Laboratorio de biologia tejidos vegetales
Enviado por Braiaan Pulido • 16 de Mayo de 2017 • Ensayo • 2.565 Palabras (11 Páginas) • 652 Visitas
LABORATORIO N°6
TEJIDOS VEGETALES
UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
LABORATORIO DE BIOLOGIA GENERAL
VILLA DEL ROSARIO – NORTE DE SANTANDER
2017
LABORATORIO N°6
TEJIDOS VEGETALES
INFORME
PROFESORA
UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
LABORATORIO DE BIOLOGIA GENERAL
VILLA DEL ROSARIO– NORTE DE SANTANDER
2017
OBJETIVOS[pic 1]
- Comprobar la diversidad y especialización de las células vegetales, su agrupación en tejidos y la asociación de estos órganos.
- Reconocer y clasificar con ayuda del microscopio óptico las diferentes clases de tejido que conforman el tallo de plantas superiores mono y dicotiledóneas.
MARCO TEORICO
Las células, unidades morfológicas del cuerpo de la planta, se asocian de diferentes maneras para formar masas coherentes o tejidos. Morfológicamente un tejido es un conjunto organizado de células cuyo origen y función son comunes.
En las plantas superiores se pueden considerar dos grupos de tejidos: meristematicos y adultos o permanentes. El tejido meristematicos produce nuevas células indefinidamente. La mayoría de las células originadas por los meristemos se transforman en integrantes de los tejidos adultos o permanentes y unas pocas mantienes su capacidad de dividirse.
Tejidos meristematicos
Las plantas crecen mediante la división y diferenciación de dos tipos principales de células meristematicas: meristemos apicales y meristemos laterales. Los meristemos apicales están situados en los extremos de las raíces y los vástagos, lo que incluye los tallos principales y ramas. Los meristemos laterales, también llamados cambia (singular cambium) forman cilindros que corren paralelos al eje longitudinal de las raíces y los tallos. El crecimiento de las plantas adopta dos formas. Crecimiento primario y crecimiento secundario. El crecimiento primario se da por la división mitótica de las células de los meristemos apicales, seguida de la diferenciación de las células hijas resultantes; este crecimiento da pie tanto un aumento en la longitud como al desarrollo de las estructuras especializadas de las plantas.
El crecimiento secundario que causa el aumento en diámetro, tiene lugar por la división de células del meristemo lateral y la diferenciación de sus células hijas. Este crecimiento hace que las raíces y los tallos de casi todas las confieras (arboles de hojas perennes que producen conos) y las dicotiledóneas se engrosen y se vuelvan más leñosas al envejecer.
Tejidos permanentes
Los tejidos adultos o permanentes, a diferencia de los tejidos meristematicos, no presentan divisiones celulares. Están formados por células que han alcanzado el grado de especialización y estabilidad fisiológica que los caracteriza como componente de los tejidos de la parte adulta de la planta.
Los tejidos permanentes se subdividen en fundamentales, protectores y conductores.
Sistema fundamental
El sistema fundamental se subdivide en parénquima, colénquima y esclerénquima.
Parénquima: Las células de este tejido se distribuyen por todo el cuerpo de la planta; son de forma variada, a menudo poliédricas y en algunas ocasiones pueden ser estrelladas o alargadas. Son células vivas, presentas una gran vacuola central y por lo regular realizan la mayor parte de las actividades metabólicas. Dependiendo de su ubicación en el cuerpo de la planta, las células parenquimatosas tienen funciones tan diversas como: fotosíntesis, almacenamiento de azucares y almidones o secreción de hormonas. En las condiciones apropiadas, muchas células parenquimatosas pueden dividirse por mitosis.
Colénquima: Tejido vivo estrechamente ligado con el parénquima. Consiste en células alargadas poligonales (de varias caras) con paredes de espesor irregular. Las células colenquimatosas están vivas en la madurez, pero generalmente no pueden dividirse. El rasgo más característico es la presencia de paredes primarias no lignificadas, que le permite cierta flexibilidad.
Esclerénquima: Formada por células con paredes celulares secundarias gruesas y endurecidas, constituyen el tejido de sostén de las paredes de la planta adulta. Tienen paredes gruesa lignificadas y carecen de protoplastos en la madurez, a diferencia de las colenquimatosas, mueren después de diferenciarse. Se distinguen dos clases de células esclerenquimaticas: esclereidas y fibras; las primeras pueden variar de forma desde la poliédrica hasta la alargada y a menudo ramificada. Por el contrario, las fibras son generalmente largas y delgadas.
Las células esclerenquimatosas constituyen las fibras del cáñamo y el yute; que se utilizan para hacer cuerdas. Otros tipos de células forman la cascara de las nueces, la cubierta exterior del hueso de los duraznos y confiere a las peras su textura granulosa.
Tejidos protectores
Epidermis: este tejido forma una capa continua de células sobre la superficie del cuerpo de la planta. Las células epidérmicas varían en forma pero a menudo son tubulares, su pared externa está cubierta por cutícula, tienen una gran vacuola y no poseen cloroplastos con excepción de las que forman las estomas. La epidermis es un tejido que protege mecánicamente la planta, limita la transpiración e intervienen en la aireación. La peridermis remplaza al tejido epidérmico en los tallos y raíces con crecimientos secundario.
Peridermis: comprende el tejido suberoso (de corcho), el cambium suberoso o felógeno y la felodermis. Las células de corcho son ordinariamente de forma tubular, dispuestas de manera compacta, carecen de protoplastos en la madurez y tienen paredes suberificadas. El felógeno es un meristemo lateral que produce corcho y felodermis. La felodermis está generalmente constituida por células parenquimaticas. Forman las capas protectoras externas de la corteza de los árboles y arbustos leñosos y la cubierta resistente de sus raíces.
...