La vida contemporánea

L a vida contemporánea ha distado mucho de lo que era hace tan sólo un par de décadas atrás. Por ello, el ámbito educativo (como todos los demás) ha debido, por necesidad, sufrir de constantes “reorientaciones” en cuanto a los objetivos que se persiguen.

Al hablar de los campos de las ciencias sociales y las humanidades específicamente, hemos notado que sus propósitos han sufrido modificaciones con el fin de adaptarse a la vida moderna.

Vemos por ejemplo que el rol de la familia ya no es el mismo, hoy por hoy, los padres (papá y mamá) trabajan ambos para el sostenimiento de su hogar; los hijos son atendidos en guarderías (en el mejor de los casos) y en las escuelas. La mujer al igual que el hombre de todas las edades, buscan la superación personal que les permita obtener un nivel de vida mejor, ante la creciente demanda de empleos.

Por lo descrito anteriormente, las ciencias sociales y las humanidades han cambiado sus métodos, dirigiéndolos ahora a tratar de que el ser humano establezca relaciones humanas que le permitan crecer y desarrollarse exitosamente en todos los ámbitos de su vida privada y social.

Tanto las ciencias naturales como las sociales buscan promover el pensamiento crítico que permita tomar decisiones asertivas sobre asuntos públicos de actualidad, tales como conflictos sociales, ambientales, culturales y políticos en que nos vemos inmersos.

De esta manera, el cambio radica en educar para conocer, valorar y actuar, porque así se formarán los ciudadanos capaces de involucrarse cotidianamente en los asuntos que les conciernen.

• ¿CÓMO PUEDEN SER ENSEÑADAS LAS COMPETENCIAS PARA LA VIDA A LO LARGO DE TODA LA VIDA EN UN MUNDO EN CAMBIO RÁPIDO Y CONSTANTE?

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