Lab Biologia
Enviado por valentin10 • 5 de Octubre de 2014 • 459 Palabras (2 Páginas) • 221 Visitas
LA CONVOCATORIA al ciclo de que forma parte esta mesa redonda,
acogiendo conceptos de Steiner en su libro Antígona, comprueba que
uno de los rasgos que definen la cultura occidental es el hecho de que
los hombres vuelven a realizar de manera más o menos consciente los grandes
gestos y movimientos simbólicos configurados antes por las formulaciones
e imágenes de los antiguos. Trataremos brevemente de contestar, en
relación con el mito de Ulises, algunas de las preguntas que en la mencionada
convocatoria se plantean: ¿A qué se debe la “inquebrantable autoridad”
que tales relatos ejercen sobre la imaginación de Occidente y por qué tantos
mitos, como los de Prometeo, Antígona, Ulises, Teseo, Electra, etc., reaparecen
en el arte y el pensamiento europeo y americano de modo casi obsesivo?
El mito de Ulises podría quizás ser calificado como uno de los más complejos
y como uno de los más cercanos al ser humano, de cuantos nos legó la
Antigüedad griega.
Humano, por cuanto Ulises busca, lucha, sufre, porque ama, como el ser
humano busca, lucha, sufre, porque ama. Complejo en cuanto no podemos
separar la historia de Odiseo de las de su esposa Penélope; de su hijo Telémaco;
de su padre Laertes; de su madre Anticlea, muerta de dolor por la ausencia
de aquél; de su nodriza Euriclea; de su porquerizo Eumeo; de su fiel perro
Argos. Todos ellos son personajes de honda humanidad, incluido, si así pudiera
decirse, aquel animalito que esperó veinte años para alcanzar a ver a su
dueño de regreso, darle una postrera muestra de amor y morir.
Toda la historia de Ulises es aun más compleja que las historias de todos
esos personajes cercanos a él, que no son tampoco simples. Porque, como
sabemos, hay una multitud de otros seres que pueblan el maravilloso poema
llamado Odisea, este texto que para Borges era un libro casi infinito,
porque, como decía, en él “algo hay distinto cada vez que lo abrimos”1. Estos
tienen todos, como aquéllos, un gran sentido simbólico: la maga Circe, que
transforma en animales a los hombres; la ninfa Calipso, que ofrece la inmortalidad
divina a Ulises; la dulce y pura Nausícaa, junto a la cual Odiseo
podría haber tenido un apacible nuevo hogar en el país de los hombres felices
y pacíficos, los feacios. Y para qué hablar de aquellos seres extrahumanos,
cuya hostilidad o cuyas tentaciones pueden perder a Ulises, como perdieron
en definitiva a todos sus compañeros: Poseidón, Polifemo, Las Sirenas, Escila,
Caribdis, los cicones, las rocas errátiles, las flores de los lotófagos, las
vacas del sol.
1Borges escribió algunos hermosos poemas referidos a motivos o símbolos odiseicos, como
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