La solución de la cuestión de smog sobre Santiago
Enviado por leolarenas • 4 de Julio de 2012 • Trabajo • 832 Palabras (4 Páginas) • 520 Visitas
holaavY aunque caiga con mayor virulencia sobre algunas comunas, curiosamente las más pobres, la contaminación del aire es un problema que debe soportar la ciudad entera. Pero la ciudad entera no figura como entidad dentro de nuestro sistema político. Las autoridades metropolitanas son débiles, apenas unos representantes locales del gobierno central, y su misión tradicional ha sido siempre el orden público. El Intendente sólo hace declaraciones cuando hay problemas con las barras bravas en el fútbol o si se produce alguna protesta o marcha no autorizada.Cae nuevamente como una nube voraz la densa capa de smog invernal sobre Santiago. Los índices de calidad del aire pasan de bueno a regular y de regular a malo, o a crítico, o a peligroso, o a excesivo, y son habitualmente las comunas de Pudahuel o Cerrillos o Cerro Navia las más castigadas. Pero esta peste es para la ciudad completa. Santiago sufre desde hace décadas, pasivamente, el descontrol de sus propios residuos flotando en la atmósfera.
No podemos echarles la culpa a un volcán o a un terremoto, porque no estamos ante una catástrofe natural. Se trata de una catástrofe cultural, producto de nuestra suciedad, de nuestra imprevisión, y de una visión fatalista de la vida según la cual, cada año, cuando cesan las brisas primaverales o de verano, estamos sometidos al smog. Los costos que generan nuestros tratos con la contaminación urbana van en aumento, si contamos la paralización de industrias, los problemas de salud, la pérdida de atractivo de la ciudad como destino turístico o de negocios, etc.
Para el tema del esmog los santiaguinos no tenemos una autoridad a cargo. Carecemos de un marco institucional operativo, y estamos en aquello típico de las autoridades incompetentes, que se limitan a medir y a comentar el daño, sin hacer nada para remediarlo. Hay por ahí unos vagos "planes de contaminación" en los que nadie cree. Nuestros alcaldes de barrio están en sus cargos para garantizar la inequidad de los diversos grupos socioeconómicos en que se divide la ciudad, dotando de infraestructura urbana europea a los barrios de ricos y de infraestructura tercermundistas a los más pobres. Cuentan con las herramientas para distribuir de manera injusta los recursos de la ciudad, pero no tienen atribuciones ni medios para luchar con los temas transversales de la ciudad, como son el transporte, la seguridad, la vida cultural, la belleza urbana o la contaminación.
Y aunque caiga con mayor virulencia sobre algunas comunas, curiosamente las más pobres, la contaminación del aire es un problema que debe soportar la ciudad entera. Pero la ciudad entera no figura como entidad dentro de nuestro sistema político. Las autoridades metropolitanas son débiles, apenas unos representantes locales del gobierno central, y su misión tradicional ha sido siempre el orden público. El Intendente sólo hace declaraciones cuando hay
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