tanto porque sea necesario, como por qué no lo es, y lo tomamos como simples lujos. Cabe mencionar que mientras más dinero se tenga, las estadísticas demuestran que más recursos se consumen y de desperdician; en contra contraste, las personas humildes saben administrar los recursos, causan un mínimo de desperdicios así como emociones y contaminantes. La globalización nos ha causado un gran número de beneficios, pero de igual manera fue un detonante para que el consumo humano se disparara. Y no hay demasiado problema con estas circunstancias, el ser humano debe alimentarse, tomar agua y encontrar formas de deshacerse de sus desechos; el verdadero problema radica en que nada de esto se hace de una forma inteligente, adecuada, con meticulosidad ambiental, y todos estos descuidos se traducen en la contaminación tan famosa que todos conocemos.

No sabemos cuidar nuestro planeta, está claro, nos gusta consumir y no ahorrar. No nos gusta darnos cuenta que la mayoría de las cosas que hacemos tienen repercusiones de una variedad de tipos. Tratamos de justificarnos con normas, leyes y toda una gama de papeles que nos “impiden” hacer las cosas que, sin embargo, hacemos. Entre estas normas tenemos aquellas que nos guían para mantener consumos bajos de energía, agua, productos. De nuevo el problema radica en que ignoramos a la mayoría de ellos, y creemos que los gobiernos o los encargados de los altos mandos son los únicos que tienen la responsabilidad de obedecer estas leyes. No estamos conscientes que la unión de todos los habitantes del planeta, poniendo cada uno de su parte, puede ayudar a no terminarnos los recursos, dejando mucho de materias vitales para futuras generaciones las cuales lo tendrán difícil.

Diversos países y organizaciones han tratado de llevar a cabo estas políticas. Tratan de reducir sus emisiones, sus niveles de consumo, producir menos contaminantes y hacer todo lo posible porque este mundo no se destruya. Pero estos países con buenas intenciones son pocos y hay otros, como el mayor consumidos: Estados Unidos, que no desean seguir regímenes que ataquen a su economía. Varios países en vías de desarrollo han demostrado que, mientras más crezcan, más recursos se consumirán y más contaminación habrá. Aquí de lo que se trata es de que estos países crezcan pero de una forma consiente, sin destruir ni desperdiciar. Estos países, sumados a la creciente poblacional de los ya desarrollados, nos dan números alarmantes en cuanto a cuánta población mundial habrá en un futuro, y este número nos sirve para conocer cuánta materia prima, recursos, agua, energía, serán necesarios y cuánto se llegará a contaminar y destruir para construir, porque los humanos somos expertos en destruir hábitats naturales para establecernos; somos una especie invasora.

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