La situación de la clase obrera en Inglaterra - Engels
Enviado por Zuh Rmz • 3 de Julio de 2017 • Tarea • 1.162 Palabras (5 Páginas) • 257 Visitas
Comienza la lectura con los relatos y estudios de Keynes hablando sobre asesinato, un asesinato premeditado. Prueba que la sociedad en Inglaterra (1892) los trabajadores los conducen prácticamente a la tumba; porque no pueden gozar de una buena calidad de vida, de una buena salud e integración social sin distinción de clase, de la sobreexplotación de trabajo en condiciones insalubres que –las enfermedades- se trasmitían de manera rápida y por generaciones propiciando a las enfermedades que no tenían cura en esos tiempos, peor aún cuando se presentaban las epidemias arrasando con millones de vidas.
Con esta lectura podemos notar la distinción de clases en calidad al acceso a una buena salud y buena calidad de vida. La clase privilegiada, o sea la burguesía, no sufría de la misma manera que la clase trabajadora, ya que éstos últimos eran sus subyugados; dependientes de los primeros por labrar para ellos y para las industrias.
Me sorprende conocer las condiciones bajo las cuales trabaja esta clase, creía que no era demasiado subordinada pero al saber que no contaban con el suficiente suministro médico como vacunas o medicamento morían en poco tiempo por enfermedades tan sencillas (para nuestra época) como la fiebre. Sumado a esto la centralización de la población en las grandes ciudades no ayudaba para nada, por el consecuente aumento de la migración de los pueblerinos a éstas en “busca de mejores oportunidades”.
Aquellos que migraban hacía las ciudades eran más susceptibles a contraer alguna enfermedad, dado que el campo en comparación con las ciudades era más “limpio”, así como extenso en territorios por lo que no tenían relaciones tan cercanas y mucho menos contagio de enfermedades que terminaran en epidemias.
En verdad es o era indignante la forma en que era tratada la clase trabajadora –la masa de los pobres-, por la “moderna sociedad”. Éstos se creían y eran superiores por la riqueza y poder que poseían.
Enfermedades como la tuberculosis, la fiebre tifoidea o tifus que arrasaban con miles de vidas y que no perdonaba a viejos, adultos mayores, jóvenes, mujeres e incluso niños que no pasaban de los 5 o 6 años de vida por las malas condiciones de salud –como la epidemia de 1842-; cuartos diminutos en los que se respiraba el mismo aire sofocante, cambios bruscos de temperatura… los únicos consuelos o goces –por así decirlo- era el sexo y la bebida –aguardiente-; el primero con las últimas fuerzas físicas y el último como alternativa para olvidar todo el sufrimiento y carencias –y que inclusive también cobraba vidas-.
Tan solo con leer el aspecto físico –ojos hundidos, cuerpo débil, pálidos, asmáticos, caras somnolientas, etc.,- e incluso moral que tenían las personas que relata Keynes, me imagino las condiciones bajo las que trabajaban, el sufrimiento y decepción al llegar a las ciudades, parecía que llegaban a su misma condenación sin saberlo.
Además de enfermedades infecciosas también había enfermedades por falta de una correcta nutrición; los más afectados eran los niños que al no tener una comida íntegra y balanceada no crecían o se desarrollaban completa e íntegramente sufrían de descalcificación. La comida que les era suministrada era de mala calidad y dudosa procedencia, así como difícil de digerir –sobre todo para los pequeños que tenían estómago débil-. A causa de estas malas digestiones, se desarrollaron enfermedades como la escrofulosis, raquitismo, descalcificación de los huesos, entre otras.
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